En uno de los momentos más duros de la presente campaña, que no obstante acaba de comenzar -con dos puntos logrados de quince posibles y una sequía goleadora de cinco partidos-, el Cádiz CF ha hecho público casi por sorpresa que renueva al entrenador, a Álvaro Cervera, por dos temporadas más, hasta 2020.
El mismo Cervera ha comparecido este viernes en la sala de prensa del Carranza, en la previa del partido ante la Cultural Leonesa, junto al consejero delegado, Quique Pina, y el director deportivo, Juan Carlos Cordero, para anunciar esta renovación. No ha asistido el presidente, Manuel Vizcaíno, lo que evidencia una vez más las tensas relaciones entre él y Pina.
“Nunca pensé cuando llegué que pudiera estar tan a gusto un año y medio después”, ha confesado el técnico cántabro (aunque es natural de Malabo, Guinea Ecuatorial). Recaló en la entidad amarilla en abril de 2016, sustituyendo a Claudio Barragán y con el equipo en puestos de liguilla en Segunda B pero mostrando una mediocridad preocupante. Entonces se dijo que su fichaje buscaba “oxigenar un entorno difícil”. Se disputó esos play off con una afición muy desconfiada, pero, inesperadamente, consiguió el deseado ascenso a Segunda. Y el pasado año, en el regreso al fútbol profesional, a base de orden, seriedad, humildad y fe, estuvo a punto de meter al Cádiz en Primera, jugándose incluso la liguilla de ascenso.
En esta rueda de prensa ha incidido en que este nuevo contrato “me da mucha más responsabilidad, no más tranquilidad. Ahora estoy más obligado a no fallar porque se me ha dado mayor confianza”.
“Humildad, intensidad y trabajo es lo que nos ha dado y queremos que nos siga dando Álvaro Cervera”, ha añadido Pina. En su idea de equipo está que “continúe siendo el único que mande en el vestuario porque ha demostrado ser una persona fundamental en nuestro trabajo diario”. El entrenador recogía sus palabras reconociendo que “me corrobora la confianza que hay, estoy muy agradecido y convencido que el trabajo será más duro”.
También tenía palabras de elogio Juan Carlos Cordero, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes del club: “nos inspira confianza absoluta al saber llevar al grupo tanto en los buenos como en los malos momentos. Tiene la personalidad suficiente que requiere un entrenador que esté en nuestro grupo de trabajo. Su renovación es fruto del crecimiento deportivo de esta entidad”.
Quique Pina ha apostillado, respecto a la situación del equipo en la liga, que “hace un año llevábamos 9 puntos, hoy llevamos tres más. Entonces el Getafe llevaba 10 y el Tenerife 11 (y subieron). Lo que tenemos claro es que hoy los jugadores tienen mucho más claro que las líneas en el vestuario las marca el entrenador”.
Con una dilatada trayectoria como futbolista, colgó las botas en 2002 tras pasar por equipos como el Racing de Santander, Mallorca, Valencia o Hércules. Como entrenador, antes de recalar en la capital gaditana, ha estado en los banquillos de Catarroja CF, Villarreal juvenil, CD Castellón, UD Almansa, Alicante CF, Cultural Leonesa, Real Jaén, Real Unión, Recreativo de Huelva, Racing de Santander y Tenerife, conjunto al que también ascendió a Segunda.