El Palacio de los Marqueses de Recaño es el espacio donde el actual equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Cádiz proyecta el demandado y prometido durante años Museo del Carnaval; un inmueble de titularidad municipal que está en buenas condiciones, aunque precisa de una buena reforma para adecuarlo al uso que tendría en el futuro. De hecho, ya se ha presentado la solicitud a la convocatoria de ayudas del programa 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento para lograr fondos. El proyecto que se maneja tiene un coste de cerca de 1,9 millones de euros.
“Estoy convencido de que con la participación de todos, de quienes hacen el Carnaval y de las distintas administraciones, lograremos tener el Museo del Carnaval que nuestra ciudad y los gaditanos y gaditanas se merecen”, ha subrayado el alcalde, José María González ‘Kichi’, que este martes ha visitado este palacio del siglo XVIII en el centro histórico –junto a la Torre Tavira- con representantes de asociaciones carnavalescas, a los que les ha presentado en persona el proyecto del espacio museístico. Este miércoles tiene prevista otra visita junto a los colectivos del Patronato de Fiestas, del carnaval de la cantera y también del carnaval callejero.
A decir de González Santos, la creación del Museo “está más que justificado” porque “el Carnaval de Cádiz es una de las expresiones de cultura popular más importante de nuestro país, y además constituye el segundo lenguaje musical que se habla en Andalucía, siendo el flamenco el primero”. “Esto es lo que justifica, desde el punto de vista sociológico, antropológico y cultural, la conveniencia de que Cádiz cuente, por fin, con un Museo del Carnaval”, ha añadido.
Y también ha defendido la conveniencia de que se ubique en el Palacio de los Marqueses de Recaño, puesto que el edificio es “una de las joyas patrimoniales de la arquitectura de la ciudad, y es un contenedor más que adecuado para albergar todo un Museo del Carnaval como lo concebimos”.
E igualmente, ha recordado que Antonio Rodríguez Martínez ‘El tío de la Tiza’, “el gran embajador del Carnaval de Cádiz y gran creador del himno del Carnaval gaditano, ‘Los Duros Antiguos’”, nació a escasos 70 metros de este equipamiento, sito en el número 10 de la calle Marqués del Real Tesoro, junto a la Torre Tavira.
Durante este recorrido, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, el alcalde de Por Cádiz sí se puede, acompañado por la concejala de Fiestas, María Romay, ha explicado que, una vez el edificio albergue el proyecto museístico, quienes lo visiten se encontrarán con “un Carnaval que se describe con los cinco sentidos; un viaje en el tiempo con la copla como gran referente y a través de la historia, pero no sólo desde el punto de vista tradicional de exposiciones ni con la vista puesta sólo en el pasado. Este Museo también mostrará la gran proyección de futuro del Carnaval de Cádiz, su enorme capacidad de ser futuro y también industria”.
A esta primera visita han acudido representantes la Asociación de Autores del Carnaval de Cádiz, el Colectivo de Autores Independientes (CAI), Antifaces de Oro, la Asociación de Coristas Gaditanos (Ascoga), la asociación de coristas El Cañón y la asociación de comparsistas 1960. La asociación de chirigotas Carmeluchi y la asociación de cuartetos Los Dos Palos han disculpado su presencia, e intentarán sumarse en próximas visitas.
EL ANTEPROYECTO DEL FUTURIBLE MUSEO
El Ayuntamiento cuenta ya con un anteproyecto para la ubicación del Museo del Carnaval en este palacio. En dicho documento se recoge la distribución de los usos por plantas, de tal manera que en la planta baja se ubicarían dos elementos esenciales: la exposición permanente y el pequeño Teatro de El Tío de la Tiza. Y a pie de calle se situarían el vestíbulo de recepción, la consigna, una tienda y un café-bar, además de servicios higiénicos, como en el resto de plantas. Y no se descarta la posibilidad de recuperar el aljibe como estudio de grabación si las condiciones lo permiten.
La entreplanta contendría una Sala de Juntas y Prensa, salas de exposiciones temporales, el Centro de Proceso de Datos ubicado en el interior del laboratorio de digitalización y el Archivo-depósito documental de originales en proceso de digitalización, además de una biblioteca, una fonoteca, una mediateca, cabinas de audición y visionado, y los talleres de conservación y restauración, siendo uno de material textil, para los fondos de guardarropa, y otro de restauración de documentos en distintos soportes, como papel, cartón, cintas magnetofónicas, vinilo, pizarra, etcétera.
En la primera planta funcionarían dos salas de investigadores, la sala de firmas y recepción de visitantes destacados, despachos de dirección, de jefatura de administración y oficinas de auxiliares administrativos. Y la segunda planta, según recoge el anteproyecto, se dedicaría a la docencia, con cuatro aulas para cursos y talleres.
La tercera emplearía inicialmente las cinco salas como almacenes provisionales de clasificación de materiales hasta la ubicación definitiva de estos. Abierto el Museo, pasarían a ser utilizadas como salas para reuniones puntuales de colectivos, el paraninfo permitiría celebrar bodas civiles, inauguraciones y otros actos sociales. Y en el altillo la intención es recrear el ambiente de un lavaero.
Por otra parte, el anteproyecto museístico recoge también una previsión inicial de personal, estableciendo entre 31 y 34, como mínimo, los puestos de carácter fijo que trabajarían en este Museo del Carnaval, que se viene demandando por los colectivos implicados una y otra vez.
El antiguo Palacio de los Marqueses de Recaño fue levantado hacia 1730 en la zona más elevada del casco histórico. Sigue el esquema habitual de las casas de cargadores a Indias, que en esta ocasión se adapta a los gustos del barroco dieciochesco, caracterizado fundamentalmente por el afán de verticalidad.
DESDE 2002, PROMESAS SOBRE EL MUSEO
La idea de abrir en la ciudad el Museo del Carnaval es una iniciativa en la que se trabajaba a varias bandas desde 2002 –de hecho se creó con dicho objetivo la Fundación 1884 Casa Museo del Carnaval de Cádiz-, inicialmente con la implicación de la Junta de Andalucía, aunque parece que se ha desvinculado en los últimos años. Eso sí, se supone que en los últimos tiempos habría ofrecido la desaprovechada Casa Pinillos, en la plaza de Mina –un edificio rehabilitado como ampliación del Museo Provincial, pero todavía sin uso- para que el Ayuntamiento instale allí el proyecto carnavalesco temporalmente. También ha puesto sobre la mesa en los últimos días la posibilidad de acogerse a subvenciones de la consejería de Cultura.
Durante los mandatos del PP y Teófila Martínez como alcaldesa, se proyectó este equipamiento, reivindicado regularmente en las coplas por febrero, en la plaza de la Reina, en la Viña, para posteriormente prometerse en la plaza Guerra Jiménez junto al mercado central, y volver otra vez a la primera ubicación que se planteó. Incluso se convocó un concurso que ganó el arquitecto Rafael de Giles, y cuya propuesta luego se descartó. El actual bipartito apuesta ahora por el Palacio de Recaño, donde la derecha barajó en su día abrir el Archivo Municipal: de hecho, a finales de 2014, el Consistorio ya anunciaba que iba a acudir a este 1,5% cultural para acometer dicha obra.