A Coruña ha sido anfitriona de las ciudades “por el cambio”, entre las que está Cádiz. Ha acogido el segundo encuentro municipalistas desde las últimas elecciones de mayo entre ayuntamientos de distintos puntos del Estado que experimentaron un cambio político en sus gobiernos locales, promovidos por candidaturas de unidad popular. “Estar juntos es la forma que tenemos que trabajar por el bien común, y de enfrentar los baches que nos encontramos en el camino”, resumía el alcalde coruñés como objetivo de esta cita institucional que acababa con un multitudinario acto público en el que el primer edil gaditano dejaba claro su “no” a las guerras y sentenciaba: “no llamamos David, todas y todos, porque ellos se llaman Goliat”.
A Coruña ha sido anfitriona este viernes y sábado, 27 y 28 de noviembre, de las ciudades “por el cambio”, entre las que está Cádiz –que, por cierto, está hermanada con la localidad gallega-. Ha acogido ‘Ciudades por el bien común’, cita enmarcada en los encuentros municipalistas que se están llevando a cabo desde las últimas elecciones de mayo entre municipios de distintos puntos del Estado que experimentaron un cambio político en sus gobiernos locales, promovidos por candidaturas ciudadanas y de unidad popular.
El primero de ellos tuvo lugar en Barcelona el pasado mes de septiembre. Y a finales de enero, en principio, la capital gaditana prevé ser sede de una tercera reunión de alcaldes “del cambio”, para tratar sobre temas de Energía.
El encuentro institucional en tierras gallegas ha reunido a alcaldes, representantes y trabajadores de las once ciudades participantes. En las mesas de trabajo de diversas temáticas han participado, además de Cádiz: Barcelona, Pamplona, Valencia, Madrid, Ferrol, Santiago, Zaragoza, Oviedo, Badalona y la misma A Coruña.
Durante el viernes y el sábado se han abordado diferentes temas y relatado experiencias, retos, objetivos y problemáticas que las diferentes ciudades se están encontrando en su trabajo diario. El encuentro persigue buscar soluciones conjuntas a problemáticas similares y enriquecer el trabajo con propuestas alternativas, ya implementadas en algunos casos y en la fase de propuesta en otros casos.
El desarrollo de las jornadas, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, se ha basado en mesas de trabajo sobre diversos temas: transparencia, seguridad y convivencia, empleo, economía social, consumo responsable, comunicación, igualdad, y cultura. En todas ellas han participado representantes municipales de los distintos gobiernos “del cambio”. Los resultados de este trabajo han sido muy diversos, desde la creación de mecanismos para aprovechar las experiencias que se están desarrollando en cada municipio, la creación de redes de trabajo temáticas interciudades para abordar el desarrollo de nuevas políticas públicas a la realización de estudios de análisis.
“Las ciudades no deben competir entre sí, sino que tienen que colaborar, compartir experiencias, herramientas, aprender unas de otras”, destacaba el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, en la recepción del resto de alcaldes presentes –el de Cádiz no llegó a esta acto-.
“Estar juntos y juntas –insistía Ferreiro- es la forma que tenemos que trabajar por el bien común, y de enfrentar los baches que nos encontramos en el camino. Es importante que estemos juntas, y que llevemos a cabo medidas concretas que mejoren la vida de nuestros ciudadanos”.
Como colofón de este encuentro institucional, el sábado por la tarde cerca de 1.500 personas asistían al acto público que reunía a los alcaldes José María González (Cádiz), Ada Colau (Barcelona), Martín Noriega (Santiago), Jorge Suárez (Ferrol) Peter Santistevan (Zaragoza), Juan Ribo (Valencia) y Xulio Ferreiro (A Coruña), y a la portavoz del Gobierno local del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre. Era el fin de una reunión de trabajo en formato casi de mitin electoral.
“NOS LLAMAMOS DAVID PORQUE ELLOS SE LLAMAN GOLIAT”
José María González ‘Kichi’, que recordó que es “gaditano de pai galego”, centró gran parte de su intervención en decir “no” a todas las guerras: “yo proclamo guerra a la guerra, guerra a sus guerras, no en nuestro nombre, no con nuestros muertos; estamos contra las bombas, contra las que se amarran en un cinturón y contra las que se tiran desde el aire”; al tiempo que apelaba a tres de los candidatos a la presidencia del Gobierno en las elecciones del 20-D: “a Rajoy a y Sánchez les diría: la gente tiene derecho a saber antes de las elecciones qué tienen pensado hacer con la situación en Siria; y al señor de la guerra, a Albert Rivera, le diría: si tantas ganas tiene usted de la ocupación terrestre en Siria, póngase el traje caqui y vaya usted el primero”.
González Santos ha defendido con su discurso “el derecho de la gente a vivir con dignidad, aquí, en Cádiz, en Siria, en París o en Palestina”; una dignidad que “no es una abstracción, se compone de un montón de cosas, como el derecho a comer, a vivir de tu propia cultura si que estés obligado a sucumbir al rodillo homogeneizador de la globalización, el derecho a trabajar, a educarte, a curarte, a ser feliz, el derecho a tener derecho a un futuro desde un presente sin miedo”.
“Pero los derechos hay que defenderlos. Ellos hablan de venganza, de guerras, de destrucción. Nosotros hablamos de combatir al enemigo: la ignorancia, el hambre, la desestabilización de tantos países. Se combate con un desarrollo propio de todos los pueblos. La mejor manera de evitar las bombas es no fabricándolas ni vendiéndolas”, subrayaba, sentenciando que “el objeto de la defensa para ellos son las banderas; para nosotros, son los derechos. Sus armas son la muerte, la nuestra se reduce a la democracia”.
Finalmente, el alcalde de Por Cádiz sí se puede se centraba en la temática del encuentro, y apuntaba que “puede que nuestra alternativa sea imperfecta, pero es la que tenemos, es un reflejo fiel de la necesidad imperiosa que tenemos de cambiar nuestra historia”.
“La gente –a su entender- nos está diciendo ‘no me digas que me quieres y que me valoras’, nos dice ‘déjame decidir contigo’; y en esas estamos, creando democracias sustantivas en nuestras ciudades, abriendo puertas y ventanas, y podemos hacerlo; podemos porque debemos, podemos porque si no lo hacemos, nadie lo hará, podemos porque nuestros sueños son sus pesadillas, podemos porque somos un motor afectivo de cambio político y social”.
“Nos llamamos David, todas y todos, porque ellos se llaman Goliat; por su violencia, por sus ambiciones que depredan lo público, porque su fortaleza no es la inteligencia. Y si todos somos David, es evidente cuál es nuestra honda… la democracia, y nuestro momento es las próximas elecciones generales”, remataba el regidor gaditano.
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