La concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cádiz ha reforzado y mejorado los recursos que emplean los equipos de familia de la delegación en el ámbito de la prevención y detección de maltratos o abusos a menores.
“Hemos conseguido coordinar tres fuerzas diferentes para dotar a estos equipos de familia de una técnica terapéutica llamada la caja de arena, que ayuda a detectar casos de maltrato a menores”, concreta la edil responsable, Ana Fernández.
Este proyecto ha contado con la colaboración de la Fundación Cajasol, que -con ayuda de la psicóloga de la Unidad de Salud Mental Infantil Carmen de Manuel- ha formado a los 15 trabajadores que componen los equipos de familia de esta delegación municipal y los equipos de tratamiento familiar así como al coordinador del área. Además, la fundación de este banco ha financiado la construcción de los armarios y utensilios necesarios para desarrollar esta técnica.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Fernández destaca que “para cerrar el círculo del empleo de un técnica que va a contribuir a mejorar la atención y, sobre todo, los recursos para que el menor pueda expresar sus problemas, decidimos que fueran los alumnos de Afanas quienes realizaran los armarios y los materiales”.
El resultado ya se encuentra en las dependencias de la delegación. Los cinco armarios se han distribuido entre los centros de la calle Zaragoza (dos), Hermanas Mirabal (dos) y La Laguna (uno).
JUGANDO PUEDEN MOSTRAR SI HAY INDICIOS DE MALTRATO
Esta concejala de Por Cádiz sí se puede se ha referido a los datos publicados por la ONG Save The Children en su informe ‘Ojos que no quieren ver’, en el que se analiza los abusos sexuales a menores a través de más de 200 sentencias judiciales. “Si hablar de abusos sexuales en general suele ser un tema que se relega a ámbitos reservados, en el caso de menores cuesta denunciarlos aún más”, señala. En concreto, el informe alerta de que “el abuso sexual se extiende de media cuatro años, lo que demuestra que aún no existen las herramientas necesarias para prevenir y detectar los abusos ni para que el niño o la niña pueda denunciarlos”.
Es por esto por lo que “es muy importante tener tanto a un equipo formado, como es el caso de los trabajadores de nuestra delegación, como las herramientas necesarias para poder acercarnos a los menores”.
En concreto, explica Ana Fernández, “esta técnica utiliza una caja de arena con diversos muñecos, en el que los menores pueden traer el contenido psíquico a la consciencia a través de un juego con esencia no verbal y simbólica y llegar a mostrar si hay indicios de maltrato”.
La concejala ha agradecido el esfuerzo realizado tanto por los trabajadores como por la Fundación Cajasol y Afanas que ha permitido desarrollar un proyecto y, sobre todo, mejorar la atención que se presta a los menores que son atendidos a través de los equipos de familia del Ayuntamiento.