JORNADA 2. Primer desplazamiento liguero del equipo amarillo en la recién iniciada campaña 2021/2022 sin hacerle demasiados kilómetros al flamante autobús (con un peculiar “somos felices” entre los lemas que adornan el vehículo, que ya no es de Rico). Derbi andaluz en el Benito Villamarín, con casi 24.000 personas en las gradas (el 40% del aforo permitido) entre el Real Betis de Pellegrini y el Cádiz de Cervera, cuyo mensaje de los últimos días es que este curso la permanencia “va a estar mucho más cara que el año pasado”.
Tras el alegrón de la primera jornada, al arañar un punto in extremis en casa, en el Nuevo Mirandilla, a base de empuje, casta y fe frente al Levante, los gaditanos se plantaban en Sevilla con un once titular casi calcado, salvo la novedad de Alberto Perea (que parece que está pendiente de pasar por quirófano por molestias en una rodilla) por Álex Fernández. Así, el técnico confiaba de inicio en: Ledesma, en portería; Akapo, Pacha Espino, Haroyan y Fali, en defensa; Alarcón y Jonsson en el centro del campo; y Salvi, Perea, Choco Lozano y Negredo.
Pasados los primeros minutos de aclimatación por parte de los dos conjuntos, eran los visitantes los primeros en agitar el marcador. En el minuto 7, el hondureño no daba por perdida una pelota que parecía fácil para el defensor, le robaba la cartera, y se plantaba ante Rui Silva, que le derribaba dentro del área con la rodilla. Negredo, de cumpleaños, cogía la pelota y desde los once metros fallaba (un mal lanzamiento); pero el árbitro, chivado por el VAR, ordenaba repetir el penalti al adelantarse el portero, y en la segunda oportunidad ya sí la colaba.
A partir de ahí, el Betis alentado por la grada, se iba arriba a buscar el empate cuanto antes, y tras un primer aviso de Rodri en el 18, y un buen remate en el 21 de Juanmi, que repelía Conan, un minuto después marcaba el malagueño a la salida de un córner.
Con el 1-1, la primera mitad fue ganando todavía más en intensidad y vistosidad impropia de agosto, con los dos contendientes luchando cada balón. Si los sevillanos tenían más o menos el control y chispa, los gaditanos no se dedicaban únicamente a defenderse y salían con peligro, aprovechándose además una defensa local con desajustes. Así, en el 26 el chileno Tomi Alarcón la mandaba al palo, tras iniciar él mismo la jugada desde su campo y combinarse con Lozano. Y también la estrellaba en el poste ya en el minuto 38 Fekir desde fuera del área. Tras cinco de descuento y un divertido primer tiempo, los jugadores se iban exhaustos a vestuarios.
Álvaro Cervera movía el banquillo, y tras el descanso se quedaban en la caseta Jonsson y Perea y entraban Álex Fernández e Iza Carcelén, el portuense para jugar en el centro del campo junto al madrileño. Y nada más reiniciarse la partida, asustaba el Betis, con un disparo de Fekir que despejaba Ledesma y el rechace lo mandaba Canales a las nubes.
Los verdiblancos se mostraban más cómodos y asentados en este reinicio algo más pausado, aunque en el 51 Negredo y Choco se acercaban con cierto peligro al área rival: había que salir de tan atrás. Poco después Rui Silva atrapaba otro balón, a Salvi; y el meta argentino del Cádiz hacía lo propio con un disparo del francés Fekir.
El choque pasaba por una fase algo anodina, con el Betis dominando pero desubicado y sin hacer daño, y antes del 70 se refrescaba el ataque gaditano con la entrada de Milutin Osmajic por Negredo. Poco después era Choco el que dejaba su hueco a Álvaro Jiménez.
El Cádiz se mostraba más entero en la recta final y con opciones, y en el 82 elaboraba una jugada completísima, que Iza, escorado, no pudo/supo definir. El ataque con nervio amarillo contrastaba ahora con la ofensiva estática de los sevillanos, que respondían con un disparo fácil de Canales.
Se cumplía el 88, el jerezano Martín Calderón salía supliendo al medio chileno; en la siguiente acción Conan salvaba el segundo ante el disparo de Joaquín que se desviaba en el último momento al impactar en otro jugador; y ya en el tiempo extra, un buen centro del ex del Albacete no llegaba a Álex en boca de gol por poco; y Pacha, desfondado, la enviaba al lateral de la red.
Competido y justo empate en un interesante derbi que los dos pudieron ganar, y en el que el Cádiz volvía a dejar su impronta de equipo hecho y maduro, que no es únicamente un muro. “Hemos defendido muy atrás pero a diferencia de otras veces hemos hecho mucho daño arriba. No quería defender ahí, pero el partido me lo pedía; defendemos bien y encima salimos con peligro. El punto es bueno”, resumía Cervera tras el choque. DIARIO Bahía de Cádiz