El Espacio de Cultura Contemporánea (ECCO), en Cádiz, tenía programado la semana pasada, entre el 26 y el 29 de septiembre, una muestra de cine israelí, ofertando cuatro largometrajes de ficción “que han tenido un largo recorrido por diferentes festivales europeos”, en colaboración con la Embajada de Israel en España. Entre las películas, los títulos ‘Buenos días, señor Fidelman’, del director Yossi Madmoni; ‘El diluvio’, de Gay Nativ; ‘El casamentero’, del director Avi Nesher; y ‘2 Night’, de Roi Werner.
Sin embargo, el ciclo se suspendió una vez iniciado por parte de la concejalía de Cultura, al comprobarse que “entra en contradicción” con el acuerdo de adhesión a la campaña Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI), adoptado por la Junta de Gobierno Local de Ayuntamiento de Cádiz en agosto de 2016.
Ante ello, la Embajada de Israel en España ha considerado esta actuación del bipartito liderado por José María González ‘Kichi’ como un acto de “censura cultural” basado en “criterios políticos, algo que nos recuerda épocas oscuras de la historia contemporánea”. Es “inaceptable que instituciones públicas de un país amigo adopten medidas al dictado de organizaciones antiisraelíes y antisemitas. Las organizaciones y campañas dedicadas a boicotear a Israel en nada contribuyen a avanzar en el camino hacia la paz entre Israel y los palestinos, y tienen como objetivo demonizar no sólo al estado o al Gobierno de Israel, sino también a todos sus ciudadanos y sus manifestaciones culturales o artísticas”, entienden, añadiendo que “esta política sectaria y aislacionista va en contra del objetivo de atraer inversiones en la ciudad, siendo los ciudadanos de Cádiz los principales perjudicados”.
Ciudadanos en el Ayuntamiento rechaza igualmente esta suspensión y ha mostrado todo su apoyo a la Embajada de Israel en España, y le animan “a seguir trabajando para estrechar las relaciones culturales, artísticas, turísticas, científicas, tecnológicas y económicas con Cádiz y sus ciudadanos, y con toda España”.
Mientras, en el lado opuesto de la ‘balanza’, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha recibido con “gran satisfacción” la decisión del bipartito de cancelar la celebración de la muestra de cine israelí. Y se incide en que el Ayuntamiento de Cádiz aprobó en Junta de Gobierno la adhesión a la campaña Espacio Libre de Apartheid Israelí, “comprometiéndose con la campaña internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones al Estado de Israel (BDS) por el incumplimiento de derechos humanos y legislación internacional contra el pueblo palestino”. “Frente el error cometido, prevalece su subsanación, y confiamos en que se establezcan los mecanismos necesarios para evitar que situaciones como esta vuelvan a repetirse”, se anota.
Esta iniciativa, aclaran desde este colectivo en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, “no boicotea a individuos o creaciones por el mero hecho de ser israelíes. El foco de esta campaña son las instituciones gubernamentales israelíes. En esta ocasión, es la colaboración de la Embajada israelí en la realización de la actividad propuesta en el ECCO, la que la hace incompatible con los compromisos de solidaridad establecidos”.
Esta consideración “parte fundamentalmente del posicionamiento de las organizaciones e instituciones que promueven la defensa de los derechos humanos, y por tanto contrarias a la promoción del lavado de imagen de un Estado como el de Israel, que viola sistemáticamente los derechos humanos del pueblo palestino. Consideramos además que es una instrumentalización de la expresión cultural con la que estamos en desacuerdo”, se apostilla.
Y es que, afirman desde la Apdha, el Gobierno de Israel “encarcela y tortura a artistas y destruye el patrimonio cultural palestino, no dudando en allanar, demoler o cerrar centros culturales, teatros, salas de exposiciones o conciertos. Israel boicotea desde hace más de 67 años a los artistas a través de la censura directa, el saqueo y destrucción de sus obras o las restricciones a sus movimientos en su propia tierra o hacia fuera, cuando se les niega el visado para participar en acontecimientos internacionales”.
El movimiento BDS pretende concienciar a la sociedad e instituciones de que el final de la violencia del Gobierno israelí contra el pueblo palestino “pasa por presionarles y provocar un cambio interno y externo que aísle la política sionista israelí, tal y como se consiguió en Sudáfrica, de manera que se termine con el statu quo que hace inamovible la situación actual”.