Frente al desmantelamiento de la sanidad y la educación públicas, este fin de semana tanto la Marea Blanca Gaditana como la Marea Verde Cádiz han promovido sendas acciones en la capital gaditana.
Por un lado, la Marea Verde y la Coordinadora de la Escuela Pública de Cádiz, junto a otros colectivos y organizaciones sindicales, llevaban a cabo en la mañana del sábado una performance en la playa de La Caleta y el entorno, que en la antesala de la protesta ya era replicada por el delegado territorial de Educación, afeando que se teatralice un “enfrentamiento que en la realidad no existe” entre la pública y la privada.
En concreto, se ha buscado recrear la “privatización” de La Caleta, “para trasladar el sinsentido de la apuesta de la consejería de Educación por la ocupación de educación privada concertada en las líneas y plazas educativas de nuestra ciudad”, una apuesta que “lleva emparejada, lógicamente, la reducción de la inversión en la educación pública y su progresivo desmantelamiento”.
La acción contaba con distintas partes, desde la presentación del romancero ‘El padre des-concertado’, la interpretación del tema del Cabrero ‘Andalucía que mal vives’, para concluir con una performance en la playa: la presentación simbólica de matrículas de las familias, que tras unas “entrevistas de idoneidad”, podían ocupar la zona de La Caleta perimetrada para “uso y disfrute de los privilegiados” de los admitidos en la zona concertada. La mañana finalizaba con una concentración de los asistentes repasando situación de la escuela pública de Cádiz.
Marea Verde y la Coordinadora, explican en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, pretenden con esta acción simbólica denunciar esta “estafa de la enseñanza privada concertada por los siguientes motivos: en los centros concertados se atiende menos a los niños con NEAE y NEE; la población migrante se concentra en colegios públicos a pesar de que el total de matriculados en la concertada sea (en la capital) más de la mitad; la religión así como la empresa privada no puede dominar la educación de una ciudad porque se vulneran los derechos de la infancia; y la ley que blinda la concertada es injusta y desproporcionadamente avasalladora con lo público, lo de todos”.
En este sentido, se incide en que la “mal llamada libertad de elección”, que tanto repiten las derechas, “es el peor de los engaños porque sólo respeta la libertad de elección de una parte de la población, frente a lo público que representa la democracia en tanto en cuanto protege la igualdad de oportunidades y que nunca debería convertirse en subsidiaria de la educación”.
“Con esta perfomance queremos dejar patente que los intereses particulares de personas concretas o lobbies no pueden estar por encima de los derechos de una ciudad y que invertir dinero público en una empresa privada hace que indiscutiblemente se invierta menos en lo público, ninguna administración debería permitirlo”, sentencian desde la Marea Verde.
Para estos colectivos, el desmantelamiento de la pública “es palpable y visible” en la capital gaditana, una de las ciudades de Andalucía y de España con más centros privados-concertados: “cierre de líneas, cierre de colegios enteros, y menos inversión por parte de la Junta”.
LA JUNTA DEFIENDE SUS “CIFRAS RÉCORD” DE INVERSIÓN
Sin esperar a que se celebrara esta protesta, el delegado territorial de Educación en Cádiz, Miguel Andréu, el mismo viernes difundía un comunicado para resaltar que el actual Gobierno andaluz “ha impulsado los mayores presupuestos para la educación pública de la historia, con cifras récord. Un dato objetivo fácilmente contrastable”. No hay que obviar que las comunidades autónomas han recibido fondos extras del Estado, también para educación, como motivo de la pandemia.
Así, para este político colocado por Ciudadanos, que se aferra a las cifras globales (no las de la Cádiz), hablar de “reducción de la inversión, no tiene la más mínima credibilidad. El crecimiento de la inversión en la red pública respecto a 2018 es de 936 millones, un 16,8% más”
En cuanto a los conciertos educativos, defiende que están regulados desde 1985: “el concierto facilita a las familias el acceso a plazas públicas en centros privados en las mismas condiciones que en la red de titularidad pública y por tanto la posibilidad de elegir el modelo de enseñanza que entienden mejor para sus hijos, como recoge la Constitución”, afirma Andréu.
En este punto, sostiene que las derechas que sustentan el Ejecutivo autonómico “apuestan por la mejora de todo el sistema educativo andaluz en su conjunto, independientemente del tipo de centro donde las familias decidan libremente escolarizar a sus hijos”.
Y el delegado territorial llega a reprochar a la Marea Verde su convocatoria del sábado, convencido de que “teatralizar un enfrentamiento, que la realidad demuestra ficticio, entre las redes pública y concertada no beneficia en nada a la educación, sino todo lo contrario”.
La Junta termina ofreciendo números: en un contexto de bajada de la natalidad, en la ciudad de Cádiz hay 597 plazas libres del segundo ciclo de Infantil en centros públicos y centros concertados; en Primaria son 963 entre ambas redes y en Secundaria obligatoria, 642.
“ABRAZO” A LA SANIDAD PÚBLICA
Y este domingo ha sido la Marea Blanca Gaditana la que ha llamado a movilizarse una vez más en defensa de la sanidad pública con una concentración que simbólicamente ha rodeado la delegación territorial de Salud de la Junta de Andalucía, en la calle María Auxiliadora; acción en el marco de la campaña estatal bajo el lema ‘Salvemos la atención primaria’, que se ha repetido en otros puntos del país.
Los convocantes reiteran que un sistema sanitario público “potente, universal, gratuito en el acceso, equitativo y de la máxima calidad es fundamental para tu salud y para la de los tuyos. Además de un orgullo para una nación”, pero en el caso concreto de Andalucía, se evidencia que la calidad de la atención en la mayoría de centros de salud está, a raíz de la pandemia del coronavirus, está a un nivel preocupante nunca conocido, mientras el bipartito liderado por Juan Manuel Moreno Bonilla “quiere normalizar la aberrante situación actual”.
Sólo hay que tratar de pedir una cita con el médico de familia, toda una odisea, con demoras de hasta dos semanas, ‘misión’ que se complica si además se requiere que sea presencial. Ello está provocando que, quien se lo pueda permitir, este pasándose a seguros médicos privados; pero el que no, queda relegado “a la marginación”.
“En muchos países alucinan con nuestro sistema sanitario público. Hay que recuperarlo. No nos resignamos a que lo desmantelen”, apostillaban desde la Marea Blanca para animar a participar en su protesta de este domingo.