“Empezamos la campaña electoral de nuestras vidas y de generaciones futuras; sin olvidar el pasado, no renunciamos a tener un país mejor”. Es uno de las consignas que lanzó Podemos en su primer mitin de cara al 20-D, celebrado en Cádiz, una de las ‘ciudades del cambio’ desde el pasado mayo, y en una fecha emblemática para Andalucía, su 4-D. Un acto parecido al de otros partidos, pero respirando una atmósfera diferente. No faltaron los “¡sí se puede, sí se puede!” desde un auditorio ya convencido –a ratos casi emulando el ambiente del Falla en el Palacio de Congresos-, que además de esta inyección colectiva de moral junto a los líderes, se lo pasó muy bien. “Decían que no podíamos ganar, y aquí tenemos a Kichi”, arengaba el presidenciable Pablo Iglesias, queriendo creer Aparcando las encuestas por un rato.
“Empezamos la campaña electoral de nuestras vidas y de generaciones futuras; sin olvidar el pasado, no renunciamos a tener un país mejor”. Es uno de los mensajes que quiso lanzar Podemos en la tarde del viernes 4 de diciembre en su primer mitin pidiendo el voto de cara a las cruciales elecciones generales del 20-D, “el momento para el que nacimos”. Un acto parecido al de otros partidos, es verdad, pero respirando una atmósfera diferente, casi desordenado y hasta natural. No faltaron los “¡sí se puede, sí se puede!” espontáneos –o no tanto- desde un auditorio ya convencido –a ratos casi emulando el ambiente del gallinero del Falla-, que además de esta inyección colectiva de moral junto a los líderes, se lo pasó muy bien. Aparcando las encuestas por un rato.
Un mitin celebrado en Cádiz, una de las ‘ciudades del cambio’ desde el pasado mayo, y en una fecha emblemática para Andalucía, su 4-D, su verdadero ‘día’ para muchos, no el 28-F: de hecho, uno de los momentos para el recuerdo de esta ‘fiesta’ política de alrededor de dos horas que llenó el Palacio de Congresos –que empezaba media hora tarde, y sin quejas- será el del alcalde, José María González ‘Kichi’, entonando a capella el pasodoble ‘Era un cuatro de diciembre…’ de la comparsa ‘Los piratas’ de Martínez Ares. Con su permiso. Y con beso cómplice de colofón con su pareja y líder de Podemos en la región, Teresa Rodríguez.
Pero hubo más carnaval, carnaval comprometido, del que dice cosas, con la chirigota ‘Los Superpop’ de Vera Luque que, caldeaba la tarde –pese a la desesperación de algunos periodistas, pensando en acabar cuanto antes a las puertas de un puente festivo para alguno- tras la introducción del acto por parte de la cabeza de lista al Congreso de Podemos por Cádiz, Noelia Vera, una periodista gaditana “condenada al exilio”, trabajando en Madrid. Prácticamente su puesta de largo ante los gaditanos. “Por fin comienza la campaña de la alegría, de la recuperación de la dignidad; y aquí en Cádiz ya sabemos lo que significa ganar, recuperar las instituciones para su gente”, señalaba antes de ganarse buenos aplausos al agradecer el trabajo e implicación a todos los círculos de la provincia.
“FUIMOS LA INDIGNACIÓN Y AHORA SOMOS LA DIGNIDAD”
“Qué bonita está mi ciudad cuando se viste de cambio y de dignidad”, anotaba el alcalde de la capital gaditana durante una intervención en la que habló de afrontar esta campaña electoral “la más importante en la historia de este país” con ilusión, “es la clave, es nuestro secreto”. “En Cádiz ya sabemos lo que es ganar unas elecciones, sin medios, y no con pocos enemigos”, se ponía como ejemplo, incidiendo en que “nuestro objetivo es que la gente sea feliz, no hemos venido a conformarnos; y la felicidad se puede medir, en derechos y en libertades”. Además, se acordaba de aquellos que repiten que “solo ellos saben gobernar: qué poquísima vergüenza. Gobiernan para unos pocos con el dinero de todo el mundo, así es como saben gobernar; pero ahora sois vosotros los que estáis en la oposición”, dejaba caer pensando en el PP local de Teófila Martínez… “tú eres la bruja avería”, se coreaba junto a la chirigota minutos antes.
“El 4 de diciembre nos recuerda que no hay cambio sin poder popular”, subrayaba González Santos, añadiendo que “además de las elecciones tenemos que ganar la calle, nuestros sueños no caben en sus instituciones. Lo dice este alcalde que sabe lo que es ponerse entre la Policía y el portón de una familia desahuciada, y no poder hacer nada”.
“No venimos de la nada, ya estábamos aquí aunque no quisieran vernos. Ya no nos callamos más, ya no nos conformamos más. Fuimos la indignación y ahora somos la dignidad”, sentenciaba Kichi, telonero del presidenciable de la formación morada.
“NO QUIERO SER EL JEFE DE LOS ESPAÑOLES, QUIERO SER VUESTRO EMPLEADO”
El secretario general de Podemos y candidato a la Moncloa, Pablo Iglesias, no se hacía de rogar hasta el remate del mitin, como suele suceder en estos actos en los que se guarda al ‘peso pesado’ para el punto y final, e iniciaba su perorata con dos consignas: un “se respira, se siente, se nota la remontada” y un “estamos orgullosos de representar en este país la posibilidad de cambio”. “Decían que no podíamos ganar, y aquí tenemos a Kichi. Nos estamos jugando la próxima década en este país”, insistía.
Dedicaba Iglesias unos minutos a PSOE y Ciudadanos. Por un lado, consideró que “la gente distingue claramente al PSOE de las campañas y al PSOE cuando toca el gobierno; pero sus dirigentes ya no engañan a nadie”. A su entender, “cada vez hay más socialistas de corazón que dicen: ‘voy a votar a Podemos’”. A ellos les daba la bienvenida “a casa”. Mientras, del partido de Albert Rivera (su sola mención provocaba los abucheos de los asistentes) repetía su idea de que “no es de derecha, es de lo que convenga en cada momento; no lo entiendo, o son una muleta del PSOE o del PP. Eso está lejos del cambio, de la regeneración, solo han demostrado ser muletas de lo viejo hasta el momento”.
“Nos encanta la palabra patria, nuestra patria es la gente. Los avances sociales en este país son una victoria de la gente, de los de abajo”, señalaba el líder de Podemos, mirando al pasado para afrontar el futuro: “la transición fue muy difícil, lo sé, con mucha gente muy cómoda con la dictadura, y no se pudo llegar tan lejos. Ahora nos podemos permitir avanzar mucho más”.
Y seguidamente expuso las cinco garantías constitucionales que propone su partido: por un lado “hay que cambiar el sistema electoral, una persona un voto”, y abogar por un referéndum revocatorio a mitad de la legislatura si un presidente no cumple su programa. Otros de los puntos son la independencia de los jueces y el blindaje de los derechos sociales. Como cuarto, incidió en defender la plurinacionalidad, “la grandeza de este país es su diversidad, su plurinacionalidad”, incluyendo el derecho a decidir “y que voten los catalanes, digo lo mismo aquí que en Catalunya, por eso mismo somos la única fuerza política que podemos garantizar la unidad de España”. Y finalmente, Podemos quiere “acabar con las formas legales de corrupción, acabar con las puertas giratorias en la Constitución”. “Hay que ofrecer garantías no promesas”, apostillaba ganándose los cánticos de “¡presidente, presidente!” del auditorio.
“No quiero ser el jefe de los españoles, quiero ser vuestro trabajador, vuestro empleado; quiere ser el instrumento para que la gente normal, humilde, pueda estar en las instituciones”, manifestaba este profesor universitario desde el atril, reconociendo que “no le voy a pedir el voto a los indecisos”, mejor “les digo que se lean nuestro programa, que miren a nuestros diputados, como Tere; tenemos gente preparada, solvente. Y puede haber cargos públicos que lleven la ética a raja tabla, empezando por los sueldos; ha llegado el tiempo de acabar con los caraduras, los mangantes”.
“VAMOS A LEVANTARNOS OTRA VEZ COMO AQUEL 4-D”
Pero sin duda, Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos en Andalucía y parlamentaria regional, fue la más aplaudida de la tarde. En todo momento con la camiseta de ‘Delphi solución’ entre las manos, y abriendo su intervención tras hacer cantar a todos el himno de Blas Infante, sentenciaba que “los pueblos que se olvidan de sus victorias están condenados a perderlas”, incidiendo en el recuerdo a “aquel 4 de diciembre en el que Andalucía tomó las riendas de su futuro”.
Para la profesora y exeurodiputada gaditana, “tiene que llover a cántaros y que se lleve toda la porquería del régimen del 78. Somos como la mar, cuando nos agitamos somos una fuerza rebelde e indomable. La democracia es mucho más que votar cada cuatro años”, anotaba con rabia, y repetía la idea de que “sabemos que estamos en un momento histórico, vamos a levantarnos otra vez como aquel 4-D, y lo vamos a hacer poniendo a Pablo Iglesias como presidente de este país”.
Tras invitar a Kichi a cantar junto a ella en el atril el pasodoble de Martínez Ares –no es la primera vez que en un mitin recurre al ahora alcalde para entonar letras significativas, como ‘La murga de los currelantes’ de Carlos Cano-, y poner los vellitos de punta a más de uno con ese remate de “qué bonita navidad… de aquel cuatro de diciembre”; Rodríguez acababa acordándose de Susana Díaz, la presidenta de la Junta (y resonaron los cánticos futboleros de “dile que se vaya…”): “dice que ha tenido muy mala suerte con Podemos; han pactado con Ciudadanos, pero hasta para ser palmero hay que saber llevar el compás”.
“NO PASA SIEMPRE EN LA HISTORIA QUE LA GENTE SENCILLA PUEDA GANAR UNAS ELECCIONES”
Completaron el cartel de este acto de campaña Sergio Pascual, Irene Montero e Iñigo Errejón, otro de los dirigentes más visibles de la joven formación, y candidato al Congreso en las listas por Madrid, quien tras pedir “que me dejen quedarme toda la campaña en Cádiz”, lanzaba ‘dardos’ como que “los que nos han estado gobernando no dan para más”; “incluso los que van a votar a los de siempre reconocen que es una campaña diferente, que este país ya es diferente”; “hemos comenzado a ganar cuando nos copian la forma de vestir y copian nuestros discursos, bienvenidos al cambio político”; o bien que “tomarse España en serio es tomar en serio a los españoles; señores de la casta, a nosotros nos cuadran las cuentas con los españoles dentro”.
“Empezamos la campaña electoral de nuestras vidas y de generaciones futuras. Sin olvidar el pasado, no renunciamos a tener un país mejor. Hay gente en este país que no dejó a sus hijos pisos ni cuentas corrientes, dejó derechos”, remarcaba Errejón, agregando que “para meter miedo dicen que queremos destruir todo lo que se ha hecho hasta ahora; y estamos diciendo lo contrario, el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestros mayores es cambiar lo que no funciona”.
“A lo mejor nos toca hacer de nuevo historia, como aquí en Cádiz hace dos siglos, rehacer un país donde mande el pueblo. No pasa siempre en la historia que la gente sencilla pueda ganar unas elecciones; lo tenemos al alcance de la mano, adelante, por supuesto que se puede”, arengaba quien sería vicepresidente de un hipotético gobierno de Podemos, antes de que la chirigota de Vera Luque cerrara la ‘fiesta’ con un pasodoble de ‘Los hinchapelotas’.
Otra vicepresidenta y Ministra de la Presidencia de ese Ejecutivo que tiene Pablo Iglesias en su cabeza es Irene Montero, también candidata en las listas por Madrid. Desde Cádiz insistió en que “el mensaje de esta campaña es que ya es hora, es hora del cambio en este país. Nos querían cansados, que no empezásemos la partida; pero les quedan 17 días de sufrir y a nosotros 17 días de sonreír”. “A la vida se viene a vivir no a sobrevivir, hace falta empleo de calidad”, destacaba en su perorata.
Y el secretario de Organización de Podemos y número uno por la provincia de Sevilla, Sergio Pascual, se ganaba la atención del público gaditano a base de gritos, y centrado su discurso en Andalucía: a los que dudan si votar naranja, les decía que “Ciudadanos no tiene militantes, solo empresas de marketing que les pegan los carteles; son felpudo del PSOE en Andalucía, son el consejero catorce de la Junta, no queremos partidos felpudos”. Y a los que dudan sin votar al PSOE, “les pediría una oportunidad”. “No creen en nuestro pueblo, hace falta un gobierno que crea en su gente”, anotaba. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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