La construcción de la red de abastecimiento de agua potable y de la red de saneamiento de aguas fecales en la avenida de Astilleros, en Cádiz: es una de las obras más importantes de los últimos años en infraestructura hidráulica en la ciudad a la que se enfrenta la empresa pública Aguas de Cádiz. El proyecto, que ya ha sido aprobado en la Junta de Gobierno Local, supone cerca de 1,8 millones y unos nueve meses de trabajos.
Por una parte, en abastecimiento de agua, significa la consecución de uno de los principales objetivos del plan estratégico y del plan director de infraestructuras de Aguas de Cádiz, así como del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente, como es la culminación de la segunda arteria principal de suministro a Cádiz intramuros. Esta conducción supondrá el cierre del anillo principal de la ciudad y garantiza el abastecimiento a la zona centro en caso de producirse algún fallo en las arterias principales.
Actualmente existe únicamente una línea secundaria de 250 mm de diámetro, desconectada de la red de arterias principales y que no atraviesa la avenida en toda su longitud, sino que solo alimenta puntos de consumo en Navantia y en la estación de autobuses. Esta obra contempla la construcción de una nueva arteria de alta capacidad, de 600 mm de diámetro, 1.020 metros de longitud y de fundición dúctil que discurrirá a lo largo de toda la antigua carretera industrial hasta la Cuesta de las Calesas.
Por otra parte, el proyecto contempla la instalación de la red de saneamiento puesto que actualmente carece de esta infraestructura. Por ello, se construirá un nuevo ramal de 300 mm de diámetro y 921 metros de longitud, de gres, material excepcional para soportar la agresividad química del agua. Este colector recogerá las aguas residuales de toda la avenida para incorporarlas a la red general de saneamiento. Para su diseño se han tenido en cuenta los nuevos usos y actuaciones previstas en un horizonte de 20 años. En cuanto a las aportaciones de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, además de contar con las generadas a día de hoy, la nueva conducción ha sido dimensionada para incorporar los futuros desarrollos previstos por la APBC.
Además, se plantea una nueva estación de bombeo en la misma avenida para la elevación del agua residual hasta la avenida de las Cortes mediante un tubo de impulsión de 506 metros de longitud. Contará con dos bombas sumergibles de última tecnología con sistema anti atasco para minimizar las averías que causan las toallitas higiénicas.
La obra se completa con la sustitución del tramo inicial de la red existente en la avenida de Las Cortes para aumentar su capacidad y garantizar el correcto funcionamiento de los caudales previstos.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala y presidenta de Aguas de Cádiz, Ana Fernández, destaca que “esta actuación posibilitará las actividades y usos en la que es actualmente el principal eje de conexión entre el centro y el tercer acceso, lo que la convierte en una de las principales vías de comunicación de la ciudad y una vía arterial de primer orden en la planificación municipal, objeto de diversos planes y proyectos que impulsan su desarrollo”.
De este modo, se resalta la necesidad de esta obra dadas las actuaciones previstas en el ámbito de esta avenida como son el acceso ferroviario y rodado al puerto, la construcción de nuevos edificios de oficinas y de servicios, la creación de un parque empresarial en suelo portuario y la construcción de edificios y espacios comerciales, hoteleros y terciarios en los suelos liberados por las actuaciones ferroviarias.
NUEVA ESTACIÓN DE BOMBEO EN EL RECINTO INTERIOR DE LA ZONA FRANCA
Por otro lado, estos días se ha conocido que la Zona Franca de Cádiz ha concedido a la empresa de aguas del Ayuntamiento la autorización solicitada para proceder a la ocupación de los terrenos para ejecutar la construcción de una nueva Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) que irá ubicada en el recinto interior, muy cerca de los terrenos de la antigua Altadis.
La obra, ya licitada y con un plazo de ejecución de nueve meses, se compone de dos unidades principales, constructivamente independientes: por un lado, la estación de bombeo consistente en una obra subterránea de hormigón armado y que albergará las dos bombas y todas las instalaciones auxiliares. Por otro lado, el tubo de impulsión, que se materializa con una tubería de fundición dúctil enterrada en zanja de unos 90 metros.
La nueva estación dará servicio a las necesidades del sector norte del polígono exterior y al desarrollo urbanístico previsto para esta zona.
Esta actuación es uno de los primeros pasos que se cristalizan del protocolo firmado a finales de octubre entre Zona Franca y Ayuntamiento, que contempla la mejora general de infraestructuras para el impulso y modernización del suelo industrial de la ciudad, incidiendo especialmente en el polígono exterior. Para ello, el Consorcio prevé una inversión global de más de 39 millones de euros.