La asociación Calor en la Noche, que suma ya siete años ofreciendo desayunos diarios a personas sin hogar o con especial necesidad en la ciudad de Cádiz, y que en este periodo también ha ampliado su “atención integral” al colectivo en otras poblaciones gaditanas, acaba de poner en marcha el llamado Hogar Parmenia, en una vivienda cedida por el Ayuntamiento: “se trata de dar dignidad a personas que necesitan que alguien les dé una oportunidad”.
Este nuevo servicio consiste en un piso tutelado en el que quedarán alojados tres sintecho. El objetivo es que “sea un recurso temporal, un trampolín para que estas personas lleguen a mantenerse con sus propios medios y alcancen la meta final, que no es otra que poder ser independientes y estar completamente reinsertados en la sociedad”.
La presidenta de Calor en la Noche, María de la Palma Mení, explica en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que se trata de un proyecto “muy esperado” que se lleva varios meses trabajando. El primer paso fue conseguir, a través de la firma de un convenio el pasado mes de mayo, la cesión de una vivienda por parte de la empresa municipal Procasa. A partir de ahí los trabajadores sociales y voluntarios de la asociación han estado preparando la casa y realizando la selección de sus primeros inquilinos.
Estos beneficiarios han sido seleccionados de entre las personas que acuden al local de desayunos (en el Campo del Sur) a diario “y con los que se hace un trabajo más profundo, de acompañamiento y seguimiento a todos los niveles”.
“Las tres primeras personas seleccionadas comparten un perfil concreto: son personas sin hogar con potencial más que suficiente para rehacer su vida y salir de esa situación de sinhogarismo. Lo principal es que tienen la ilusión de conseguirlo, pero les falta un respaldo más que necesario”, entienden desde Calor en la Noche.
Entre los problemas que presentan las personas que se acercan cada mañana para ser atendidas por esta entidad lasaliana está la falta de opciones de pernocta a cubierto, puesto que las plazas que se ofertan, bien en el albergue municipal o en los de asociaciones del sector, son limitadas y por un tiempo determinado, “y así tienen muy difícil conseguir una estabilidad que debe continuar con la consecución de un empleo o la normalización de su vida cotidiana”.
“LA ENTIDAD REALIZARÁ VISITAS DIARIAS Y TRABAJO DE ASESORAMIENTO Y ACOMPAÑAMIENTO A LOS OCUPANTES DE LA CASA”
Calor en la Noche ha establecido una serie de normas y protocolos en esta vivienda temporal que los usuarios tienen que asumir, respetando siempre la correcta convivencia entre ellos y con el resto de vecinos. Estas personas recibirán el apoyo de la asociación para el mantenimiento de la casa, “pero ellos también tienen el compromiso de aportar lo que puedan en virtud de sus posibilidades”.
Tanto los trabajadores sociales de la entidad como algunos voluntarios harán un seguimiento permanente de la estancia de estas personas “con visitas diarias y trabajo de asesoramiento y acompañamiento”. Una vez que sus ocupantes vayan alcanzando los objetivos propuestos y estén preparadas para iniciar una vida “normalizada e independiente” dejarán libres sus plazas en la vivienda para que puedan ser ocupadas por otras personas sin hogar.