Con el lema ‘Por una vida digna. La calle no es un hogar’, la Apdha ha convocado una concentración en Cádiz por el Día de las Personas Sin Hogar. Exige a las administraciones “el presupuesto suficiente para dotar de una vivienda digna a todos los ciudadanos” y pide un intervención social integral contra la exclusión.
Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Sin Hogar, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha promovido en la capital gaditana una concentración en la tarde del jueves en la plaza San Juan de Dios. Horas antes, por la mañana, registraba en el Ayuntamiento su manifiesto al respecto, bajo el lema ‘Por una vida digna. La calle no es un hogar’.
Esta entidad ha denunciado estos días la “grave debilidad” en la que se encuentra el sistema de la atención a las personas sin hogar en Andalucía y la privatización de los servicios destinados a paliar la situación de estas personas. Cuestiona que las políticas hacia este colectivo son “parciales y dispares, basadas en el asistencialismo, desde un sistema débil y privatizado, lo que refuerza y prolonga la dependencia y la exclusión en las que se encuentran”. Y propone que la intervención social contra la exclusión “debe centrarse en estas personas de manera integral, adaptándose a su situación vital en cada momento”.
“Volvemos a recordar la responsabilidad de las administraciones públicas y exigir una atención plena a este colectivo tan castigado. Una vez más clamamos por la necesidad de dar techo a las personas sin hogar. Es un derecho inaplazable”, subraya el manifiesto recogido por DIARIO Bahía de Cádiz.
Desde la Apdha se exige a las administraciones públicas “el presupuesto suficiente para dotar de una vivienda digna a todos los ciudadanos, empezando por partidas concretas en el presupuesto del Ayuntamiento y siguiendo por la Junta de Andalucía y el Estado”.
“EXISTEN LAS HERRAMIENTAS PARA CREAR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA”
“Periódicamente -se expone en el manifiesto leído también en la concentración- surgen noticias en los medios que denuncian la instalación de estas personas en distintos lugares de la ciudad, como si su permanencia en la calle fuera una elección y ellos extraterrestres que ocupan caprichosamente nuestras aceras (que también son suyas) y debamos perseguirlas; cuando en realidad son ciudadanos como los demás y con los mismos derechos, pero sin ninguna posibilidad de acceder a un hogar por falta de recursos.
A colación se añade que “dadas sus dimensiones nuestra sociedad podría dar solución definitiva en vez de desplazar a estas personas de un lugar a otro intentando hacerlas invisibles y olvidarlas totalmente. En los últimos tres años se les ha desalojado, en Cádiz, en seis ocasiones sin darles ninguna alternativa habitacional”.
“¿dónde están las administraciones públicas? Ninguna cumple con la Constitución y no pasa nada, pues parece que hay artículos que pueden incumplirse sin mayores consecuencias”
Y se repasa que en la ciudad, según el último censo municipal, hay 105 sintechos, “número más o menos estable desde hace años”; de ellos, según la campaña de frío prevista para este año, “al parecer unas 67 podrán acogerse a algún tipo de acomodo habitacional, proporcionado por el ayuntamiento o entidades sociales, que les cobija durante la noche. El resto de personas permanecerán en la calle las 24 horas del día todo el año, a las que se sumará una parte de las acogidas al terminar la campaña de frío”. Por otro lado, “no existe campaña de calor que las guarezca aun cuando las temperaturas son cada vez más inclementes y la afectación de la salud es clara”.
En el caso del global del Estado español, se calcula que hay unas 40.000 personas sin hogar: “para un país de más de 47 millones de habitantes y que pertenece al grupo de países más desarrollados parece una cifra asumible para proporcionarles un techo”.
De hecho, se apostilla, el artículo 47 de la Constitución dice que “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”. Entonces, “¿dónde están las administraciones públicas del Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos? Ninguna cumple con la Constitución y no pasa nada, pues parece que hay artículos de la misma que pueden incumplirse sin mayores consecuencias lo que desacredita enormemente el valor supremo de nuestra Carta Magna”.
“sólo una sociedad en la que cada ciudadano tiene las necesidades básicas cubiertas puede ser libre al no verse sometida a la tiranía del mercado”
Además, para la Apdha “hay que poner límites a la riqueza que, en muchos casos, alcanza cotas vergonzantes y se obtienen sin aportar nada al bien común y hay que valorar más los trabajos que realmente son necesarios para el bienestar social y que de manera incongruente suelen estar poco considerados y peor pagados”. Y se evidencia que “también la pobreza se hereda, en este caso, lastrando muchas vidas y sin que se pongan medios para erradicarla cuando, hoy en día, hay capacidad de hacerlo. La implantación de una renta básica universal e incondicional es una forma rápida de terminar con la pobreza y de llegar a todos los ciudadanos, sin suponer más que un traspaso de riqueza de los más ricos a los menos favorecidos”, se opina.
“Es de justicia -remarca el comunicado- hacer políticas de redistribución de la riqueza y esto no tiene que ver con colores políticos. Sólo una sociedad en la que cada ciudadano tiene las necesidades básicas cubiertas puede ser libre al no verse sometida a la tiranía del mercado que, como a una mercancía más, trata a los individuos sometiéndolos a su arbitrio explotando su necesidad vital”.
Sentencia este manifiesto que las herramientas existe “para hacer una sociedad más justa y acabar con lacras tan lacerantes como la de consentir que parte de nuestros ciudadanos tengan que vivir en la calle, con lo que supone de inseguridad, falta de intimidad, humillaciones, o disminución importante de la esperanza de vida”.