Diferentes colectivos y entidades de la ciudad de Cádiz han remitido un escrito a la concejalía de Urbanismo en la que trasladan su malestar por “la proliferación y crecimiento desproporcionado” de terrazas en el centro histórico, y “la progresiva privatización de muchos espacios públicos de la ciudad”.
Ello, según apuntan en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, genera también quejas entre los vecinos “por la contaminación acústica” que estas terrazas producen “debido a la ocupación masiva de la vía pública hasta altas horas de la madrugada”, ya que “ocupan zonas cada vez más amplias de nuestras calles y plazas”.
Estos colectivos y asociaciones entienden que “el derecho al descanso, a la salud y a un medio ambiente saludable” deben primar “sobre el beneficio económico”, y al tiempo consideran “ineludible” solucionar cuanto antes este problema de contaminación acústica “y aplicar la normativa sobre ruido existente”.
En cuanto a las terrazas en sí, se solicita al Ayuntamiento que aplique la nueva ordenanza municipal aprobada de forma definitiva el pasado mes de marzo, y que regule la superficie a ocupar por los establecimientos hosteleros.
APARTAMENTOS TURÍSTICOS
Otro aspecto que preocupa a estos colectivos locales es el de la turistización de la capital gaditana, y el fenómeno de los pisos turísticos “que proliferan en muchas áreas del casco histórico, provocando una mayor escasez de vivienda disponible para la población residente y una fuerte subida de los alquileres”.
Además, añaden, “esta situación se agrava con la presencia de numerosos pisos turísticos que operan de manera ilegal”. A este respecto, consideran fundamental una labor de regulación y planificación entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía.
Agaden-Ecologistas en Acción, Facua, la Asociación Gaditana de Personas con Discapacidad Física (Agadi), la asociación de peatones La Zancada, la Asamblea Ciclista Bahía de Cádiz, la Asociación de Vecinos Los Tres Arcos y la federación vecinal 5 de Abril (firmantes del escrito remitido a Urbanismo) entienden que es “muy importante” empezar a atajar ambos problemas “para evitar la progresiva desaparición de la población residente” y a la vez “evitar que surjan movimientos de oposición activa y visceral al turismo, que generan una imagen cada vez más conflictiva del espacio turístico y pueden derivar en actuaciones de hostilidad y otras actitudes, que nadie desea”.