La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) en Cádiz, una vez que se ha constituido el nuevo Ayuntamiento en la capital y el Gobierno izquierdista ha sido reemplazado por otro de derechas, ha visto oportuno poner sobre la mesa, “una vez más”, las acciones “imprescindibles” a realizar en “el camino a la inclusión de las personas sin hogar en la sociedad”. “Venimos de un mandato en el que se han puesto en marcha medidas importantes a favor de estas personas, aunque aún quedan numerosos retos para el respeto de los derechos del colectivo y su proceso de inclusión”, se reconoce.
En este punto, la Apdha espera “que se continúe avanzando” y que el nuevo Ejecutivo liderado por Bruno García “ponga en marcha los mecanismos para abordar y solucionar las cuestiones que han quedado pendientes, porque creemos que es necesario establecer políticas que posibiliten a todas las personas un hogar digno y haga que las calles dejen de ser un cobijo obligado y miserable de personas sin recursos”.
Esta tarea, se incide en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “forma parte de las obligaciones de las distintas administraciones, entre las que el Ayuntamiento tiene una misión fundamental por sí mismo, pero también exigiendo a la Junta de Andalucía y al Gobierno central su implicación y aportación de recursos para, en un trabajo conjunto, eliminar esta situación de injusticia y oprobio que una sociedad del siglo XXI no debe tolerar”.
HASTA ONCE MEDIDAS “FUNDAMENTALES E INAPLAZABLES”
Esta asociación aprovecha para recopilar once puntos “fundamentales e inaplazables” a acometer por el Consistorio gaditano en los próximos cuatro años “para seguir avanzando en la erradicación del sinhogarismo”.
La primera medida sería el aumento de viviendas sociales para sintechos: “defendemos el modelo ‘primero vivienda’ como forma de salir de la situación de calle, de esta manera se puede rehabilitar íntegramente a la persona, con la ayuda de profesionales de la psicología, el trabajo social y la educación social y reinsertarla en la sociedad”.
Y como medidas transitorias, “en tanto se consigue el objetivo de un hogar para cada persona”, se insta a aumentar el número de plazas de albergue, de forma que se corresponda con el total de personas que duermen en la calle; “lo que conllevaría a adaptar algún edificio municipal o similar para este uso, con mejores condiciones, mayores prestaciones y mejores servicios y un mayor número de horas de estancia que las que actualmente hay en el Centro de Acogida Municipal”. Y además “hay que incrementar el número de viviendas compartidas con acompañamiento social individualizado”.
Por otro lado, la Apdha también considera necesario ampliar los recursos para la protección de las personas sin hogar durante las épocas de frío; y crear espacios para protección del colectivo en las épocas de olas de calor.
Igualmente, se recomienda evitar “la concentración de los recursos” destinados a los sintechos, ampliándolos a diferentes barrios, con el objetivo de favorecer una mejor convivencia con los vecinos y establecer mecanismos de mediación cuando puedan surgir problemas.
Entre otras medidas, también se demanda un aumento del número de equipos de calle, de trabajadoras sociales que trabajen con las personas sin hogar, y de educadoras sociales tanto en el albergue, como en el centro de día. Y a la vez, la remunicipalización de los servicios de atención a personas sin hogar: “se ha comprobado que la privatización no redunda en un mejor servicio, además es más cara y menos eficaz”.
Además, se pide la creación de un equipo de salud mental que trabaje coordinadamente con el equipo de calle y las trabajadoras sociales; y de un recurso de alojamiento específico para pacientes post-hospitalizados hasta que alcancen su total recuperación.
Finalmente, se pone el acento en la necesidad de articular protocolos de prevención “para detectar el riesgo de sinhogarismo y evitar que se produzca”; llevar a cabo campañas de sensibilización, tanto en los centros escolares como a la ciudadanía en general, “para erradicar la aporofobia o rechazo a las personas pobres”; y potenciar la Mesa de Personas sin Hogar, “un instrumento de participación útil para abordar la problemática de estos vecinos sin techo”.