CRÓNICA J-10. El Ramón de Carranza recibía en la tarde-noche del domingo el partido liguero frente al Sporting de Gijón con otra cara, un poco más optimista, tras la victoria copera entre semana en La Romareda. Tras tantos partidos amargos y decepcionantes (ocho choques consecutivos sin conocer la victoria), el Cádiz afrontaba el envite de nuevo con la urgencia de ganar, pero ya sabiendo que no se le ha olvidado, para comenzar a reaccionar y salir cuanto antes de la zona de descenso a Segunda B.
Y el once conformado por Álvaro Cervera confirmaba que se busca ese cambio necesario, también es verdad que obligado por las bajas. Como gran novedad, el canterano Manu Vallejo se mantenía como referencia arriba, al igual que acababa el partido de Zaragoza; además, Brian Oliván (en Copa se vio que sigue siendo un jugador interesante, pese a no entenderse con el míster) y el veterano Sergio Sánchez debutaban en la competición. Así, el equipo titular se dibujaba, en la pizarra, con: Cifuentes bajo palos; Oliván, Correa, Sergio y Kecojevic, en defensa; Garrido, José Mari y Álex en el centro del campo; Jairo y Aketxe, de extremos, y el chiclanero de delantero, pese a estar Lekic disponible en el banquillo.
Cerca de 12.000 personas en las gradas aplaudieron con fuerza la salida de ambos conjuntos acompañados por mujeres que han padecido cáncer de mama, como gesto de la entidad cadista con el reciente día de lucha contra esta enfermedad. Y desde el minuto uno, el silencio se hizo en el estadio, a la expectativa de ver qué Cádiz saltaría al verde.
Los asturianos parecían querer llevar la iniciativa hasta que Carranza comenzó a despertar y a animar, sobre el minuto 10, lo que ‘encendió’ a los de casa, que gozaron de sus primeros acercamientos al área de Mariño, como un cabezazo de Garrido tras saque de córner que puso en aprietos al portero, y más adelante, un lanzamiento lejano de Aketxe.
Los de amarillo mostraban ganas, seriedad y competitividad ante un rival hecho para ascender pero en mitad de la tabla del que se intuía que tenía peligro, pero que apenas estaba inquietando a Cifu, aunque en el minuto 30 daba el susto marcando: un gol anulado en una extraña jugada.
Poco después Cervera se vería obligado a hacer su primer cambio: Marcos Mauro entraba por Ivan Kecojevic, que un rato antes se había hecho daño en un brazo, en un amago de chilena. Las lesiones siguen aquejando este curso al Cádiz. Un Cádiz, que pese a no concretar más ocasiones hasta el descanso, estaba dejando buenas sensaciones tanto arriba como atrás, y mantenía a la afición enganchada.
Salieron los amarillos mandando con descaro en el segundo tiempo, sin dejar maniobrar a los hombres de Rubén Baraja, y en el 52 Jairo se veía en un mano a mano imperdonable ante Mariño… y perdonaba. Seis minutos después era Vallejo el que tenía media ocasión dentro del área. Y acercándose el 70, el vasco probaba con un disparo lateral.
El Sporting continuaba conformándose con el punto, y si acaso con aprovecharse de algún fallo del más necesitado, que nadie podía negar que no lo estaba intentando. Mas el único que quería el gol, era el equipo de casa. Para los últimos veinte minutos, se incorporaba a la partida Salvi, tras dos partidos ni convocado, sustituyendo a Jairo, y quedaba haciendo pareja con Manu Vallejo en la delantera. También entraría Karim por Jose Mari. Entretanto, un tiro cruzado de Neftali lo detenía Cifuentes sin problemas, y en la otra portería, el sanluqueño era el que se encontraba con el meta asturiano.
Los visitantes apenas habían disparado a puerta en todo el encuentro, y en el 86 por poco dejan helado al Carranza con un tiro frontal de Andre Sousa, que salvaba el de Albacete pegado al poste. El susto animó al Cádiz, que volvió a apretar en los suspiros finales, alentado por la afición, más el 0-0 inicial del marcador no lo movería nadie.
Y los aplausos, tímidos, despidieron a los suyos, merecedores de algo más que un insuficiente puntito. Hay que seguir luchando para escapar de abajo, y con esta actitud, la victoria tendrá que llegar más pronto que tarde, no hay que desanimarse. “El equipo me ha gustado mucho por momentos. Hemos sido fuertes y hemos logrado que el Sporting apenas cree peligro”, resumía Cervera en el postpartido, reconociendo a la vez que “eso no basta para ganar”. DIARIO Bahía de Cádiz