El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, se ha reunido este martes en su despacho con parte de los afectados por la decisión del Obispado de Cádiz y Ceuta de no renovar los contratos de alquiler de los locales ubicados en la plaza Fragela y del que la Iglesia es el arrendador. En concreto se ven afectados dos emblemáticos negocios de la zona, El Rincón de Madueño y la pizzería Bella Italia.
Durante este encuentro, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, les han trasladado al primer edil la situación de “inseguridad” en la que se encuentran después que les hayan comunicado que no se les va a renovar el contrato de un año de alquiler que tenían tras la inversión realizada en 2012 de más de 33.000 euros.
González Santos ha llamado previamente al Obispo, Rafael Zornoza, para interesarse por la postura la institución religiosa con el objetivo de poder mediar entre ambas partes y llegar a una solución que beneficie a todos.
En el caso de Madueño, hace unos días se abría en el portal change.org una recogida de firmas virtual (AQUÍ) para divulgar este problema y pedir apoyo. Actualmente más de 3.700 personas han respaldado que se permita continuar a este establecimiento en la plaza del Falla.
Los propietarios de este negocio relatan en esta web que hace unos años se gastaron todos sus ahorros en la reforma del local “y en ningún momento fueron informados de la no renovación del contrato, es más, le prometieron una nueva renovación” pero con la llegada del nuevo Obispo “se ha incumplido dicha promesa dejándolos ahora en una situación insostenible”, sin recibir respuesta ante las cartas enviadas a la Iglesia.
“Lo único que le han dicho es que el Ayuntamiento de Cádiz tiene un requerimiento de obra, lo cual es falso”, se apunta en esta petición que ruega al Obispado una ampliación de contrato “por la misma duración que los comercios colindantes con dicho local que también pertenecen al Obispado, para que esta familia pueda, al menos, tener un margen de tiempo para reorganizar su futuro”.