Tras la pancarta ‘Paremos el genocidio. Contra la ocupación y el apartheid’, cientos de personas se han vuelto a manifestar en Cádiz en la mañana de este sábado en solidaridad con Palestina y para seguir denunciando “posiblemente el genocidio más grave del siglo XXI”, el que perpetra Israel mientras la comunidad internacional mira hacia otro lado.
Una movilización promovida en este caso por la coordinadora Andalucía con Palestina, que ha organizado marchas en las ocho capitales andaluzas, todas el domingo 12 de noviembre (coincidiendo con las concentraciones del PP y ultraderechistas frente a la ‘malvada’ amnistía de Pedro Sánchez), salvo la gaditana que se ha adelantado.
En Cádiz, esta manifestación que ha reunido a unas 4.000 personas según los convocantes, ha salido a mediodía desde la plaza Asdrúbal y ha recorrido parte de la avenida principal hasta bajar por la Cuesta de las Calesas y desembocar en la plaza de San Juan de Dios, donde a las puertas del Ayuntamiento se ha leído el correspondiente manifiesto, rematado con la siguiente sentencia: “conscientes de que sólo el pueblo salva al pueblo y de que el único camino con el que cuenta Palestina es resistir, para existir, seguiremos en las calles gritando cada vez más fuerte: viva Palestina libre”.
El pasado 7 de noviembre se cumplió un mes desde que el Estado sionista de Israel se sintió libre para continuar su genocidio hacia la población palestina bajo la excusa de estar defendiéndose del terrorismo, ante un ataque de Hamás que mató a 1.400 israelíes.
Desde entonces, la venganza del Gobierno ultraderechista, supremacista y ultraortodoxo de Benjamin Netanyahu, permitida por la llamada comunidad internacional y blanqueada por la mayoría de medios de comunicación del mundo, ya ha provocado en la Franja de Gaza (que lleva sometida a un bloqueo asfixiante e ilegal desde hace años) más de 11.000 muertos civiles, 4.000 de ellos niños. En paralelo, en Cisjordania y Jerusalén se está acelerando la limpieza étnica, con detenciones masivas, asesinatos y agresiones con el objetivo de expulsar a la población nativa.
“El mundo clama contra la masacre israelí en Palestina desde todos los continentes. La ciudadanía, lejos de aceptar la narrativa israelí impuesta en los medios masivos ha salido a las calles de todo el mundo para decir basta ya, no en mi nombre. También en Andalucía, donde salimos en todas las provincias, con una sola voz para decirle a Israel que se acabó. Para exigirle al Gobierno de España que actúe. Para pedirle a la Junta de Andalucía que esté donde está la gente corriente, que es hoy, en la calle, pidiendo un alto el fuego inmediato ante la barbarie israelí en Gaza”, se subraya en el manifiesto difundido por Andalucía con Palestina.
“EL SOMETIMIENTO DE UNA POBLACIÓN DESESPERADA, NINGUNEADA Y PERSEGUIDA ENGENDRA UNA ESPIRAL DE DOLOR QUE TENEMOS EL DEBER MORAL DE ROMPER”
“Los ataques de Hamás son la respuesta a décadas de privación de derechos civiles y democráticos, de detenciones injustificadas, de desalojos y de asesinatos sobre el conjunto de la población palestina. Son el síntoma de un conflicto que la comunidad internacional, a pesar de numerosas resoluciones de la ONU, es incapaz de solucionar con justicia y eficacia”, remarca el manifiesto recogido por DIARIO Bahía de Cádiz; en el que se incide que el pueblo palestino, “maltratado durante 75 años de ocupación, usurpada su libertad y sus derechos humanos de manera flagrante e ilegal, se enfrenta a un recrudecimiento de la violencia y la represión ejercida por el Gobierno de Netanyahu”.
En este punto se reflexiona que “el sometimiento de una población desesperada, ninguneada y perseguida engendra una espiral de dolor que tenemos el deber moral de romper. Para ello, tenemos que atender a las causas y no a los síntomas si queremos una solución fructífera, justa y respetuosa con los derechos humanos. La situación insostenible de la población palestina es una deuda histórica y un problema que debe ser resuelto con justicia y dignidad si queremos construir una paz y armonía definitivas”.
Mientras, EEUU y la UE participan junto a Israel en esta “injusticia histórica de crímenes contra los derechos humanos y de acoso hacia la indefensa población palestina”. “Sus intereses geoestratégicos y económicos, sólo benefician a minorías privilegiadas y explotadoras por encima siempre de la inmensa mayoría de vidas inocentes. Sin ir más lejos, el Estado español proporciona material militar al estado israelí y mantiene intensas relaciones comerciales. Cada vez somos más las voces que condenamos a los grandes poderes e intereses que fomentan conflictos en los que el precio en sangre y sufrimiento siempre lo paga el pueblo”.
Pero Israel y el resto de estados “no han estado solos en este apartheid al que ha sometido a Palestina”; quienes participan en la coordinadora Andalucía con Palestina también señalan a “empresas más cercanas de lo que pensamos” que “están participando y beneficiándose de la colonización y ocupación ilegal del territorio palestino”. Por todo ello, se insta a la ciudadanía a sumarse al movimiento de boicot, desinversiones y sanciones a Israel (la campaña de BDS): “no comprando aquellos productos provenientes de empresas colonizadoras de los territorios ocupados palestinos”.
Finalmente, el manifiesto se detiene en “los intentos de censura y ataques a la libertad de expresión que estamos sufriendo en Europa contra manifestantes, periodistas y activistas pro-palestinos a quienes además se les acusa falsamente de antisemitas. A pesar de ello, cada vez más voces se elevan sobre las conciencias para decir que ‘no se matan a niños y niñas, no se bombardean hogares ni campamentos de refugiados, no se priva a la gente de agua y alimento, no se atacan colegios u hospitales’. Cada vez más voces exigimos una solución para el conflicto palestino que restituya sus derechos históricos, sus libertades, su seguridad y su independencia”.
Por todas estas razones, se sentencia, “las calles de Cádiz, de Andalucía y de todo el Estado, se llenan con cada vez más voces que rompen la propaganda de los medios masivos, desoyendo su justificación propagandística de la muerte y el horror y elevando alta y clara la voz de la justicia, de los derechos humanos y de la libertad”.