CRÓNICA. Aires sonoros es la denominación de una cita con la cultura para los gaditanos. Una propuesta con destino Cádiz y con presencia de gaditanos en las entretelas de este evento que piensa establecerse en encuentro anual imprescindible en el otoño como experiencia turística cultural y social, combinando gastronomía, vinos y música.
Con la inauguración de este festival de altos vuelos, en la jornada del martes 11 con el Baluarte de los Mártires como escenario, vino también la concesión de unos premios turísticos. El premio a la trayectoria profesional se entregó a María Luisa Gallardo, de la Venta El Toro de Vejer, y el premio a la innovación a la bodega Mahara de San Fernando que dirigen los hermanos Miguel Ángel y José Gómez Lucas.
El empeño de los jóvenes isleños por conseguir un vino de calidad con métodos tradicionales les ha permitido conseguir Mahara, un vino monovarietal de uva tintilla, que desde su lanzamiento entró por derecho propio y con sobresaliente en el club selecto de la famosa lista Parker y que pretenden mejorar si cabe en el futuro con técnicas innovadoras de cultivo, no necesariamente sofisticadas. Tras la concesión del premio me contaron sus nuevos proyectos que pasan por levantar su bodega en el municipio isleño, ya de por sí una noticia destacable por inusitada e ilusionante. Los viticultores premiados adelantaron nuevas líneas de trabajo destinadas a conseguir vinos blancos y espumosos con su sello personal.
La fiesta gastronómica del primer día de Aires sonoros se completó con un showcooking a cargo de Antonio Carnicer, cocinero gaditano afincado en Tenerife (Hotel Jardín Tropical), con su ‘Dorada sobre nigri con wakame y daicon’. El público también paladeó el ‘Royal de espárragos con salmorejo y migas de chicharrones’ de Mauro Barreiro (restaurante La Curiosidad) y el remate vino de la mano de Javier Córdoba (El Faro Catering) que presentó ‘Solomillo Ibérico al carbón sobre cuscús y frutos secos y grissini de sésamo’. Maridaron los platos, respectivamente, el blanco ecológico 2015 que prepara la bodega portuense Forlong, un blanco chardonnay de la bodega Entrechuelos y el tinto de crianza Quadis de la bodega sanluqueña Barbadillo.
Entre catas y pruebas gastronómicas, música. Tom’s Cabin es el nombre artístico del proyecto musical forjado por el tinerfeño Tomás Hernández: una música intimista sobre una base de folk rock anglosajón que interpreta con voz y guitarra acústica. Dejó constancia de su calidad en una actuación a la que perjudicó la atención dispersa del público en su primer contacto con Aires sonoros.
La breve e impactante actuación de Eduardo Guerrero, algo así como una muestra de su portentosa y personal visión del baile flamenco, precedió al plato fuerte de esta primera jornada: Dry Martina. La banda malagueña liderada por Laura Insausti (voz) y su hermano Rafa, contagió al público con la energía trepidante que transmite su música, mezcla de swing, rock’n’roll y jazz, al que dan cuerpo sonoro Eric Pozzo (bajo), Jaime Fernández (trombón) y Stefano Tomaselli (saxo). DIARIO Bahía de Cádiz
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