Una vez analizada la situación económica de la cocina solidaria y las infraestructuras del local que mantiene de forma altruista la asociación Amigas al Sur en el Cerro del Moro, de Cádiz, y tras una reunión con sus trabajadores, usuarios, voluntarios y organizaciones colaboradoras, la entidad lamenta que se ve obligada a cerrar las puertas “dentro de una semana” (a finales de septiembre) por tercera vez en lo que va de año, salvo que el Ayuntamiento interceda.
“La situación es crítica, y los recursos disponibles para atender a nuestros usuarios son insuficientes. Nos vemos, una vez más, sin otra opción”, señala Amigas al Sur en un comunicado recogido por DIARIO Bahía de Cádiz.
La asociación recuerda que desde el primer cierre temporal el pasado febrero de su comedor solidario (que atiende diariamente a vecinos en situación vulnerable) viene advirtiendo de la “gravedad” de su situación. “La subvención anual del Ayuntamiento de 50.000 euros para alimentar a un promedio de 150 personas, mantener a cuatro trabajadoras a tiempo parcial de manera digna y cubrir suministros y otros gastos básicos no es suficiente”, se insiste.
“Ojalá que, antes del nuevo cierre anunciado, las promesas que recibimos en la última reunión con la Alcaldía de Cádiz se traduzcan en un compromiso serio. Sin embargo, a estas alturas, preferimos no hacernos ilusiones”, se apostilla.
“LA SOLUCIÓN DEBE VENIR DE DONDE CORRESPONDE”
Añade Amigas al Sur, que ya se movilizó meses atrás para que el Gobierno local del PP hiciera efectiva lo antes posible la subvención municipal acordada durante el pasado mandato, que más allá de ese dinero (considerado ya insuficiente en su momento reclamando que se duplicara pues “en seis o siete meses estaremos nuevamente en crisis”), las ayudas recibidas de entidades, empresas y personas a título individual, “aunque valiosas y agradecidas, no alcanzan para cubrir las necesidades”.
Y además, “tampoco queremos seguir pidiendo esfuerzos adicionales a quienes ya nos han apoyado, porque sabemos que la solución debe venir de donde corresponde: de un compromiso sólido de las instituciones que garantice la continuidad de este servicio esencial para las personas más vulnerables de nuestra ciudad y sus barrios”.
A mediados de julio, representantes de la asociación pudieron volver a trasladar su compleja situación y reivindicaciones en una reunión con el alcalde Bruno García y su concejal de Asuntos Sociales, Pablo Otero. Pero de aquella reunión no salieron soluciones materiales y concretas.