JORNADA 7. El Cádiz CF volvía a reencontrarse con su afición en la noche del miércoles, en un Nuevo Mirandilla que esperaba al equipo hermano (o quizá no tanto), el Rayo Vallecano, con varios excadistas en sus filas (Alvarito, Aridane y el Pacha). Encuentro a una hora imposible, entresemana y poco transporte público (ni Cercanías, ni tranvía, ni ¿autobuses interurbanos?) para el regreso a casa de muchos cadistas de la Bahía. El Consorcio de Transportes sí anunció un servicio extraordinario tras el partido para conectar con Chiclana, y sin avisarlo, también hubo algún enlace con San Fernando y Puerto Real.
“Toca partido en casa, donde estamos fuertes y contundentes mentalmente. Puede marcar un antes y un después. La gente tiene que ver que nuestro equipo se entrega de principio a fin. El Rayo tiene armas para crear peligro en varios registros. Se tiene que encontrar un Cádiz muy físico, muy intenso, y que con balón cree peligro”, avisaba en la previa Sergio González.
Y el once de inicio del Cádiz, casi el habitual, con la sorpresa de la no titularidad del incombustible Chris Ramos, que también merece un descanso. Y una significativa curiosidad: Álex Fernández, ni convocado. Así, salían de inicio: Conan, bajo palos; Iza, Javi Hernández, Fali y Luis Hernández, en defensa; Alcaraz y Escalante, en el centro del campo, con Alejo y Machí en los extremos; y arriba, Roger Martí y Maxi Gómez.
Con inesperados pitos recurrentes entre parte de los 18.500 asistentes al Pacha Espino, cada vez que tocaba el balón (¿por qué?), se iniciaba el choque, sin dominador claro y una tarjeta amarilla a Maxi Gómez ya en el minuto 5 por, según la interpretación del árbitro, tirarse a la piscina.
Un disparo forzado y sin ángulo de Álvaro García y otro lejano del Pacha se convertían poco antes del primer cuarto de hora en las primeras tímidas ocasiones, y visitantes, de un partido intenso que seguía sin aclararse, se alternaban los ratillos buenos y reguleros por parte de unos y de otros.
Los gaditanos respondían en el 17 con un cabeceo de Alcaraz, alto. Dos minutos después, Roger no llegaba por milímetros a empujar en boca de gol un potente pase de Maxi desde la derecha. El propio delantero uruguayo remataba de cabeza en el 26, fuera. Los locales, con el avanzar del crono, iban imponiéndose, aunque quizá adolecían de un punto de velocidad, esa que mostraban de tanto en tanto los imprecisos madrileños, muy dados al teatro.
Ya rondando la renta final, caldeada, con insistentes interrupciones (y cinco de tiempo añadido), Darwin Machís, mucho menos participativo que Iván Alejo, probaba desde fuera del área con potencia. Y a la caseta tras un entretenido primer tiempo.
POCAS OCASIONES TAMBIÉN TRAS EL DESCANSO
Más dominador se mostraban los hombres de Francisco en la reanudación, con más pelota, pero todavía sin concretar ocasiones. Y en el 57 Gonzalo Escalante gozaba de una buena oportunidad, desperdiciada y en fuera de juego. La grada se empezaba a poner nerviosa al ver a los suyos demasiado metidos atrás, y Sergio hacía los primeros cambios: Sobrino, Robert Navarro y un ovacionado Chris Ramos por Machís, Alejo y Roger.
El meneo del banquillo le venía bien a los amarillos, que se desperezaban y pasaban a querer llevar el peso. Ya en el minuto 76, era el recuperado Sergi Guardiola el que entraba en el verde por Maxi. Cuatro después, le tocaba el turno a la acostumbrada parada salvadora de Ledesma, ante un trallazo de Isi. Y el roteño José Mari reemplazaba a Escalante.
El Rayo Vallecano se quedaba con un hombre menos en el 87, por la segunda amarilla a Mumin. El Cádiz apretaba y hacía como que avasallaba y los visitantes se encomendaban a rebañar alguna contra. Justo en el 90, cuando se decretaban cinco de descuento, Guardiola lo intentaba con un disparo algo desviado. Y poco más en un vivo pero espeso final, sin peligro real.
Reparto de puntos sin goles, aunque los locales debieron meter una marcha más ante un rival de su misma liga menos fino y aguerrido que en otras ocasiones. “Estamos fastidiados por haber empatado, eso habla de nuestra ambición hoy día”, apuntaba el técnico catalán en su balance de un encuentro “muy igualado, muy trabado” en el que “creo que en la primera parte hemos sido mejores, pero ellos un puntito mejor en la segunda. El empate no es injusto, es así; cuando no puedes ganar, no tiene sentido perder. Pero el punto nos da fuerzas para seguir en la pelea”. El próximo ‘combate’, en el campo del Atlético de Madrid. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway