Un concierto del quinteto de cuerda Totem Ensemble en la tarde del jueves 28 de diciembre en el Palacio Provincial -edificio que en 1717 fue precisamente sede del Palacio de Aduanas- puso el broche formal, con música, a la celebración del Tricentenario del traslado de la Casa de Contratación de Indias de Sevilla a Cádiz, efemérides que se ha estado recordando a lo largo de todo 2017.
La Diputación ha sido la institución promotora y coordinadora de las actividades e iniciativas programadas por entidades públicas y privadas –lo que se llamó “agenda única”, con la obsesión de que no se repitiera la triste dispersión durante el Bicentenario de la Constitución de 1812, en 2012-, con discreta repercusión en general: sólo hay que preguntar a pie de calle sobre el Tricentenario para conocer su notoriedad real.
En la primera parte del recital de clausura se ofrecieron preludios, oberturas y arias de autores pertenecientes al bel canto italiano, música por la que Cádiz ha mostrado siempre una especial predilección. La ciudad disfrutó de un teatro en el que se programaba autores de Italia, de manera regular durante varias décadas a lo largo del siglo XVIII. Una segunda parte quiso recrear el concierto de año nuevo, arreglado para quinteto de cuerda, como muestra de felicitación y de los mejores deseos a todos los conciudadanos.
Totem Ensemble es un proyecto nacido en 2003, formado por el contrabajista gaditano Francisco Lobo, y cuatro miembros de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla: Vladimir Dmitrienco y Luis Miguel Díaz Márquez (violines), Jerome Ireland (viola) y Nonna Natvlishvili (cello).
Este último acto del Tricentenario, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, también sirvió de reconocimiento a las tres personas que en más ocasiones han sellado sus pasaportes de la conmemoración, que acreditan haber acudido a los centros donde durante el año se han desarrollado actividades. Se trata de Danae Ramírez Blanco, Rafaela Barroso González y Maribel López Ruiz. No faltó el diputado provincial Fran González, que se ha encargado desde mediados de 2016 de liderar desde la Diputación todo lo concerniente al recuerdo de este hecho histórico.
Precisamente, esta “agenda” también se estrenó con música, un concierto a cargo de la Camerata Vocal e Instrumental del Gran Teatro Falla el mismo 1 de enero.
MIRANDO AL GLORIOSO PASADO PARA BUSCAR INSPIRACIÓN
El traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz, en mayo 1717, supuso el origen de un despegue económico y cultural sin parangón en la historia de Cádiz y su Bahía –gracias a que el puerto gaditano se hacía con la exclusiva del comercio con América-, pues su influencia en el devenir de la ciudad no sólo impactó a lo largo del siglo XVIII, sino que se prolongó hasta finales del siglo XIX.
Para esta conmemoración –que como imagen ha contado con un logotipo diseñado por la firma Ideologo-com-, desde la Diputación entienden que durante el año que se acaba de despedir “se ha mirado al pasado para dejar de suspirar por una época de máximo esplendor de la provincia, como un punto de referencia que inspire el futuro desde el presente”. Y se insiste en que el Tricentenario “ha permitido abrir la puerta a iniciativas de distinta índole, contando con la ciudadanía como protagonista de los acontecimientos”.
Repartidas durante todo el año se han programado multitud de acciones de carácter cultural como exposiciones, ciclos de conferencias, conciertos, rutas guiadas, visitas teatralizadas, publicaciones, talleres divulgativos y concursos escolares en torno a la celebración. Y además, de la mano de la Cámara de Comercio, varias misiones comerciales que han llevado a empresarios gaditanos a aquellos puertos con los que en el siglo XVIII fluían los intercambios comerciales, como México, Colombia, Panamá, Cuba, Chile, Perú o Filipinas.
Entre los principales hitos del Tricentenario quedan la gran exposición central ‘Cuando el mundo giró en torno a Cádiz’, que pretendió redescubrir el proceso que convirtió a Cádiz en territorio próspero y cosmopolita, y que atrajo entre mayo y septiembre a más de 14.000 personas; y a finales de mayo, la parada naval Flota de India convocada por el Ateneo de Cádiz: una singular concentración de barcos por aguas gaditanas, rememorando aquellos históricos convoyes rumbo a América.
Tras el verano, otra de las actividades destacadas fue ‘De Cádiz al mundo, encuentros y reflexiones sobre la economía y el futuro para Cádiz’, ciclo de conferencias con la colaboración de la Confederación de Empresarios de Cádiz y la Fundación Cajasol, con un ‘cartel’ de voces “expertas” para dar su visión “sobre oportunidades de crecimiento y exportación del talento de la provincia”. Entre los nombres, el fundador de la Singularity University en Silicom Valley, José Luis Cordeiro; la secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana, Rebeca Grysnpan; el aventurero, y periodista Sebastián Álvaro; la directora de Linkedin España, Sarah Harmon; o la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. De esta última charla en concreto quedan imágenes reveladoras de un salón a medio llenar en el que la mayoría de asistentes son diputados de la Diputación, políticos de otras administraciones y representantes de la organización.
Igualmente se incluyó como acto del Tricentenario la imposición de la corbata de la provincia de Cádiz por parte de la Diputación a la bandera de la Flota, una ceremonia que tuvo como escenario el portaviones Juan Carlos I, el mayor buque de guerra hoy día de la Armada española, aprovechando un atraque en el puerto gaditano a finales del verano.
LA DIPUTACIÓN, “EJE IMPULSOR” DE LA CONMEMORACIÓN
La Diputación defendió en su momento que adoptaba un papel de “eje impulsor” de este proyecto debido a que el actual Palacio Provincial, que fue sede del Palacio de Aduanas, y que se construyó para tal ocasión, es el principal patrimonio y reclamo simbólico de un histórico que coincidió con la época de mayor esplendor económico, comercial, cultural y social de la ciudad de Cádiz.
Una veintena de administraciones públicas de todos los signos políticos, así como decenas de colectivos sociales y culturales y empresas privadas, llegaron a suscribir en 2016 un protocolo de acción conjunta para aunar esfuerzos y coordinar la programación de las actividades, lo que se llegó a calificar de “consenso histórico”. Sobre todo se buscaba que no ocurriera como con la reciente conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, en la que cada institución fue por su lado.
Mirando un poco a la historia, un decreto de Felipe V, firmado el 12 de mayo 1717, supuso este traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz. La decisión responde a distintas causas de orden geográfico, económico y político. Se proyectaron tres edificios: uno para la Casa de Contratación, otro para el Consulado de Mercaderes y otro para la Aduana, el único de nueva planta. Este hecho redundaría en un mayor cosmopolitismo de la ciudad, como enclave estratégico en las relaciones entre Europa y América, y la transformaría en buen campo de cultivo de las ideas liberales de la Ilustración que se plasmaron en el ideario de las Cortes de 1810.
La Casa de Contratación estuvo en Cádiz durante 73 años, ya que en 1790 se suprime la institución, que se estableció en 1503 para fomentar y regular el comercio y la navegación con los territorios españoles en Ultramar. De hecho, el decreto de libre comercio de 1765 supuso el primer paso hacia la liberalización de este comercio con otro puertos peninsulares.