Autonomía Obrera (y su secretaría del sector de Limpieza y sección sindical en la empresa municipal Cádiz 2000) ha visto oportuno matizar las protestas del personal de los módulos de playas, que algunos medios han venido publicando en las últimas semanas. Dicho servicio, como los otros dos de playas (limpieza de la arena y socorrismo), fueron remunicipalizados meses atrás y su personal asumido por Cádiz 2000.
Este sindicato apostilla sobre el “protagonismo real” de las protestas que “aunque reiteradamente se habla de una forma genérica a las ‘limpiadoras de los módulos de playas’, lo cierto es que las trabajadoras que verdaderamente participan en las mismas son tan sólo una pequeña parte del personal, ya que la gran mayoría de la plantilla de limpiadoras fijas discontinuas no sólo no participa en ellas, sino que, además, no está dispuesta a que el servicio siga gestionándose por más tiempo como si fuera un cortijo privado”.
En este sentido, se apunta que “quienes en realidad participan en estas protestas no son, por tanto, todas las limpiadoras de los módulos, sino una parte minoritaria de la plantilla de personal fijo, a la que este sindicato respeta total y absolutamente como trabajadoras, pero de cuyos líderes (Beatriz Abelleira, Rosa Huertas y el responsable de organización de la Federación de Servicios Públicos de UGT de Cádiz, Juan Manuel Rocha) no podemos sino discrepar radicalmente por la falsedad que, a nuestro juicio, encierran la gran mayoría de sus reivindicaciones y la forma tan vergonzosa con que, entendemos, están jugando con los intereses y las necesidades del personal de este servicio”.
LA “SUPUESTA” ENCARGADA
En cuanto a “la presunta retirada de funciones a la encargada, Beatriz Abelleira”, Autonomía Obrera precisa que esta trabajadora “nunca ha ostentado la categoría laboral de encargada en la plantilla; es limpiadora, con la única diferencia de que a finales de 2016 la empresa Acciona (entonces adjudicataria del servicio) decidió asignarle la realización de ciertas funciones específicas, como la distribución del personal por módulos, la realización de los cuadrantes y la distribución de materiales, a cambio de lo cual, según parece, veía sensiblemente incrementado sus complementos salariales habituales”.
Para ejercer tales tareas de confianza, agregan desde Autonomía Obrera, “Beatriz no tuvo que presentarse a ningún tipo de convocatoria pública, ni vencer en justa pugna a otras compañeras que también pudieran estar capacitadas para desarrollarlas, sino que fue libremente designada por los responsables de Acciona, que procedieron así por dos razones esenciales: en primer lugar, por la manifiesta confianza que debía infundirles sus peculiares características personales y, en segundo lugar, porque Acciona no disponía en Cádiz de oficina ni de una estructura específica de empresa desde la que dirigir la actividad de playas”.
Se trató, sin duda, de “un caso manifiesto de libre designación” por parte de una empresa privada para el ejercicio de unas funciones de confianza “que, como tales, no generan derechos consolidados de ningún tipo y que la empresa municipal Cádiz 2000 no tiene, por tanto, la más mínima obligación de mantener, al no tratarse ni de condiciones contractuales, ni de un derecho o condición real de trabajo de obligatoria subrogación”.
En este contexto, Autonomía Obrera considera en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que lo que esta persona pretende ahora –“esto es, que se le respeten sus inflados complementos salariales y la potestad de seguir mandando a diestro y siniestro sobre la plantilla”- es “una absoluta aberración”.
“Y, si todo ello resulta aplicable a su pretensión general de seguir manteniendo con Cádiz 2000 las mismas funciones de confianza que directamente a dedo le atribuyó Acciona, no digamos ya en lo relativo a su más reciente exigencia de ejercer esas tareas durante dos simples horas a la semana en pleno invierno y con tan sólo tres trabajadoras en activo en toda la playa. Una necesidad absurda y un gasto totalmente innecesario que demuestra hasta que extremo se está utilizando cualquier excusa mínima para elevarla a la categoría de problema y mantener abierto así un conflicto que, en el fondo, persigue intereses muy distintos”, interpreta esta sección sindical.
LA LIMPIADORA “DESPEDIDA”
Autonomía Obrera también explica su versión sobre Rosa Huertas, la portavoz de UGT en los módulos de playa, y trabajadora “que se dice despedida por Cádiz 2000”: no ha sido nunca personal fijo discontinuo de los módulos de playa. “Durante los tres últimos años (incluido 2017) su prestación laboral ha sido siempre de carácter estrictamente temporal”. “En 2017 fue llamada, al parecer, por Beatriz para prestar servicios durante los tres meses de verano, si bien para ello no se le hizo firmar ningún contrato eventual de tres meses como a todo el resto de trabajadoras temporales (hasta un total de 10) que como ella entraron a trabajar ese verano las playas, sino que se le amplió de facto el porcentaje de jornada parcial de un contrato por obras y servicios por 9 horas semanales que Rosa había firmado con Acciona a primeros de junio para realizar el servicio de limpieza de una oficina de la entidad aseguradora Divina Pastora en la calle Ancha”.
“Y así es como, al parecer, esta persona ha venido trabajando durante todo el verano en los módulos, estos es, prestando servicios temporales en playas con un contrato que en realidad se hizo para limpiar unas oficinas durante 9 horas a la semana… ¡y su sindicato, UGT, sin abrir la boca por ello en lo más mínimo durante todo el verano!”, expresan desde Autonomía Obrera.
Cuando finalizó la temporada, la empresa municipal que recuperó la gestión del servicio “obviamente entendió finalizadas las circunstancias temporales que motivaron la prestación de servicios de Rosa Huertas en playas y procedió a dar por finalizada su relación laboral, al igual que lo hizo lógicamente con las otras 10 trabajadoras eventuales que fueron contratadas para el verano de 2017”.
Ninguna de ellas presentó demanda por una finalización de la relación laboral que se ajustaba completamente a ley, pero Rosa “decidió interpretar su cese como un despido, aduciendo que su contrato no era eventual, sino por obras y servicios, pero callándose, claro está, que la obra y servicio que figuraba en el contrato comunicado por Acciona al Ayuntamiento no era el mantenimiento de los módulos, sino la limpieza de una oficina de seguros, donde el agua del mar y la arena brillan por su ausencia”.
El sindicato que expone con detalles el asunto aprecia que “como en el caso de Beatriz, lo que Rosa pretende ahora es un absoluto fraude laboral y sindical sin pies ni cabeza, de ahí, tal vez, que -ante la falta absoluta de respaldo legal para su pretensión- haya decidido inventarse ahora que el motivo real de su despido ha sido ‘actuar de portavoz en la revocación del anterior comité de Autonomía Obrera’; una manifestación absurda, carente, como su pretensión, de toda lógica y que olvida, entre otros pequeños detalles, que su empleadora era la empresa municipal Cádiz 2000 y no el sindicato AO”.
SOBRE LA REVOCACIÓN DEL COMITÉ DE EMPRESA
También recuerdan desde Autonomía Obrera que el pasado verano esta dos personas promovieron -“con el asesoramiento incondicional del secretario de Organización de la FSP de UGT de Cádiz”- la revocación del comité de empresa del personal de los módulos de playas, que ostentaba dicho sindicato. Una revocación que “entendemos ilegal y que vulnera los derechos del comité y la libertad sindical de nuestra organización”, y por ello se acudió a los tribunales.
“Y como sucede siempre que se presenta una demanda -las “denuncias” se presentan en vía penal- la ley obliga a que en la misma se haga constar con claridad a los demandados, que en este caso, obviamente, no pueden ser otros que los responsables y autores directos del proceso de revocación ilegal del comité, es decir, los miembros de la mesa electoral y el secretario de Organización de UGT antes citado”.
“Lo que Autonomía Obrera hemos hecho al demandar contra la revocación no constituye, en absoluto, ni una irregularidad ni una agresión dirigida contra nadie, sino el mero ejercicio de un derecho desarrollado conforme a ley, donde se reclama la plena reposición en sus funciones y derechos del comité de empresa revocado, así como el pago a las afectadas de unas determinadas cantidades en concepto de indemnización por daños y perjuicios”. Se añade que “es posible que todas estas actuaciones generen sorpresa en Beatriz y Rosa, pero cuando se emprenden acciones como las que ellas promovieron, estos son los inevitables efectos legales que se producen y en los que resulta muy aconsejable pensar antes de lanzarse a pisotear derechos ajenos”.
CONFLICTIVIDAD “INTENCIONADA” PARA “PRESIONAR”
“No existen realmente ninguno de los presuntos incumplimientos que en apariencia se aducen, y que no son sino vulneraciones inventadas para generar una intencionada conflictividad con la que poder presionar a favor de otros intereses que no se dicen”, se reflexiona desde AO.
Así, “Beatriz pregona a los cuatro vientos que ‘no quiere cobrar sin trabajar’ cuando en el fondo lo único que en realidad persigue es que no le arrebaten sus potestades en playas para seguir mandando a su gusto sobre toda la plantilla”. Y Rosa denuncia un despido que no existe “para intentar obtener un puesto permanente en el servicio que no podría alcanzar por ninguna otra vía (la gran mayoría de las trabajadoras fijas discontinuas tienen, por antigüedad, mayor derecho que ella a permanecer contratadas todo el año)”.
Y del representante de UGT, “al que nunca antes se le vio por los módulos de playas”, se subraya que “aparenta querer defender con uñas y dientes los supuestos derechos vulnerados de Beatriz y Rosa cuando en el fondo, y a nuestro juicio, lo único que hace es servir de ariete de otros intereses políticos contra el gobierno municipal en materia de remunicipalización; un vergonzoso papel que es, por desgracia, el único que a estas alturas les queda ya por representar a quienes hace mucho tiempo que dejaron de ejercer el único y verdadero papel que nos corresponde a los sindicatos: defender y luchar de verdad y en todo momento por los derechos de la clase trabajadora”.