CRÓNICA. La lluvia modificó la ubicación de Aires Sonoros en su segunda jornada, la del miércoles 12 de octubre –de la explanada con vistas al mar en que se desarrolló el festival eno-gastro-musical al interior del edificio del Baluarte de los Mártires- pero no el ambiente vivido en la primera sesión, con la sala repleta de asistentes dispuestos a disfrutar de las múltiples actividades preparadas por la organización y de las propuestas de chefs y bodegas participantes.
La aceptación de las propuestas culinarias fue superior si cabe a la expresada en las pruebas del día anterior, por su originalidad, innovación en su presentación y atrevimiento en la conjunción de ingredientes. ‘Mar y Sierra Malabar’, ideada por el chef de Terraza Malabar, utiliza con intención una mezcla de sabor marino con el toque distintivo del queso payoyo de la sierra gaditana y presentada sobre tosta. El resultado del trabajo de Javier Pajuelo es una receta muy gustosa, maridada para la ocasión con el vino Tinto Roble de la bodega jerezana Entrechuelos.
El cocinero gaditano Pablo Terrón (Restaurante Puerto Escondido) presentó por su lado su ‘Ceviche acidulce Puerto Escondido’ –indicaciones de forma de llevarlo a la boca incluidas- que sorprendió a todos. La bodega jerezana Tío Pepe ofreció para acompañarlo Viña AB, un potente e irresistible amontillado de doce años de crianza. El Faro Catering estuvo presente de nuevo, con ‘Dorada de esteros a la brasa sobre cremoso de chirivía y teja de plancton’ preparado a la vista de todos por el chef Javier Córdoba, que nos recordó el potencial culinario de las salinas y esteros gaditanos. El excelente bocado se acompañó con Barbazul blanco de la bodega arcense Huerta de Albalá.
En la misma línea de actuaciones meritorias de la jornada del martes de Aires Sonoros, se desarrollaron las actividades musicales del día. Comenzó la tarde Milián Oneto, sentimiento a flor de piel, con una voz suficiente y tierna que arrancó más de una lágrima furtiva entre los presentes, si bien el ambiente festivo no fuera el más propicio para deleitarse con sus versiones de boleros clásicos, que interpretó Milián acompañada al piano por Jesús Lavilla.
Depedro, es decir, Jairo Zavala dejó constancia de oficio musical en el show acústico del segundo pase. La larga trayectoria de Jairo Zavala como músico y creador de bandas propias, su guitarra y una bonita voz le otorgan caché suficiente para destacar en cualquier evento, con un repertorio extenso ya de entre su discografía; el último, ‘El pasajero’, recién salido al mercado.
El broche final, también del festival, lo pusieron Juan Zelada y su grupo con un concierto de menos a más –le costó al principio que el público atendiera sus propuestas musicales- en la recepción de las interpretaciones de sus canciones. Poco a poco, Zelada contagió su entusiasmo y la compacidad de su sonido sedujo al personal, que terminó acompañando al cantante en su excelente interpretación de ‘The Blues remain’, la canción de colofón antes de una breve propina de despedida.
PENSANDO EN LA SEGUNDA EDICIÓN
Maika Marín, presentadora de todas las actividades, procedió a la despedida formal del evento, aunque antes anunció en nombre de los organizadores -encabezados por la infatigable Fátima Yráyzoz- la segunda edición de Aires Sonoros (The Atlantic Enogastro Music Experience) para el próximo año, que contará con una jornada más y nuevas empresas participantes.
Con la mirada puesta en la otra orilla y coincidiendo con la conmemoración en 2017 del Tricentenario del traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz, el festival aspira a ofrecer un espectáculo con gastronomía, vinos y artistas “de ida y vuelta”, los días 11, 12 y 13 de octubre en la antigua estación de tren de la capital gaditana. DIARIO Bahía de Cádiz
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