El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha visto oportuno aclarar que “no reconoce” la Republicana catalana. En concreto, el pasado viernes el Parlament de Catalunya aprobó iniciar el proceso para constituir “una República como Estado independiente, soberano, democrático y social”, culminando el mandato del referéndum del pasado 1 de octubre, una consulta considerada ilegal; y después de que el Gobierno central obviara durante las últimas semanas las nuevas llamadas al diálogo y a la negociación desde el Gobierno catalán.
En la misma jornada del viernes, el Senado sacaba adelante aplicar el famoso artículo 155 de la Constitución española e intervenir el autogobierno en dicha comunidad autónoma. Entre las primeras medidas, ya se han convocado elecciones regionales para el 21 de diciembre, y se ha cesado al Govern, pero este no se ha dado por aludido.
Pese a todo, el primer edil de Por Cádiz sí se puede insiste en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz en que “no es una solución ignorar a la parte de la sociedad catalana que votó por el ‘sí’ el pasado 1-O”. Más de 2 millones de personas votaron a pesar de la contundente actuación judicial y policial, la mayoría decantándose por la independencia. Y mantiene su condena a la represión y la aplicación del artículo 155 de la Constitución, pero al mismo tiempo tampoco entiende como una posible salida “ignorar al resto de la sociedad catalana que no se incluye entre quienes fueron a votar ‘sí’”.
González Santos, que encabeza la agrupación de electores promovida por Podemos en la capital gaditana, sigue apostando por “la vía del diálogo y la negociación para acordar un referéndum pactado como salida a esta crisis”, como defiende la formación morada a nivel estatal. “Las salidas unilaterales las vías rápidas que no tienen en cuenta a la otra mitad de la sociedad, sean de unos o de otros, no van a funcionar, no es la solución”, asevera.
La coordinadora de Podemos Andalucía y parlamentaria regional, Teresa Rodríguez, también ha secundado un breve comunicado conjunto con el alcalde gaditano, en el mismo sentido.
ANTICAPITALISTAS LLAMA A LA DEFENSA “DEMOCRÁTICA, PACÍFICA Y DESOBEDIENTE DE LA VOLUNTAD DEL PUEBLO CATALÁN”
José María González y Teresa Rodríguez, ambos militantes de Anticapitalistas, se desmarcan de este modo en gran medida del comunicado difundido por esta asociación en el que subraya que “en una España con una monarquía sucesora directa del dictador Franco, una República que abre un proceso constituyente es sin duda una propuesta que rompe con el régimen del 78, con sus consensos políticos y con un orden constitucional al servicio de las élites”. Esta proclamación “se produce en un contexto de amenazas constantes para aplicar el 155 y darle una salida autoritaria a un conflicto que tiene que tener una salida eminentemente política y democrática”. Al respecto, se llama a rechazar la aplicación de dicho artículo “y a la defensa democrática, pacífica y desobediente de la voluntad del pueblo catalán y su derecho a decidir”.
“Somos conscientes –agregan desde Anticapitalistas- de que se abren muchas incógnitas e incertidumbres. Narcotizar al pueblo con eslóganes fáciles es propio de una concepción de la política que rehuye el debate democrático y que se considera protagonista de una historia que en realidad protagoniza la gente común. La nueva República catalana se enfrenta a retos internos que no puede soslayar, en un país en el que un sector importante de la población no se siente representado por el independentismo. El primer reto del proceso es trabajar por suturar esa división, integrando a los sectores populares no independentistas en su proyecto de país, evitando un desagarro social que sólo beneficia a las fuerzas reaccionarias, mientras organiza un movimiento capaz de resistir a la represión del Estado. El proceso constituyente debe servir para ir en esa dirección, integrando demandas de las clases populares que van más allá del tema nacional, que pongan las cuestiones sociales en el centro y que democraticen radicalmente Catalunya”.
Además, esta asociación reflexiona que en el resto del Estado español “vivimos una oleada de reacción compleja. Mucha gente, incluida gente de izquierdas, se siente herida y desgarrada ante los hechos de Catalunya. Si bien es cierto que buena parte de este sentimiento es canalizado por una reacción catalanofóbica, heredera de los peores sentimientos del franquismo, cuando no por la expresión violenta de la extrema derecha en las calle, hay un amplio sector de la población que observa con honesta preocupación lo que ocurre en Catalunya y que apuesta por el diálogo y la negociación, por la vuelta de la política”.
Sin embargo, para Anticapitalistas “lo que está en juego fundamentalmente es la posibilidad de la gente de decidir su futuro. Si el pueblo catalán sufre una derrota y es aplastado por el PP y sus cómplices, cuando un territorio, un ayuntamiento, una comunidad, o un sector social decida decidir con voluntad sobre cualquier asunto, será aplastado con la misma lógica con la que hoy el PP y el Estado buscan aplastar a Catalunya. Este es el asunto central, que va más allá del tema nacional y que pone en el centro la cuestión de la soberanía popular: es la gente la que tiene derecho a decidir, esa es la base de la democracia, y la ley debe estar al servicio de la democracia y no al revés”.
Esta entidad que tuvo su protagonismo en el nacimiento de Podemos reconoce que “la nuestra es una posición difícil en un contexto como este”. Por eso “nos parece fundamental debatir, dialogar entre las diferentes posiciones democráticas, pero también oponerse a la involución autoritaria que planea el Estado con la excusa (podría haber sido cualquier otra) de la cuestión catalana”. “Es el momento de (re)iniciar la construcción paciente de un proyecto que supere el régimen del 78, capaz de construir relaciones fraternas entre los diferentes pueblos del Estado español. Las élites se han mostrado incapaces de resolver los problemas; hoy más que nunca, urge recuperar el protagonismo de la política para las de abajo”, sentencian.