La “sobrepoblación” de palomas en la ciudad Cádiz sigue generando debate e indignación, entre animalistas y entre quienes dicen verse afectados. El Ayuntamiento quiere reducir la presencia de estas aves (“un grave problema para los vecinos, para los hosteleros y por el deterioro del patrimonio”, según alertaban meses atrás desde la oposición, que exigía medidas) en un 60% (se calcula que hay cerca de 10.000 sobrevolando la capital) mediante pienso anticonceptivo, palomares ecológicos y capturas para su sacrificio (aunque en este punto, la idea inicial, que fracasó, era trasladar las ‘sobrantes’ a unos “300 kilómetros”, no exterminarlas). Ante ello, Agaden-Ecologistas en Acción informa de que ha enviado un escrito al Consistorio solicitando la “inmediata paralización” de estas capturas.
Este grupo ecologista afirma en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que lleva décadas instando a la administración local un cambio en el trato hacia estas aves así como que en caso de necesidad de actuación por “sobrepoblación”, “se tomen medidas acordes con el siglo en el que estamos, que no son más que medidas que reflejen la protección y el respeto hacia esta especie”.
En este caso, entienden desde Agaden que con esas capturas ya en marcha en la ciudad por parte de la empresa contratada, Athinsa, “se está atentando contra todo principio de respeto, defensa y protección de los animales, por en cuanto provocan daños físicos y estrés, así como el estrés del transporte hasta el lugar donde son eutanasiadas”. Estos hechos “muestran una total incoherencia por cuanto este Ayuntamiento se proclama ‘amigo de los animales’”.
Para más inri, se muestra todavía mayor enfado debido a que las capturas “se están realizando en plena época de cría”, con lo que “la estima de ejemplares afectados y eutanasiados va a ser infravalorada, ya que con toda seguridad muchos pichones morirán de inanición al ser capturados uno o incluso los dos padres”.
Para esta asociación verde, lo “sorprendente” son los datos de abundancia de palomas que se barajan y que “oscilan entre los 9.000 y los 14.000 ejemplares” (valores dados por distintas fuentes). Al respecto, apunta que “se ha comenzado la casa por el tejado al capturar individuos sin tener realizado un censo riguroso y sin haber realizado un estudio poblacional que permita obtener datos sobre el que plantear las posibles acciones para el control”.
“PRESIONES INFUNDADAS DE LA HOSTELERÍA”
Sentencia Agaden que “puede estar ocurriendo lo que ha sucedido en otras ocasiones” y es que esta captura de palomas para su sacrificio “corresponda a presiones infundadas procedentes de la hostelería”, siendo “toda una desfachatez” el hecho de que una ciudad “se rija por un colectivo que no mira por el bienestar común y que sin embargo se ve con la potestad de decidir si podemos tener o no árboles y animales en Cádiz”.
Esta organización ha solicitado ya al Ayuntamiento gaditano los proyectos que actualmente se encuentran en marcha: la colocación de dispensadores de pienso anticonceptivo a cargo de la empresa Amisando Servicios, y de palomares ecológicos encargados a Urbe Adapta. De la misma forma ha requerido “sin éxito” el proyecto sobre el estudio poblacional, estudio sanitario de las aves, campaña de concienciación ciudadana, captura de aves, transporte, eutanasia e incineración, trabajos adjudicados a Athisa Medio Ambiente.
“La población urbana de palomas tiene que convivir de forma civilizada y razonable con los ciudadanos de Cádiz. No son ‘ratas voladoras’, como de forma despectiva algunos las catalogan, sino especies que están aprovechando nuestro hábitat para vivir. Su control es necesario, su exterminio no”, insistían desde este colectivo semanas atrás.