“Con cero alarmismo, pero hay que estar preparados”. Con este ánimo Ayuntamiento de Cádiz y Junta de Andalucía han mantenido una nueva reunión para avanzar en los trabajos del Plan de Actuación Local ante el Riesgo de Maremotos que la capital gaditana lleva elaborando desde hace ya unos años.
Un documento que da continuación al Plan de Emergencia ante el riesgo de maremotos en Andalucía aprobado en junio de 2023, y que será el primero a nivel local de la comunidad autónoma, que se encuentra entre las españolas con mayor riesgo de tsunami, “aunque puede considerarse como moderado en una escala global”.
En este sentido, se incide en que la posibilidad de que un terremoto bajo el fondo del mar pueda producir un tsunami que afecte a las costas gaditanas (y de otros puntos de Andalucía) está avalada por el conocimiento científico y la propia historia; de hecho, hace menos de tres siglos el terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755 vino sucedido por un maremoto que azotó la costa onubense y la gaditana (desde entonces se habla del “milagro” de la imagen de la virgen de la Palma, parando las aguas en La Viña).
“SOLO ESTANDO PREPARADOS PARA LO PEOR PODEMOS ESTAR SEGUROS”
Tras el encuentro con el alcalde Bruno García, el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha subrayado ya ante los periodistas que el período de retorno de esta tipología de riesgo tiene remotas probabilidades de que se produzcan, “pero hay que estar preparados y Andalucía, ya lo está y, por todo ello, queremos que la ciudad de Cádiz sea pionera en la elaboración de los planes locales”.
El consejero jerezano ha incidido en que “gracias a este Plan de Maremotos conocemos el riesgo, las zonas más vulnerables y las medidas a adoptar en caso necesario, ojalá no pase nunca y que no lleguemos a conocer una emergencia de esta naturaleza, pero solo estando preparados para lo peor podemos estar seguros”.
Y a colación, ha anunciado que el simulacro nacional ‘Respuesta 25’ en el último trimestre del año se hará precisamente en la capital gaditana y se centrará en un posible maremoto, poniendo en acción los planes tanto local como regional. Durante el mismo se implicará a toda la ciudadanía.
Al mismo tiempo, técnicos municipales y de la Junta han ultimado una guía didáctica mientras trabajan de manera coordinada la consejería de la Presidencia, la de Desarrollo Educativo y el Ayuntamiento para llevar a los centros educativos el plan ante riesgo de maremotos (en los últimos años ya se ha desarrollado varios ejercicios/simulacros tanto con colegios del centro histórico como de extramuros, y se seguirán realizando).
“No hay duda de que tenemos las mejores playas de España y Cádiz es una de ellas para disfrutar de mil maneras en familia, con amigos, o como queramos, y gracias a este trabajo también las más seguras hoy por hoy de España”, ha considerado Antonio Sanz.
Por su lado, el alcalde ha manifestado que este plan local responde a “un ejercicio de responsabilidad que hacemos de forma coordinada con la Junta y que aspira a estar homologado” por la administración andaluza tras su presentación prevista para el próximo julio.
Además, Bruno García ha adelantado que se van a publicar “instrucciones básicas para que la ciudadanía sepa que hacer en los primeros momentos si llegara un maremoto”. Unas instrucciones que se difundirán a través de señalética en la ciudad, acompañada de un código QR que enlaza con la guía didáctica al efecto.
ANÁLISIS DEL RIESGO Y SIMULACIÓN DE LOS EFECTOS
La mayor dificultad para la realización del Plan de Maremotos (a nivel andaluz) ha estado en la elaboración de análisis del riesgo. Un trabajo llevado a cabo desde la Dirección General de Emergencias y Protección Civil con el soporte técnico del personal funcionario y técnicos del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) y la cooperación de Copernicus, a través de un proyecto dirigido conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la propia Unión Europea.
En este análisis se ha trabajado en la simulación de los efectos de los distintos maremotos en la costa andaluza, los que ha servido de base también para la realización de la planificación a nivel local (en Cádiz), donde se contemplan las vías de evacuación y los puntos de encuentro. Para ello, se ha partido de los escenarios de maremoto más desfavorables tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.
De este modo, se han elaborado mapas de peligrosidad por calado, por arrastre de personas, por tiempos de llegada y por flujo momento, además del mapa de vulnerabilidad edificatoria. Para el análisis de riesgos, se ha realizado de forma automática una cartografía edificio por edificio de toda la costa de Andalucía, siendo la primera aplicación a gran escala que se hace a nivel nacional e internacional del índice de vulnerabilidad relativa de los edificios. Además, los resultados de este trabajo y la metodología aplicada han sido comprobados y validados también de forma analógica para verificar que la información automatizada no presentaba desviaciones.
Como resultado, se destaca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Andalucía dispone ya de una valiosísima información sobre las magnitudes que generaría un tsunami de toda su costa como altura de la ola, tiempo de llegada, máxima altura topográfica alcanzada, calado máximo, velocidad de agua, flujo, registros de boyas virtuales, etc.
MENOS DE UNA HORA PARA PONERSE A SALVO
En lo relativo a la peligrosidad por un maremoto, existen dos zonas claramente diferenciadas: la zona mediterránea, donde pueden darse pero con menor intensidad, y la vertiente atlántica (donde se incluye la Bahía de Cádiz), que presenta un índice más alto de peligrosidad, con alturas de inundación de media de entre cinco y ocho metros, con máximos de 12 metros en algunos puntos de la costa en la franja entre Conil y el Cabo de Trafalgar.
De este modo, la zona costera andaluza más expuesta es la definida entre Ayamonte y Tarifa que comprende 22 municipios, diez de ellos de la provincia de Huelva (Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Punta Umbría, Huelva, Palos de la Frontera, Moguer, Lucena del Puerto y Almonte), a los que hay que sumar otras 12 poblaciones gaditanas (Sanlúcar, Chipiona, Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, Cádiz, Chiclana, Conil, Vejer, Barbate y Tarifa).
En estos puntos (donde entra la capital gaditana), los tiempos de llegada de la ola son de aproximadamente en torno a 45-60 minutos y, dada la orografía, las zonas quedarían inundadas durante más tiempo.
Y si llega esa alarma de tsunami, existen una serie de recomendaciones básicas: buscar la altura máxima cercana (mínimo una cuarta planta), y en el caso de Cádiz, no tratar de huir de la ciudad (rodeada de mar); no usar el coche ni el ascensor bajo ninguna circunstancia; ayudar a otras personas si necesitan acceder a tu piso para estar a salvo; en el caso de estar en casa, cerrar las llaves de agua, luz y gas y apartarse de ventanas y muebles; y tener siempre una radio analógica a mano por si hay apagón y seguir las instrucciones, y preparadas pilas o un botiquín mínimo. Y por supuesto, no quedarse en la playa ni cerca para tratar de observar las olas y subida del nivel de mar (previamente habrá una retirada rápida y evidente del agua).