El Ayuntamiento de Cádiz ha procedido este jueves a entregar a sus familiares los restos del primer vecino de la propia ciudad que ha sido exhumado en el cementerio de San José e identificado a través de las pruebas de ADN: Alfonso López Quera, asesinado por “izquierdista” por los militares sublevados contra la Segunda República en 1936.
“La figura de Alfonso López Quera ha dejado de ser una figura abstracta para pasar a ser historia de la familia, que se ha llevado toda una vida sin saber dónde estaban los restos de su padre y abuelo”, ha apuntado el alcalde, José María González ‘Kichi’, en este acto en el despacho de Alcaldía junto al concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, los dos hijos de López Quera, Miguel y Concepción y varios de sus nietos además de miembros de la plataforma por la Memoria Histórica.
“Más de 80 años después, hoy hacemos justicia. Hoy ponemos fin a 80 años de incertidumbre, de no saber dónde reposan los restos de su padre y damos un paso en el camino de la verdad, justicia y reparación”, ha incidido el primer edil de Adelante.
A colación, el alcalde ha apuntado que los trabajos de exhumación emprendidos ya hace cuatro años en el cementerio de San José “no son para levantar heridas como insiste la derecha. Estos trabajos nos permiten sacar a los restos de las fosas, rescatarlos del anonimato y darle una digna sepultura. Estos trabajos ayudan a cerrar heridas”.
“Frente al discurso del odio –ha añadido-, nosotros respondemos con hechos. Respondemos intentando ofrecer un poco de paz a las familias para que puedan completar su puzzle con la pieza que les falta”.
En este sentido, ha agradecido a los familiares su implicación y su “decisión de buscar a su padre y abuelo porque es la única forma de poder superar el duelo, de dar reposo a los restos y que podáis acompañarle sabiendo exactamente dónde reposan”. “Gracias por vuestra generosidad al dejarnos compartir este momento y así animar a otras familias a que den el paso y encuentren a sus familiares desaparecidos”, ha sentenciado González Santos.
“CÁDIZ ES HOY UNA CIUDAD UN POCO MÁS JUSTA”
Por su lado, el concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, ha insistido en que “Cádiz es hoy una ciudad un poco más justa” y ha recordado que “los actos de memoria democrática no son solo de recuperación del pasado si no que son actos de presente y de construcción de futuro y de promoción de los valores democráticos”
Vila, emocionado por momentos, ha agradecido la implicación y el trabajo realizado por Cemabasa, los técnicos, los familiares y la Plataforma por la Memoria Histórica: “ellos han sido nuestra ramificación para llegar a las familias, a muchas de las cuales aún les pesa la losa del franquismo y la ley del silencio. Estamos aquí gracias a la labor concienciada que han realizado cada una de las partes”.
Del mismo modo, ha hecho un llamamiento a las familias que siguen buscando a sus familiares desaparecidos durante el golpe de estado franquista para que vayan a hacerse las pruebas de ADN con el objetivo de facilitar la identificación.
“FUE UN HOMBRE ÚTIL PARA LA SOCIEDAD DE SU TIEMPO”
La nieta de Alfonso, Inmaculada López, ha tomado la palabra en representación de la familia, para dar las gracias “por permitirnos recuperarlo, hacerlo tangible y real y poder conocer que fue un hombre útil para la sociedad de su tiempo, cariñoso con la familia, comprometido con su trabajo y sus ideas políticas y religiosas. Nunca hizo daño a nadie y fue un buen hombre”. De la misma forma ha señalado que “recogemos los restos y paliamos de alguna manera el dolor y la soledad que lo rodeó y la injusticia”.
Desde la Plataforma por la Memoria Histórica, Antonio Chico, ha subrayado que “se trata de un día importante que demuestra que es posible”. a lo que ha añadido que “esperamos que los trabajos de exhumación sigan hacia delante para seguir dando respuesta”.
UN GADITANO “IZQUIERDISTA” NACIDO EN SALAMANCA
Alfonso López Quera era un practicante nacido en Salamanca en 1896. Estudió en la Universidad de Sevilla, donde obtuvo su titulación en 1917. Trabajó en Huelva y llegó a Cádiz en 1925. Al año siguiente ingresó en la logia Fermín Salvochea con el nombre simbólico de Nicola, posiblemente en referencia al origen latino del término que significa ‘victoria del pueblo’ o al nombre del anarquista italo-norteamericano Nicola Sacco, ejecutado en 1927 entre grandes protestas internacionales.
Se casó en septiembre de 1925 con Concepción Lluch Acevedo con la que tuvo dos hijos: Miguel, nacido en 1928, y Concepción, nacida en 1936.
Durante los años republicanos perteneció a la logia Luis Maroldo, integrada en la Gran Logia Española, al igual que la de Fermín Salvochea, de la que fue orador y maestro. Perteneció a la directiva del Colegio Oficial de Practicantes en el que había ingresado en 1930. En 1933 fue contador y en 1935, tesorero. En febrero de 1936 comenzó a trabajar como practicante en la Beneficencia Municipal.
Tras el golpe de estado de Franco, fue suspendido de empleo y sueldo el 29 de julio y cesado el 5 de agosto. Según la documentación conservada, fue detenido por orden de las autoridades militares sublevadas el 28 de agosto de 1936 por considerarlo “izquierdista”. Ingresado al día siguiente en la cárcel provincial, fue sacado el día 30 y asesinado en un lugar que se ignora. Su cadáver fue enterrado al día siguiente en el cementerio en el Patio 3º, línea San Mateo, fila 2, tumba 9, lugar 2º.
PROCESO DE EXHUMACIÓN E IDENTIFICACIÓN
Según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, López Quera es una de las 65 personas identificadas como víctimas del franquismo y que se encuentran enterradas en sepultura de suelo (o media sepulturas) repartidas por diversos patios del cementerio de San José.
En base a este estudio municipal, se consideró exhumables 18 cuerpos que se habían mantenido sin ser intervenidos. Con posterioridad, cuando se iban a iniciar los trabajos, los historiadores Santiago Moreno Tello y José Luis Gutiérrez Molina realizaron un nuevo informe por el que se rebajó el número de exhumables, ya que se percataron de que se había incluido dos fallecidos que no eran represaliados y de otro existían dudas. En consecuencia, quedaban 15 cuerpos a exhumar, además del marinero Dionisio Arechavala, cuya exhumación había sido pedida directamente por la familia.
Con estos estudios, en enero de 2016 comenzaron los trabajos que se prolongaron hasta junio de ese año, obteniendo un resultado positivo parcial, ya que en algunos casos las sepulturas habían sido intervenidas, por lo que han sido 10 los individuos localizados con señales de muerte violenta. Además, en abril de 2017 se realizó la exhumación de Dionisio Arechavala, cuyos restos fueron compatibles con el ADN tomado a una familiar y están entregados a sus descendientes.
Unos meses después, durante el otoño de 2017, se iniciaron los trabajos de exhumación de los féretros de los bebés reclamados por la asociación Bebés Robados. Fue en el transcurso de esos trabajos cuando, durante la intervención en la sepultura 28, fila 2 de la línea de San Mateo del patio 3, los arqueólogos decidieron limpiar toda la sepultura, encontrando, en lo profundo, los restos de dos represaliados que supuestamente habían sido levantados en intervenciones anteriores.
En consecuencia, se revisaron los represaliados descartados como exhumables en el primer informe. En especial los situados en los lugares más profundos, del 1 al 3, por si lo ocurrido en esa sepultura pudiera haberse repetido en otros casos. Y revisados los informes anteriores se contabilizan 42 casos, contando los dos exhumados y dos dudosos de ser represaliados. Uno de ellos es el de Alfonso López Quera del que se ha recibido la coincidencia en el ADN de sus familiares desde el centro especializado de la Universidad de Granada.
En el proceso de exhumación de los restos que comenzó en marzo de 2019, han intervenido el arqueólogo municipal, un operario de Cemabasa y dos voluntarios de la Plataforma de Memoria Histórica de la ciudad.