En el marco de la campaña navideña del Ayuntamiento de Cádiz, e incorporada a última hora, el pasado 30 de diciembre se estrenaba sobre la fachada del Consistorio un espectáculo de luz y sonido, que se repetirá cada tarde-noche en varios pases hasta el 4 de enero. Se trata de “un vídeo mapping con una emotiva historia que sumerge a los asistentes en la magia de la Navidad”.
Una actividad que ha puesto en cuestión desde la oposición Adelante Izquierda Gaditana; se pregunta si los 84.700 euros que ha gastado el Ayuntamiento en este contrato “obedecen a una necesidad real de la ciudad”.
En concreto, según consultan desde este mismo partido, el contrato se ha formalizado el pasado 28 de diciembre, “fecha en la que ya comenzaron las pruebas sobre la fachada del Ayuntamiento”, con la empresa de Castellón Xarxa Teatre para un mapping de 12 minutos de duración proyectado en distintas ocasiones. Se justifica que se ha realizado este contrato privado porque “sólo puede ser ejecutado por un operador económico particular debido a la creación o adquisición de una obra de arte o actuación artística única”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la coalición izquierdista insiste en si no sería más beneficioso para los gaditanos invertir esa cantidad en otros asuntos, “como por ejemplo contratar profesionales para aligerar las valoraciones de situaciones de dependencia, un trámite del que dependen numerosas familias de la ciudad”.
“Si prosigue esta dinámica de gasto en cosas superfluas del Ayuntamiento, como estamos viendo en esta Navidad, está más cerca que Cádiz vuelva a la senda de la generación de deuda, del derroche y de dejar las arcas tiritando, porque de momento este Gobierno (del PP) se está gastando mucho dinero en fiestas, luces y espectáculos y poco en mejorar la realidad cotidiana de la ciudad”, entienden desde AIG. Al respecto, los dos gobiernos izquierdistas anteriores liderados por José María González ‘Kichi’ si de algo pueden presumir, precisamente, es de contención en el gasto y de bajar la deuda municipal que heredaron de la gestión de Teófila Martínez de forma notable.