El Ayuntamiento de Cádiz baraja adherirse al Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, aprobado en 2015. El documento hace un llamamiento para que se apliquen sistemas alimentarios sostenibles que fomenten la accesibilidad de alimentos saludables, la protección de la diversidad biológica y la reducción del desperdicio de alimentos.
Busca la coordinación de políticas para desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar comida sana y accesible a todos en un marco de acción basado en los derechos, con el fin de reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático.
El equipo de Gobierno elevará al pleno ordinario de abril que el Consistorio gaditano se sume a este tratado voluntario, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
Con tal fin, se ha celebrado una reunión telemática en la que han participado concejales y técnicos municipales de Asuntos Sociales, Enseñanza, Participación Ciudadana, Medio Ambiente, Salud, Juventud y Mayor, además de la empresa municipal de Aguas de Cádiz. E igualmente se ha invitado a esta mesa a distintos agentes sociales que desarrollan su labor en el ámbito de la alimentación, como la Red Agroecológica de Cádiz, La Mar de Verde, la Asociación de Justicia Alimentaria, Agaden-Ecologistas en Acción, la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, la Asociación La Buena Siembra y la Universidad de Cádiz a través del Vicerrectorado de Responsabilidad Social.
Esta reunión es la segunda que se celebra para abordar este asunto, tras una primera, de carácter interno, que se llevó a cabo semanas atrás con la participación de diferentes delegaciones municipales, entre ellas las de Consumo y Transición Energética, con objeto de conocer a fondo este Pacto de Milán e implicarse en la coordinación de esta iniciativa que requiere de políticas transversales.
Ahora, en este segundo encuentro, se ha presentado el documento a las entidades invitadas que, en coordinación con las concejalías constituirán una mesa de coordinación del Pacto de Milán una vez sea aprobada en pleno la adhesión del Ayuntamiento. Dicha mesa, coordinada por Medio Ambiente y Salud, se reunirá “con cierta periodicidad” para hacer un seguimiento del pacto en la ciudad, así como para analizar y poner en marcha aportaciones y sugerencias.
El experto gaditano Miguel de Porras Acuña, director del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica FiBL Europe (Bruselas), también ha participado en dicha reunión con una exposición sobre las líneas del Pacto de Milán, que fue firmado en esa ciudad italiana en octubre de 2015. Recoge el papel de las ciudades para contribuir a la transformación de los sistemas alimentarios urbanos hacia la sostenibilidad, con documento de compromiso de las autoridades locales y con marco de acción articulado en un conjunto de 37 medidas recomendadas, organizadas en torno a estas seis categorías: gobernanza, dietas sostenibles y nutrición, equidad social y económica, producción de alimentos (incluidos los vínculos urbano-rurales), suministro y distribución de alimentos, y desechos alimentarios.
Las ciudades que se adhieren al Pacto de Milán pueden asumir algunos o todos de los siguientes siete compromisos: trabajar para desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes y diversificados que garanticen el derecho a la alimentación; promover la coordinación entre departamentos y sectores a nivel municipal y territorial, favoreciendo la inclusión de las consideraciones relativas a la política alimentaria, desde la producción, el abastecimiento, la nutrición, equidad y seguridad alimentaria; promover la coherencia entre las políticas y los programas municipales en relación a la alimentación; involucrar a todos los sectores del sistema alimentarios (desde la producción, consumo, contando con los gobiernos locales, colectivos sociales…); revisar y modificar las políticas y planes enfocados hacia sistemas alimentarios agroecológicos; asumir un marco de acción que permita ordenar, evaluar e instaurar un modelo alimentario sostenible, visibilizando los avances y compartiéndolos con otras ciudades y organismos nacionales e internacionales; y promover la adhesión de otras ciudades.
“HACIA UN MODELO ALIMENTARIO MÁS JUSTO Y SOSTENIBLE”
Al respecto, se considera que la capital gaditana ya viene implantando políticas de gestión refrendadas en dicho pacto, como el Ecomercado, el Suministro Mínimo Vital de Agua, huertos escolares, campañas educativas de alimentación saludable dirigidas a la enseñanza reglada y colectivos varios, talleres de huertos urbanos, talleres para la potenciación de azoteas como áreas verdes, el plan local de salud contra la obesidad infantil, campañas dirigidas a centros escolares sobre la gestión del agua o talleres EDUSI.
La concejala de Salud, Eva Tubío, apunta que la adhesión al Pacto de Milán “nos va a ayudar a seguir creciendo con nuevas acciones que mejoren los sistemas alimentarios, además de ayudar a difundir la importancia de una producción y una alimentación más sana y más justa, y a sacar el potencial que tenemos tanto en la ciudad como en la provincia con objeto de cumplir los objetivos”.
A sus palabras, la edil de Medio Ambiente, Rocío Sáez, añade que la adhesión de la ciudad “no es un fin en sí mismo, sino la generación de un marco de actuación que nos permita seguir desarrollando políticas y alianzas en el camino hacia un modelo alimentario más justo y sostenible”.
Por último, el alcalde, José María González ‘Kichi’, ha expresado su deseo de que esta propuesta “reciba el respaldo unánime del arco plenario”, pues “se trata de una iniciativa beneficiosa para los gaditanos de todas las edades, porque estamos hablando de garantizar el acceso a comida saludable, además de proteger la biodiversidad y luchar contra el desperdicio de alimentos”.