La Universidad de Cádiz persiste en su propósito de darle vida al edificio de la antigua Escuela Superior de Ingeniería (ESI), en la capital gaditana, que lleva casi una década cerrado, transformándolo en una residencia universitaria y centro cultural (bajo el nombre de UCAbierta), recurriendo a la colaboración público-privada. En verano de 2022 se presentó el anteproyecto, y se iniciaba un proceso administrativo que avanzaba el pasado mayo con la licitación. Y llegado diciembre, se acaba de resolver la adjudicación.
Como era de esperar, la empresa Urban Roll DC (con la que ya se habló antes de iniciar la licitación) se ha adjudicado el proyecto, que contempla la construcción de ambas iniciativas y la explotación de la residencia de estudiantes resultante.
La actuación, que responde al modelo de colaboración público-privada y que “no ocasionará esfuerzo presupuestario a la UCA”, se subraya en la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, se inscribe en el plan de infraestructuras de la Universidad gaditana para la mejora y fortalecimiento de sus edificios, instalaciones y equipamientos en los cuatro campus.
De este modo y tras concluir todo el proceso de licitación y valoración de ofertas, la firma adjudicataria realizará una inversión en la obra en sí de más de 4 millones de euros, y además, pondrá cerca de 317.000 euros para el equipamiento; además de asegurar una aportación de 150.000 euros para la dotación de mobiliario en el espacio UCAabierta, que sí gestionará la propia institución universitaria. Igualmente, se establece un plazo de ejecución de los trabajos de 24 meses y una concesión máxima de explotación de la residencia de 30 años a partir de la firma del contrato.
El rector en funciones, Francisco Piniella, subraya al respecto que este proyecto, que formaba parte de su programa electoral, “constituye una acción prioritaria en el ámbito de la mejora de las infraestructuras UCA porque, además de no ocasionar coste a nuestra Universidad, materializa tres objetivos en uno: la rehabilitación de un edificio en desuso en pleno centro de Cádiz, la apertura de una nueva residencia universitaria en una ciudad con déficit estructural de oferta de alojamiento para estudiantes y la creación de un espacio cultural abierto a la ciudadanía”.
UN MÍNIMO DE 116 HABITACIONES; PENSIÓN COMPLETA POR CASI 1.000 EUROS AL MES
El proyecto (que ha contado con el respaldo y aprobación tanto del Consejo de Gobierno como del Consejo Social de la UCA) contempla la remodelación integral de este edificio propiedad de la UCA en pleno casco histórico, muy cerca del Gran Teatro Falla, asentado sobre una parcela de 3.150 metros cuadrados y con una superficie total construida superior a los 8.800 m2, distribuidas en sótano, planta baja (que se destinará a servicios comunes) y tres plantas más de alzado.
La nueva residencia universitaria privada contará con un número mínimo de 116 habitaciones, cuatro de ellas adaptadas a personas con movilidad reducida. Además, el proyecto contempla un total de 46 plazas de aparcamiento donde la UCA disfrutará de un mínimo de diez.
Una vez concluidas las obras, recepcionado el edificio y garantizados todos los servicios de la residencia (dirección, secretaría, conserjería, limpieza, cocina y mantenimiento), se procederá a la apertura de la misma, siendo los usuarios preferentes de la misma el alumnado Erasmus y nacional matriculado en la UCA, los miembros de la comunidad universitaria y las personas autorizadas por la Universidad, el Personal Docente e Investigador visitante y el alumnado becario. Además, con la firma del contrato, la empresa adjudicataria se compromete a aplicar unas tarifas de alojamiento acordadas, que parten desde una pensión completa mensual por 989 euros.
UCABIERTA “COMPLEMENTARÁ Y REFORZARÁ” LAS POTENCIALIDADES CULTURALES DE LA BOMBA
En cuanto a UCAbierta (que debe ejecutar igualmente la empresa adjudicataria, aunque si explotación sí será pública) contará con tres plantas que integrarán distintos espacios para usos culturales: exposiciones, conciertos, cine, teatro, talleres formativos, presentaciones, debates, cursos, locales de ensayo, etc. Esta nueva infraestructura complementará y reforzará las potencialidades del edificio Constitución 1812, el antiguo aulario La Bomba, epicentro de la acción cultural UCA en la capital.
En la planta baja se ubicarán el vestíbulo y el salón de actos (ambos de uso compartido con la residencia universitaria). En las plantas primera, segunda y tercera se distribuirán distintos espacios culturales: salas para presentaciones, talleres formativos, cursos y encuentros, locales de ensayos, etc.
En un principio, la UCA se plantea trasladar a estos nuevos espacios dentro de dos años la actividad de sus distintas escuelas de formación (Música Moderna y Jazz, Escuela de Formación Teatral, Escuela de Cine, Escuela de Danza, Escuela de Fotografía, Escuela de Flamenco y Club de las Letras), además de la Coral de la UCA y los diversos grupos de teatro.
En definitiva, esta operación global es un caso singular de colaboración público-privada en relación a un edificio sin uso desde 2014 (aunque con estructura en excelente estado de conservación), que se encuentra incluso desafectado y que desea recuperar la Universidad para la ciudad.