El Ayuntamiento proyecta convertir el cementerio de San José en una gran zona verde, el parque del Descanso (ahora de la Memoria). Y para comenzar a hacerlo realidad, había presentado la iniciativa, pidiendo hasta 4 millones, a una de las convocatorias de los Next Generation. Pero no ha habido suerte. Ahora se buscarán fórmulas alternativas.
El proyectado parque del Descanso sobre el clausurado cementerio de San José, en Cádiz, ahora llamado parque de la Memoria, se ha quedado sin fondos europeos Next Generation. Únicamente se han aceptado 18 iniciativas de las 90 presentadas a la convocatoria estatal en concurrencia competitiva enmarcada en las ayudas ‘Renaturalización y resiliencia de ciudades españolas 2021’, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En concreto, la capital gaditana presupuestaba este proyecto en unos 5,2 millones de euros. De aceptarse, iban a llegar de dichos fondos 4 millones del total contemplado.
“había que intentarlo, fuimos ambiciosas y solicitamos la cuantía máxima, porque no hay que dejar pasar ninguna oportunidad”
“Había que intentarlo, fuimos ambiciosas y solicitamos la cuantía máxima, porque no hay que dejar pasar ninguna oportunidad, pero se ha demostrado que la convocatoria ha sido absolutamente insuficiente porque han resultado beneficiarios tan sólo un 20% de los proyectos presentados. En números concretos, se atienden 18 y nos quedamos fuera 72”, se lamenta la concejala de Medio Ambiente, Rocío Sáez. A esta convocatoria de fondos Next Generation se han destinado apenas 58 millones de euros para toda España, “cuando para movilidad sostenible, por ejemplo, hablamos de unos 1.800 millones”.
En este sentido, desde el Ayuntamiento gaditano se solicita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico “que lleve a cabo una nueva convocatoria en este 2022, destinando un presupuesto mucho mayor que cumpla con las expectativas de las ciudades españolas, porque fondos hay, y proyectos e ideas también, además de que la apuesta por la renaturalización y la infraestructura verde debe ser una prioridad absoluta de nuestro país ante el reto del cambio climático”.
A BUSCAR FÓRMULAS ALTERNATIVAS
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Sáez recuerda que “más allá de esta petición pública, dijimos a los vecinos que, desde el día siguiente de esta resolución, si no lo conseguíamos, estaríamos buscando fórmulas para abordar el proyecto y así es, pues por un lado, nos comprometemos a mejorar el proyecto para poderlo presentar a una nueva convocatoria, pero por otro, ya estamos estudiando si podemos abordar la primera fase, de preparación del terreno y traslado de restos, con fondos propios de los remanentes municipales”.
“No vamos a guardar este proyecto en el cajón en el que se llevó tantísimos años porque se trata de un proyecto de ciudad imprescindible, porque nuestra trama urbana necesita un nuevo pulmón verde que propicie una mejora de la calidad de vida, que favorezca nuestra biodiversidad y que siga haciendo de Cádiz una ciudad más amable y sostenible que contribuye a paliar los efectos del cambio climático”, reitera la edil izquierdista.
Sentencia la concejala de Medio Ambiente que el equipo de Gobierno liderado por José María González ‘Kichi’ “no ha estado nunca parado al respecto del cementerio, puesto que ha llevado a cabo las imprescindibles tareas de exhumación de bebés robados y las de las víctimas del golpe del 36 y el franquismo”, que están en su última fase y concluirán tras el verano, algo que era ineludible antes de llevar a cabo cualquier transformación futura de estos terrenos en una zona verde. Así como ya está en marcha la licitación para las labores de restauración y traslado de los panteones que quedan en San José al Mancomunado de Chiclana.
LA ZONA VERDE PROYECTADA
Sobre el cementerio sin uso desde hace años se propone una gran infraestructura verde de 19.750 metros cuadrados y más de 300 árboles que servirá de punto de conexión con otros parques como Asdrúbal, Erytheia, Kotinoussa, San José y Carlos Díaz, y a su vez de la trama urbana con el frente litoral (la playa Victoria), “completamente accesible a vecinos y visitantes para su uso y disfrute, configurándose del mismo modo como un punto de socialización, fundamental para la vertebración de la sociedad y la mejora de la convivencia y la calidad de vida en la ciudad”.
Además, justo este incremento de superficie verde “permitirá acrecentar la condición de Cádiz como un destino turístico sostenible y de excelencia”. Sin olvidar que este proyecto, en la teoría, “también supondrá la revitalización de las actividades comerciales del entorno”.
Asimismo, este futurible espacio renaturalizado “servirá como herramienta para la conservación de la biodiversidad a través de la creación de un espacio que sirve de refugio a la fauna, a modo de microreservas en los que ésta encuentre refugio y alimento, tanto con elementos naturales (vegetación y suelo) como con elementos de apoyo (comederos y cajas nido)”. A colación, también se prevé la creación de zonas interiores más protegidas y menos transitables por las personas usuarias del parque como refugios de especies.
“Es un proyecto que necesita años de trabajo e inversión, pero era necesario arrancar si queremos que sea una realidad más pronto que tarde y que no caiga en el olvido. Es un reto apasionante”, apostillaba la misma Rocío Sáez meses atrás, cuando se presentaba el mismo a la convocatoria estatal.