El colectivo Calle Viva, nacido contra la turistificación en Cádiz (alertando de las consecuencias de un modelo turístico irracional y depredador), reunía días atrás a varias entidades y organizaciones además de vecinos de la ciudad, en un debate abierto donde se trataron los “problemas que generan” las viviendas turísticas en la capital gaditana y qué medidas se pueden tomar para limitarlas.
Ha sido el primer encuentro organizado por Calle Viva que pretende crear “una alianza vecinal que ejerza presión a los partidos políticos locales para que limiten la oferta de viviendas con fin turístico (VFT) mediante una ordenanza municipal y mientras esto ocurre, se aplique una moratoria en la concesión de licencias”.
En el debate, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, se plantearon diversas cuestiones relacionadas con cómo están cambiando los barrios por el actual modelo turístico que “choca con los derechos de la población”.
“Ya sabemos las características de Cádiz, que existe falta de suelo, el alto número de viviendas vacías y las 1.315 viviendas turísticas existentes, y esto provoca que la población residente se marche a municipios cercanos u otras ciudades por la imposibilidad de poder vivir en su ciudad, que poco a poco se está convirtiendo en un parque temático”, evidencia este colectivo.
Ante esta situación, todos los presentes en este encuentro abogan por defender a los vecinos frente al impacto del turismo sin control y la expulsión de la población de sus hogares. “Es una realidad que nos estamos quedando sin vecinos y vecinas en los barrios, que los precios del alquiler están subiendo de manera considerable y que no se puede acceder a una vivienda de alquiler anual porque la mayoría está destinada al alquiler de temporada o turístico”, se insiste.
En el debate abierto, se presentó a los asistentes una serie de propuestas, las cuales se presentaran al Ayuntamiento para que las tenga en cuenta de cara a una posible regulación de este “boom de las estancias cortas”.
¿TASA TURÍSTICA?
Entre estas propuestas, Calle Viva apuesta por una tasa turística que “vaya en beneficio de la ciudad” como ocurre en Catalunya o Baleares (sólo en Barcelona esta tasa ha supuesto recaudar 4,2 millones de euros; tasa que va de los 0,5 a los 5 euros por noche), o que se aplique como ocurre en Málaga una tasa de basuras industrial que repercuta en las viviendas con fin turístico. Con esta medida, se apunta, “no se pierden turistas y beneficia a la ciudadanía que soporta la actividad turística en diversos proyectos”.
“La tasa turística no es una medida anti-turística ni nuestro colectivo lo es pero frente a un turismo depredador, apostamos por un modelo turístico de convivencia, inclusivo, que no destruya la ciudad, que defienda a la población, que cree empleo de calidad y que defienda a los trabajadores”, apostillan desde Calle Viva.
Esta reunión abierta finalizó con la propuesta de repetir los encuentros entre colectivos y organizaciones, además de elaborar un manifiesto conjunto de medidas inmediatas.
EL AYUNTAMIENTO ESTUDIA CÓMO REGULAR LA SITUACIÓN
El Ayuntamiento aseguraba a finales del pasado septiembre que quiere regular la concesión de licencias para viviendas de alquiler con fines turístico en la ciudad, y que se hará con medidas “todavía por determinar”, pero teniendo como base el estudio elaborado al respecto que cifra en un 2,5% la presión actual de esta oferta sobre el total de pisos, y recomienda establecer un tope del 4%. Eso sí, la mayoría de estas casas se concentra en el casco histórico (zonas de San Antonio, El Mentidero y San Francisco-Mina son las que más viviendas de este tipo tienen en relación al total de pisos).
El Gobierno local de Adelante Cádiz entiende que todavía se vive “una situación controlada” y que está a tiempo para “salvaguardar, ante todo, el carácter residencial de la gran mayoría de viviendas”.