En línea con otras convocatorias en distintas ciudades españolas que exigen alternativas al modelo turístico y especulativo que está expulsando a muchos vecinos de sus hogares, la plataforma Cádiz Resiste ha convocado su segunda gran movilización desde que se conformara hace unos meses: llama a salir a la calle el sábado 9 de noviembre “para reivindicar el derecho a una vivienda digna y accesible en nuestra ciudad”.
La manifestación bajo el lema ‘Si nos echan de los barrios, paramos la ciudad’, partirá de la plaza de San Antonio a las 11.30 horas y discurrirá por calles céntricas hasta desembocar en la plaza de San Juan de Dios (pasando por Ancha, plaza del Palillero, Columela, plaza de Las Flores, calle Compañía, plaza de la Catedral, calle Pelota, Arco del Pópulo, barrio del Pópulo, Arco de Los Blancos y calle San Juan de Dios).
Los motivos que justifican la protesta de este 9-N son los mismos que viene denunciando dicha plataforma ciudadana en los últimos tiempos: el efecto que está teniendo la presión turística que sufre la capital gaditana en el auge de los precios de la vivienda (alquiler y venta) y en la cada vez más limitada oferta de pisos.
“La ciudad ha registrado este 2024 los récords de precio del metro cuadrado de vivienda tanto en venta como en alquiler en Cádiz, al tiempo que es la ciudad en la que más se han reducido los alquileres de larga temporada en la última década en España, es la que más cruceristas recibe por habitante al año de todo el país y es también la primera capital andaluza en viviendas turísticas por habitante”, repasan desde Cádiz Resiste.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se incide en que lo “muy nocivo” del modelo de especulación que soporta ya la capital, “que está expulsando a cada vez más gente al convertir un derecho como la vivienda en un bien de mercado y que encuentra en la explotación turística su principal eje”. Por ello, se estima indispensable “reivindicar una alternativa a esta realidad asfixiante que expulsa cada año a más personas de la posibilidad de residir en Cádiz”.
A todo ello se suma que la planta de alojamientos turísticos “crece sin reparos hasta duplicarse en los últimos diez años”. En la actualidad, sin contar con los nuevos hoteles proyectados, ya hay plazas “para acoger cada día a más de un 10% de su población residente”, en descenso imparable desde hace más de dos décadas. Al respecto, últimamente el PSOE local también alerta de que “se está creando una burbuja hotelera”.
“ESTE MODELO TURÍSTICO QUE PRECARIZA, EXPLOTA Y EXPULSA A LA VECINDAD ES INACEPTABLE”
Entre las reivindicaciones ya consabidas de Cádiz Resiste se encuentran la activación de una moratoria que frene la concesión de nuevas licencias para viviendas turísticas y hoteles en la ciudad durante el próximo año; la puesta en marcha de una tasa turística (esa que rechaza la Junta de Andalucía del PP, y por lo tanto impide a los ayuntamientos su aplicación) al objeto de financiar “actuaciones pensadas para la gente que vive en la ciudad”; un incremento por parte municipal de la tasa de recogida de residuos y del IBI para las viviendas con fines turísticos y hoteles; así como una “persecución real” de las muchas viviendas con fines turísticos ilegales que existen en la capital.
De este modo, Cádiz Resiste dice trabajar con sus acciones en concienciar y sensibilizar sobre esta problemática. Junto a la búsqueda de sinergias con otros movimientos en varios territorios con situaciones similares conforman su lucha concreta “por la identidad de la ciudad, de sus barrios, por el derecho a la vivienda residencial en Cádiz frente a la saturación de pisos turísticos y por un modelo basado en el comercio local frente a las grandes franquicias pensadas para el público turista que igualmente eleva los precios de los locales comerciales para emprendedores de la ciudad”.
La plataforma gaditana se integra también en Ciudades y Pueblos para Vivir, un movimiento que busca acabar con los impactos sociales y ambientales nocivos del turismo, como parte de un modelo socioeconómico “depredador e inviable”.
Cádiz Resiste, que repite insistentemente que no está en contra de los turistas pero sí de este modelo que arrasa con todo, termina haciendo un llamamiento urgente a promover un turismo sostenible “que permita diversificar la economía hacia actividades productivas respetuosas con la vida de la vecindad trabajadora y del entorno”; al tiempo que se opone a la llegada “continua y desregulada” de cruceros al puerto gaditano, que “contribuyen de manera importante a la contaminación de nuestros territorios y a la crisis climática”.