Hasta 322 cruceros espera recibir el Puerto de la Bahía de Cádiz a lo largo del año 2020, lo que supone consolidar el volumen de tráfico de los dos últimos años.
Con este nivel de actividad, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) considera que “aún queda margen para crecer sin saturar” a la capital gaditana, “de forma sostenible y asimilable por el entorno”. Eso sí, el colectivo Calle Viva realizaba el pasado septiembre una protesta simbólica durante una jornada con varios buques repartiendo mascarillas a cruceristas y residentes alertando de la contaminación que genera este tráfico.
La evolución parece imparable, aunque ya estabilizada, pues desde 2010 se mantiene más o menos constante. Así, hace más de veinte años, en 1998, se registraron en la capital gaditana 125 cruceros y 66.305 pasajeros; diez años después, en 2008, las cifras subían a 251 atraques y 224.905 cruceristas.
En 2018 se superaron por primera vez las 300 escalas (con 322, y más de 424.000 pasajeros), y en 2019 se espera cerrar el ejercicio con 323, una más. Ha consolidado su posicionamiento como puerto de escala a nivel nacional, situándose como destino preferente en la península, donde ocupa el tercer lugar, superado sólo por Barcelona y Málaga en número de cruceristas.
Si se cumplen las previsiones para el nuevo ejercicio, prácticamente la mitad de los días del año 2020 no habría ningún crucero en el puerto gaditano: 115 días habría un solo barco, 57 días se esperan dos cruceros, 20 jornadas coincidirán tres buques y seis días compartirán escalas cuatro trasatlánticos. Con este ajetreo de cruceros, se calcula que lleguen a Cádiz alrededor de 400.000 turistas ‘de horas’ al año.
“IMPORTANTE IMPACTO ECONÓMICO”
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la APBC incide en el “importante impacto económico” que los cruceros dejan en el entorno. Según el último estudio realizado por la Junta de Andalucía sobre el turismo de cruceros en la comunidad autónoma, el gasto medio por crucerista y día en puerto de escala se establece en 40,6 euros, por lo que el impacto anual en Cádiz y su zona de influencia ascendería a 18 millones de euros.
En el caso del puerto base, el gasto asciende a los 200 euros, de ahí el interés tanto de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz como del sector en avanzar en este objetivo.
Otra aportación importante del sector crucerístico desde el punto de vista económico y social es la actividad de reparación de cruceros desarrollada por Navantia, que repercute no sólo en generación de empleos directos e indirectos en la factoría de la capital e industria auxiliar, sino también, en la restauración y comercios, que atienden a los tripulantes y trabajadores que viven en la ciudad mientras se producen los trabajos de reparación.
EL PUERTO QUIERE SER “INFRAESTRUCTURA ESTRATÉGICA” PARA LA UE
Por otro lado, la APBC acaba de confirmar que ha iniciado los trámites para que el Puerto de Cádiz sea incluido como parte de la Red Básica en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) definida por la Unión Europea.
La Red TEN-T comprende las infraestructuras de transporte lineales y nodales de los modos viarios de carreteras, ferroviario, aéreo, marítimo y de navegación interior, así como las de carácter multimodal y se estructura en dos niveles: la Red Global (Comprehensive Network), formada por todos los elementos considerados de interés común, donde ya se encuentra el Puerto gaditano; y la Red Básica (Core Network), compuesta por aquellos elementos de la red global que tienen la misma importancia estratégica para lograr los objetivos de la política de transporte de la UE y son objeto preferente de actuaciones con ayuda comunitaria, a la que aspira acceder ahora Cádiz.
En octubre de 2020 hay una revisión prevista de dicha red y el Puerto de la Bahía de Cádiz está trabajando para ser incluido en ella, ya que, de facto, lo está, ya que tiene conexión ferroviaria tanto con el Corredor Central como con el Corredor Mediterráneo a través de Sevilla.