Autonomía Obrera y CGT en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz lamentan que “los recortes y la propia incapacidad gestora de la dirección sigue haciendo estragos” en el centro. Ahora le ha tocado el turno “al estallido de las infecciones nosocomiales o intrahospitalarias” en la Unidad de Cuidados Intensivos. El aumento de las infecciones “ha llegado a alcanzar tal gravedad que las medidas adoptadas han resultado absolutamente extremas”, se asegura; al tiempo que se exige el “cese inmediato” del equipo directivo.
Las secciones sindicales de Autonomía Obrera y CGT en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz lamentan que “los recortes y la propia incapacidad gestora del equipo de dirección sigue haciendo estragos” en el centro “y de forma especialmente sensible en los últimos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos”.
“Si hace poco más de un mes fue el conato de tragedia que provocó el incendio (aún inexplicado) de un cuadro eléctrico, y hace dos semanas la reaparición de ulceras en los pacientes por la escasez de colchones de aire, ahora le ha tocado el turno al estallido de las infecciones nosocomiales o intrahospitalarias en nuestra UCI”, se denuncia en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Las infecciones nosocomiales son aquellas que contraen los pacientes al resultar infectados por microorganismos patógenos existentes en las propias instalaciones hospitalarias, muchos de los cuales desarrollan un fuerte resistencia a los antibióticos y aumentan el riesgo de mortalidad en porcentajes muy importantes. Aunque las infecciones intrahospitalarias “han sido un problema constante en la UCI” (por la falta de aislamiento entre camas, fuerte inmunodepresión de muchos de los pacientes, técnicas invasivas, uso de respiradores, etc.), desde hace tres semanas “la situación de alarma terminó estallando ante los elevados valores que se registraban de infecciones nosocomiales en pacientes”, se insiste.
Según parece, “porque la dirección no ha facilitado información alguna sobre esta crisis”, la bacteria aislada en esta ocasión ha sido de nuevo la Acinetobacter baumanii, “una de las de mayor capacidad expansiva y de difícil erradicación por su resistencia a la mayoría de los antibióticos conocidos, y que fue la causante de un gravísimo brote en el año 2008 en el Hospital 12 de Octubre de Madrid al afectar a 252 pacientes, 18 de los cuales fallecieron a causa de dicha bacteria según una investigación del propio centro”, recuerdan desde CGT y Autonomía Obrera.
El aumento de las infecciones nosocomiales por esta bacteria en la UCI del Puerta del Mar, se afirma, “ha llegado a alcanzar tal gravedad que las medidas adoptadas por la dirección han resultado absolutamente extremas”. Así, se han dado instrucciones para aislar y separar completamente las cuatro áreas que configuran la UCI (Coronarias, Polivalente, Intermedio e Interpol); se han reducido al mínimo los desplazamientos del personal sanitario entre las diferentes unidades (en un principio incluso se prohibieron); para el acceso a las zonas con mayores niveles de infección es obligatorio el uso de trajes desechables; se ha asignado una trabajadora de limpieza específica para cada una de las unidades (hasta ahora había una sola trabajadora para toda la UCI) y lo mismo ha sucedido con el personal celador; se han catalogado las unidades en zonas blancas, grises y negras según el grado de infección de cada una; y se ha cerrado durante varios días Polivalentes (la unidad con mayor presencia de bacterias) para proceder a su desinfección completa. “En definitiva, una manifiesta situación de crisis que ha transformado la unidad de UCI de nuestro centro en un verdadero campo de batalla bacteriológico”, se subraya. La pasada semana, aún permanecían cinco enfermos en aislamiento colonizados por esta peligrosa bacteria.
“FRACASO ABSOLUTO DE LAS TARDÍAS MEDIDAS DE CONTROL”
El incremento “desmesurado” de las infecciones intrahospitalarias en la UCI del Hospital gaditano “pone de manifiesto, en nuestra opinión, el fracaso absoluto de las tardías medidas de control establecidas hasta la fecha para reducir al mínimo estas infecciones, así como la total falta de previsión y la incapacidad más absoluta de una dirección que es la principal responsable, precisamente, de que este tipo de niveles de contaminación no se alcancen jamás”, consideran estos sindicatos.
Este nuevo frente de crisis en la UCI “no hace sino reflejar la grave incapacidad gestora que, a nuestro juicio, sufre el actual equipo directivo del centro y que, entendemos, requiere una sustitución urgente”. Y es que CGT y Autonomía Obrera entienden, además, “inaceptable” que, en un asunto de esta gravedad, “la dirección mantenga una actitud de absoluto secretismo, sin ofrecer a los representantes sindicales una información veraz de lo que sucede y sin convocar siquiera el Comité de Seguridad y Salud del centro”.
Por todo lo expuesto, estas secciones sindicales exigen de los responsables del Servicio Andaluz de Salud (SAS) el “cese inmediato” del equipo directivo del Puerta del Mar, así como la apertura de una urgente investigación externa que delimite “con claridad” el alcance de la infección, las consecuencias sobre los pacientes afectados, y las medidas definitivas que habría que adoptar en la Unidad de Cuidados Intensivos “para minimizar estas situaciones”.
“En multitud de ocasiones –terminan señalando estos sindicatos- hemos denunciado a dirección las graves deficiencias arquitectónicas que presenta nuestra unidad de UCI y sus implicaciones sobre las infecciones nosocomiales, sin que ninguna de las millonarias y muy cuestionadas obras realizadas en la misma haya servido, en lo más mínimo, para corregir el problema. De igual modo hemos criticado los graves efectos de la permanente movilidad de pacientes entre unidades por los graves efectos que conlleva de traslado de los microorganismos patógenos entre unidades. Y en multitud de ocasiones hemos criticado también como la falta de sustituciones y el aumento del número de pacientes por trabajador no hacían más que facilitar las posibilidades de transmisión involuntaria de este tipo infecciones”.
Sin embargo, sentencian, “ninguna de tales consideraciones han sido asumidas por los diferentes responsables, que se ha limitado a promover exclusivamente medidas de higiene y protección individual de los profesionales sin entender que (aun resultando imprescindibles) tales prácticas resultan inútiles cuando no se abordan en paralelo los cambios arquitectónicos, organizativos y de personal que están en la base del crecimiento de las cepas infecciosas en la UCI, ni se establecen medidas de prevención previas, en lugar de aumentar los recursos necesarios una vez se ha producido el brote”.
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