Otro adiós, otro hasta luego: el buque escuela de la Armada española, Juan Sebastián de Elcano, ha zarpado este sábado a mediodía desde su ‘casa’, donde estos días ha celebrado varias jornadas de puertas abiertas en el muelle, para iniciar su 96 crucero de instrucción que le llevará por seis países durante los próximos casi siete meses, antes de su regreso a la Bahía gaditana el próximo 21 de julio.
Al mando del capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo, la dotación del bergantín-goleta está formada por 21 oficiales, 21 suboficiales, 135 marineros y dos maestros civiles; y en la cual se integrarán los 82 guardiamarinas pertenecientes a la 426 promoción del Cuerpo General y 156 de Infantería de Marina.
Este periplo tiene escalas previstas en Las Palmas, Fortaleza (Brasil), Santo Domingo (República Dominicana), Manzanillo (México), San Diego (EEUU), Balboa (Panamá), Nueva Orleans (EEUU), Boston (EEUU), Londres (Reino Unido) y Marín, donde desembarcarán los guardiamarinas de la Escuela Naval, antes de poner rumbo a su base, en La Carraca, en San Fernando.
Un año más el propósito de este crucero de instrucción es contribuir a la formación integral de los alumnos embarcados, mediante la instrucción y el adiestramiento en mar y en puerto para lo que realizan a bordo parte del plan de estudios del tercer curso de carrera, cursando asignaturas de Navegación, Astronomía, Meteorología, Operaciones Anfibias, Apoyos y Servicios de Combate y Maniobra.
Además, aprenderán a navegar de forma tradicional dando prioridad a la navegación a vela siempre que sea posible en los 143 días de mar previstos, atravesando el Atlántico, remontando los ríos Támesis y Misisipi, y cruzando dos veces el canal de Panamá.
Pero más allá de la enseñanza reglada, este viaje “tiene un valor formativo y educativo intangible e insustituible, para la formación de los futuros oficiales de la Armada”, se asevera.
Por su parte, la Universidad de Cádiz, Elcano y el Instituto Hidrográfico continuarán investigando el cambio climático aprovechando este nuevo crucero de instrucción, como vienen haciendo desde 2019. Con el objetivo de “apoyar los esfuerzos encaminados a revertir el ciclo de disminución de la salud de los océanos y la creación de mejores condiciones para su desarrollo sostenible”.
UN ADIÓS PRESIDIDO POR EL AJEMA
El Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Antonio Piñeiro, no se ha querido perder este acto de despedida del buque (que la asociación local Cádiz con Elcano busca potenciar año tras años) y ha presidido el acto acompañado por el alcalde Bruno García, el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río, y el Almirante de Acción Marítima, Victoriano Gilabert; el subdelegado del Gobierno de España, José Pacheco; la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Mercedes Colombo; y la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez, entre otras autoridades. Más allá de familiares y amigos arropando este entrañable momento en una mañana ventosa.
Como preámbulo del adiós, tras la misa en la iglesia Conventual de Santo Domingo y la tradicional procesión de la Galeona (patrona de la Marina hasta la declaración oficial de la virgen del Carmen en 1901), en el muelle Ciudad de Cádiz ya esperaban familiares de los miembros de la dotación, y público en general, que “deseaban contemplar la partida de un buque que ya forma parte de la historia y del paisaje gaditanos”, remarcan desde la Armada en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Y justo a mediodía, el Juan Sebastián de Elcano largaba amarras, a la par que una salve marinera, a cargo de la Unidad de Música de Infantería de Marina y de la coral de la Universidad de Cádiz, le despedía. Un poco más adelante, una escuadra de la asociación Castillete de Puntales realizaba una salva de mosquetón a los tripulantes del buque escuela.
CAMINO DEL CENTENARIO
Construido en los astilleros Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz, el Juan Sebastián de Elcano fue botado el día 5 de marzo de 1927 y entregado a la Armada el 17 de agosto de 1928. Lleva, pues, casi cien años en la mar con más de un 1,8 millones de millas náuticas navegadas por todos los mares del mundo y con recaladas en más de 70 países diferentes.
Como buque escuela, tiene un cometido principal, que es la formación en la mar de los futuros oficiales de la Armada, los guardiamarinas. Para ello, suele realizar todos los años un crucero de instrucción, casi siempre fuera del Estado español, del que aproximadamente sus tres cuartas partes transcurren en la mar y donde los guardiamarinas reciben clases y participan en todas las maniobras.
De los 95 cruceros de instrucción que ha hecho hasta ahora, once consistieron en una vuelta al mundo. En todos estos años, ha soportado todo tipo de mares y vientos “y siempre ha demostrado su excelente comportamiento incluso en las condiciones meteorológicas más desfavorables”.
Además, es también una embajada flotante. Su presencia en países y puertos extranjeros “contribuye de forma notable a apoyar la acción exterior de España” y, al mostrar su pabellón, además de difundir “una buena imagen”, permite que “muchos españoles que viven fuera puedan pisar este trocito de España que navega”, resaltan desde el Ministerio de Defensa.