El Ayuntamiento de Cádiz quiere saber qué cantidad de agua hay en el subsuelo de la ciudad. Para ello, como se avanzó meses atrás, la empresa municipal Aguas de Cádiz va a realizar durante estos días trabajos que determinarán no sólo la existencia o no de agua dulce en el subsuelo, sino también el volumen de la misma.
El objeto final de este estudio es saber con qué recursos hídricos se podría contar -aparte del agua que viene de los embalses de los Hurones y Guadalcacín a través del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana- para usarla para riego de jardines y baldeo de calles en lugar del agua potable que se usa hasta ahora “dada la falta de alternativas hasta el momento”.
Para estudiar el subsuelo de la ciudad, hasta los 200 metros de profundidad, se llevará a cabo lo que se denomina un Sondeo Electromagnético en el Dominio Tiempo (SEDT), es decir, un sondeo que consiste en crear en el subsuelo un campo magnético inducido por un bucle de corriente eléctrica exterior. El registro de estos parámetros eléctricos por otro lazo o bucle, y su posterior interpretación en gabinete, indicará la presencia o no de agua dulce y a qué profundidades se presenta.
Para ello, durante toda esta semana, se extenderán cables en las plazas, solares, playas o superficies amplias de la ciudad que formarán grandes rectángulos de hasta cien metros de lado para hacer las mediciones necesarias para este estudio.
En este punto, Aguas de Cádiz aclara que se trata de un ensayo no destructivo –no hay que abrir boquetes en el suelo- ni peligroso para la ciudadanía que puede caminar y pasear sin problema por los lugares en los que se estén realizando las pruebas.
Dado que cuanto más grandes sean los bucles emisores y receptor más profunda podrá alcanzar la medición en el ensayo, la empresa ha escogido 23 espacios amplios de la ciudad. Estos lugares son: la Plaza de San Antonio, el Estadio Ramón de Carranza, los complejos deportivos Manuel Irigoyen y Puerto Elcano, la parcela de la antigua factoría de Navalips, los antiguos terrenos de Construcciones Aeronáuticas, la Plaza de España, la Plaza Mina, Santa Bárbara, Parque Genovés, Plaza Candelaria, Plaza de la Catedral, las playas de Santa María del Mar, La Caleta, Cortadura y La Victoria, el patio del colegio San Felipe Neri, el solar del antiguo pabellón Fernando Portillo, los solares de las calles Salvador Viniegra con Macedonia y calles Tarifa con Ronda de Vigilancia, el Muelle Ciudad, la terminal ro-ro y la nueva terminal de contenedores.
Los puntos elegidos son representativos para este estudio y tienen por objeto poder hacer un mapa de todo el subsuelo de la capital y sus posibles acuíferos. En cada uno de estos puntos la prueba durará aproximadamente de dos a tres horas “y no producirá ningún tipo de molestias a los vecinos”, se insiste en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Una vez desarrollado este trabajo de campo y analizados los resultados, se podrá saber en qué puntos del subsuelo hay agua y si hay posibilidades técnicas de que ésta pueda ser explotable puesto que dependerá de otros factores como la permeabilidad de las tierras, quimismo y salobridad del acuífero, profundidad a la que se encuentre, otras intrusiones, confinamiento, tipos de tierras, etc.
Este estudio en profundidad perfeccionará una primera estimación ya hecha por Aguas de Cádiz cuando desarrolló, hace más de un año, un estudio sobre algunos pozos de agua dulce existentes en la ciudad y el lentejón de agua ubicado en los primeros 30 metros bajo la rasante. Ese estudio estimaba que el lentejón podía presentar un volumen de 1,5 hectómetros cúbicos.
La posibilidad de usar el agua del acuífero y del subsuelo para baldeo y riego es una más de las medidas que está desarrollando la empresa municipal para evitar el uso de agua potable para estos fines. Otra de las medidas adoptadas es el uso del agua de las dos piscinas municipales para lo que se están terminando las obras de construcción de dos depósitos adyacentes que recogerán el agua evacuada de las mismas y de donde podrán surtirse los camiones cisternas.
En Cádiz, según se informaba meses atrás, actualmente se utilizan al día 312 metros cúbicos de agua potable para baldeo y riego, y al año se necesitan 420.000 m³ (240.000 para riego y 180.000 para baldeo).