El Cádiz corriendo y el Valencia andando: el resumen de la primera mitad de un encuentro vital por la salvación, que los gaditanos encararon pensando en la victoria. Y nada más volver del descanso se marcaba un 2-0 que hundía al rival. Una cantada de Ledesma resucitaba a los Che, pero los amarillos aguantaron.
JORNADA 32. Comienza la temporada de ‘finales’. Con siete partidos por delante para que se consuma LaLiga 2022/2023, el Cádiz con la situación clasificatoria complicada tras los últimos resultados propios y ajenos, afrontaba el domingo en horario anti-fútbol pero con el Nuevo Mirandilla lleno (incluidos unos 200 aficionados visitantes) uno de los siete partidos claves que le quedan en su misión de amarrar un año más la salvación. La visita de un Valencia que, por cosas del destino, también lucha la presente campaña por escapar de la zona baja.
“Estamos preparados para la batalla”: con sentencia épica cerraba Sergio González la rueda de prensa previa, incidiendo en que “no podemos acercarnos a competir sin intensidad, tenemos que mostrar fortaleza. Hace dos o tres meses hubiéramos firmado depender de uno mismo y afrontar partidos vitales. Tenemos que ser realistas, crecer e ir a por el Valencia. Todos sabemos de la trascendencia del partido”.
Segundo encuentro consecutivo en casa en la misma semana con novedades interesantes en el once titular amarillo: la necesaria vuelta de Escalante al centro del campo, acompañando a Fede San Emeterio, dejando en el banquillo a Alcaraz; y el inesperado regreso a la defensa del recuperado en tiempo récord Fali, junto al imperturbable Luis Hernández, además de la aparición de Raúl Parra en la derecha por Iza, ni convocado (con justificación). Y arriba, entraba de inicio Iván Alejo por Bongonda en uno de los extremos, con Sergi Guardiola y Chris Ramos como hombres más adelantados.
Con un preludio entre eufórico y jaleoso (papelillada, ‘aplaudidores’, petardos, mehandichoquelamarillo a 19.000 voces…), y la bienvenida (ejem) a Diakhaby, arrancaba la partida con nervio, desorden, y una primera ocasión del constante Chris Ramos, que la mandaba al lateral de la red.
Los de Rubén Baraja salían con la pretensión de llevar el peso del partido, sin embargo les duró poco ese dominio estéril, ante un Cádiz que se fue acomodando, sintiéndose a gusto y seguro con la pelota en los pies y metiendo en su campo al rival, hecho un flan; a lo que ayudaba la presión desde la grada. Y en el 19, estaba muy muy cerca el 1-0: la pelota se paseaba por línea de gol a partir de un remate de espaldas de Gonzalo Escalante, pero no llegaba nadie a empujarla.
Aumentaban la tensión en el verde, y el Valencia quería hacer algo más que defenderse, mas el
Ímpetu y actitud del Cádiz, quizá ya con un punto menos de intensidad, frenaba que se viera a Conan Ledesma. Y en el 39 estallaba el estadio con el tanto de cabeza del enorme Escalante, a raíz de uno de los saques de banda con sello de Luis Hernández. Los gaditanos se ponían por delante en el marcador con justicia. Era el único equipo que lo persiguió en la primera mitad.
UN REGALO DA VIDA AL VALENCIA
Y no podía empezar mejor el segundo tiempo: jugadón de insistencia del Pacha Espino, centraba al área pequeña y Sergi Guardiola marcaba el segundo, a la hora del Telediario.
El Cádiz ganaba tranquilidad en el electrónico cinco minutos. En el 50 acortaba distancias el rival gracias a un regalo. Gracias a un error impropio de Ledesma, Samu Lino se encontraba con la pelota para hacer el 2-1, que por momentos sacaba de la UVI a los de negro y naranja. Y el Titán no aguantó más, y en el minuto 58 era sustituido por Meré, y ya de paso entraba Bongonda por Alejo.
Pasados unos minutos de dudas, una buena acción con disparo con intenciones del belga-congoleño le recordaba al Valencia que no podía descuidar su retaguardia. Y volvía a mover el banquillo Sergio González, recurriendo a Momo y a Alcaraz por Parra y Ramos; y poco después el Choco Lozano por Guardiola; insuflando algo de refresco y tratando de pausar el sinvivir en el que se iba convirtiendo el choque, con los valencianistas más ansiosos y peligrosos.
La recta final empezaba a hacerse eterna para los desfondados cadistas, reculando más de la cuenta, y en el 85 entre el palo y un Ledesma cojeante espectacular salvaban el empate. Y a por los seis de tiempo extra de propina. Y de nuevo el portero argentino y media defensa evitaban el segundo del Valencia.
El remate a la fiesta final pudo ser el gol de Bongonda, anulado antes de que el árbitro pitara y se desatara la locura en el Nuevo Mirandilla, nadie quería irse a casa a dormir la siesta. Tres puntos enormes, ante un rival directo. Primera ‘final’ superada.
Ya en rueda de prensa, el técnico amarillo, todavía con cierta excitación, resaltaba que “el equipo ha salido a competir. El resultado hace justicia al fútbol hasta el segundo gol nuestro, y luego al esfuerzo titánico. Al final nos hemos dejado el alma, los chicos se han exprimido, sólo con eso me emociono. Me llena de orgullo, he disfrutado viéndolos sufrir, nos vamos todos muy contentos”. Además, Sergio González tenía palabras para la afición, “también se ha vaciado”, y a raíz del error de Conan, incidía en la unidad del grupo: “falle quien falle, el error es de todos, marque quien marque, el gol es de todo”. “Con el dedo en el culo estamos como más metidos en los partidos; con estos tres puntos nos ponemos en buena posición de cara a lo que queda”, reflexionaba también en un momento de su comparecencia. DIARIO Bahía de Cádiz