JORNADA 42. Y se acaba (o casi) esta rara y adulterada temporada regular 2019/2020 en Segunda, en eso que el patrocinio llama LaLiga Smartbank. Este lunes, con horario unificado, se cierra (y con lío) una campaña histórica por partida doble: por todo lo que ha supuesto para la esencia del fútbol la pandemia del coronavirus, y, claro, por el ascenso del Cádiz a Primera, certificado desde la antepenúltima jornada. Un ascenso quince años después a la élite del negocio futbolístico en España, celebrado a medias, que luego nos riñen.
Los de Álvaro Cervera, que además en esta jornada 42 también entraba en la intra-historia del Cádiz CF al convertirse en el entrenador que más veces se ha sentado en su banquillo, superando a José González (“un orgullo que llevaré siempre”), llegaban a este fin de curso con los deberes más que cumplidos y con nota alta, pero, en la teoría, con la ilusión y ambición de terminar donde han estado la mayor parte de la campaña, como líderes de la categoría: “vamos a buscar irnos bien, contentos, ganando el partido y como campeones”, subrayaba el técnico en la previa. Eso sí, visitaba el Carranza (de nuevo desangelado, sin afición) un Albacete jugándose la vida, la permanencia.
En los prolegómenos, esta vez sí, con los aledaños del estadio tomados por la Policía para evitar aglomeraciones alrededor del autobús del equipo e insistentes llamadas a la responsabilidad de los cadistas de quedarse en casa por parte del club, el Ayuntamiento y la Subdelegación, saltaba un inquietante rumor: la posible suspensión de la jornada por positivos de coronavirus entre la plantilla del Fuenla. Finalmente, se decidía que sólo el choque entre los madrileños y el Dépor quedara aplazado (aunque ambos están implicados en la lucha por arriba y por abajo de la tabla), corrompiendo así la competición, y levantando todo tipo de sospechas y de quejas.
BUENA PRIMERA PARTE, SEGUNDA PARA OLVIDAR
Pese a todo lo extradeportivo, y el levante, rodó el balón en Carranza; y el último once de este Cádiz en Segunda, con una gran novedad en la portería: el tercer meta, Juan Flere; Fali y Sergio González en el eje defensivo junto a Akapo y otro rescatado del Cádiz B, Marc Baró, de lo mejor el viernes; Bodiger y Edu Ramos en el doble pivote; y arriba, Álex Fernández, Salvi, Pombo y Choco Lozano.
Marcó pronto el Cádiz, en el minuto 4, en un saque de esquina, aunque el tanto era anulado por evidente fuera de juego del hondureño. Se sucedieron varios saques de esquina a favor de los gaditanos en un arranque de partido en el que se veían más metido en faena. Y en el 16, Bodiger probaba de lejos tras una interesante jugada local. Los manchegos, pese a necesitar ganar sí o sí, se mantenían a la expectativa.
El primer cambio en las filas cadistas se producía de forma prematura, se retiraba ¿con molestias? Marc Baró y le sustituía otro joven del filial, Moi. El Albacete ya parecía dar un paso adelante, al menos en agresividad, aunque el Cádiz jugaba su baza de la tranquilidad, y de nuevo el galo, en el 28, disparaba con intenciones desde fuera del área; en el 33 le imitaba Edu Ramos, obligando a Tomeu Nadal a mandarla a córner; y en el 38 era Choco el que disponía de su oportunidad. Y poco más, salvo algún muy tímido acercamiento rival, hasta el descanso. En ese momento, tampoco se movía el marcador en el partido del Huesca, por lo que el Cádiz conservaba la primera posición, y el Alba tenía pie y medio en Segunda B.
Augusto Fernández por Edu Ramos, y a por la segunda mitad, en la que los de Lucas Alcaraz, con viento a favor, comenzaban con más pelota, y poco a poco con más urgencias. Caballo tenía una buena oportunidad en el 55, que repelía Flere; y poco después un atacante la estrellaba contra el poste, con la jugada ya invalidada.
Los de Cervera empezaban a deambular, y se movía de nuevo el banquillo para cambiar la dinámica: Álex, Pombo y Lozano iban la grada y entraban Nano Mesa, Álvaro Giménez y Malbasic. Un cabezazo de Sergio a la salida de un córner, que sacaba como podía el portero con apuros, metía a los de casa por un momento en el choque, que se abría.
Y en el 74 se pudo adelantar el Alba, aunque tras varios minutos de VAR y suspense, se comprobó la posición antirreglamentaria de Manu Fuster. En esos momentos de angustia, sobre todo para los manchegos (presionando al árbitro desde la grada), el Huesca se adelanta ante el Sporting e igualaba en la tabla al líder, que seguía siéndolo, todavía…
Con un cabezazo de Maikel Mesa y un disparo de Augusto Fernández, en cada área, se entraba en la fase final, y podía pasar de todo, o nada. Eso sí, los blancos apretaban más. Y en el 86, unas incomprensibles manos de Bodiger, revisadas por el VAR, acababan en un penalti que acertaba a colar en el 89 Maikel Mesa, sacando al Alba del descenso. Y dejando sin poder cantar el alirón al Cádiz, que ya apenas inquietó en los cinco minutos de descuento.
Un desenlace agridulce para un equipo amarillo que se marchaba cabizbajo a vestuarios mientras los albaceteños celebraban sobre el verde la permanencia. ¡Qué cosas tiene el fútbol! Y volvía a salir para hacerse la foto con el cartelón de “somos de Primera”. Eso no se lo quita nadie, pese a dejar escapar el liderato en el último suspiro, y después de perder los últimos tres partidos, claro. Así es el Cádiz.
“Le doy mucho mérito al ascenso, pero no se pueden perder partidos así. Estoy cansado que nos dejemos ganar. Estoy cabreado. Y que la gente sepa que todo trae consecuencias. O no éramos tan buenos o nos hemos dejado llevar. Y cualquiera de las dos situaciones hay que arreglarlas”, declaraba muy enojado Álvaro Cervera tras este último partido antes de las vacaciones, que deja al cadismo con sensaciones encontradas. Pero ¡¡somos de Primera!! DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway