DÍA 4 (4ª CLASIFICATORIA)
¡Cuatro noches nada más! Sí, hija, sí, todavía vamos por la cuarta clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2024). Y mientras Cádiz se encierra en un teatro en modo onanista, ahí fuera ahora toca bombardear un poco más a Yemen. ¡Más batallas de coplas y menos guerras imperialistas, ome, porfavó!
Este viernes de viento-frío saborío se desarrolló una preliminar casi igual de desaboría, y con mucha humedad de inicio, coincidiendo dos agrupaciones ¡bajo el mar, bajo el mar!, ejem. El coro de Luis Rivero ‘El paraíso’ abrió función y la cerró la chirigota de Diego Letrán, ‘Los de Canal Sur’; ambas con su nivel, sin pasarse. Ya el resto fue un vaivén de cositas decentes e indecentes, dignas de esta fase del concurso.
Po vaya nochesita se va a tragar el Pacha Espino, ahí en ese palco: castigao por no haber renovado con el Cádi, hala. Juan, ponte el cinturón que nos vamos. Maripili, tira de la palanca y lleva este cronicón en diferido hasta el infinito y más allá. Y si alguien quiere costear el viaje, la hucha sigue abierta…
‘El paraíso’, Caleeeetaaaa
Las 20.05 horas. Arriba telón. Ah, no, po no. “Que viven como reinas las mojarritaaaas”. Con introducción en el proscenio a lo Corrusquillos gaditanos, saluda ya con las cortinas abiertas el coro de Luis Rivero bajo el mar, bajo el mar, nadie nos fríe ni nos cocina en un sartén… ejem. En las profundidades caleteras se asienta esta propuesta, “donde descansan las almas eternas de gaditanos que no morirán…”. Camarones, erizos, cangrejos con mucho brillito, en un fantasioso paraíso, glup glup glup. Luis Rivero y Juan Manuel Moreno Gandul firman letra y música. ¿Habrá alguno con el tipo de holoturia, Juan? En posición, y a los tangos acuáticos. Frente a quienes siguen denostando los coritos-musicales y bailongos se lanza la primera letra, “qué me importa que ladren si para contestarles aquí está mi garganta, a ver quién se atreve a negar que esto es un tango como dios manda”. Miguel Ángel Fuertes se adjudica el segundo tango, treintaicinco años controlando a todos los salmendros en el escenario y a punto de jubilarse, echando en falta un homenaje del carnaval a su persona-figura. En la tanda de cupleses llaman guarro ar Kichi, y una boda interruptus en Jerez, porque la novia no era Shakira. Fale. “Cádiz es tan marinera que desde el día en el que se hizo, esconde en la Caleta su paraíso, su paraíso”. Queda dicho en ese estribillo. En marcha el popu, y en la primera cuarteta ya está to desarmao, illo, y empieza el meneíto. Ola que viene, ola que va. “El milagro de hacer resurgir a nuestra ciudad, sólo vendrá mirando al mar… y a navegar sin esperar”, se remarca antes de hundirse nuevamente en la Caleta, “donde Cádiz mira al mar para hacerse eterna, con el manto universal de cada marea”. Gana por goleada el envoltorio.
‘Los atlantes’, verdín reseco
No sacamos la cabeza del agua, chato…, bajo el mar, bajo el mar, hay bailarinas, son las sardinas, ven a bailar… ejem, Juan. Glup glup glup. “A este planeta lo están matando por dentro…”, alertan desde una resurgida Atlántida, aquella mítica isla mencionada y descrita en textos de Platón, wiki wiki. Desde Chipiona, ya pisa las tablas ‘Los atlantes’, con letra de Alfonso Galán Junquero y Miguel Ángel Cruz Bernal, y música de Cristóbal Colón Rodríguez. De primeras, piropillo, otro, más…, “aunque yo sea provinciano, defenderé Puertatierra con alma de gaditano… te quiero devolver todas las coplas que hace años te debía”. No hacía falta, hermano. “Maldita sea la sociedad, malditas guerras y maldito el ser humano”, sentencia el otro drama-pasodoble, entre el sueño y la realidad, parece que de una niña palestina. Desarrollo subacuático. Un cuplé en turco y otro mariscando al coro del Rivero, para una fritaíta. Y de nuevo resuena el viven “como reinas las mojarritaaaas”. Juan, toma aire y a bucear en ese pupurrí homenaje a la Greta Thunberg, “cuida tu planeta o estamos condenados”. “Una vez la mar nos castigó, pero a final, aquí seguimos cantando… para buscar a mi tierra, mi tierra”, se cierra la pecera con fiesta, entre papelillos, húmedos.
‘Cariño… necesito mi espacio’, rumbita interestelar
Desde Camas a la vía láctea, sin lactosa, como poco. Chirigota sevillana sobrevolando en nave el Falla, ‘Cariño… necesito mi espacio’. El secreto estaba en la NASA. “Ya lo dijo mi mamá, soy un chico espacial”, sentencia esa monótona presentación sin gravedad (me adelanté a la chanza del estribillo, perdón), jugando con las palabras para buscar el chiste entipado. José Enrique Solano pone la letra y Sergio Caro, la música. “Permíteme que te quiera, a mí manera”, subraya el piropillo estándar de entrada, con algún puntillo, Juan, no diga que no, que “cuando yo vengo a verte, lo que más busco es aparcamiento”, jeje. “No vea la de cosas que se hacen con la lengua”, relata el segundo pasodoble guasón que termina seriote, sacando la lengua a la ELA. Botox de Valverde y váper de sandía escatológico conviven en la tanda de cuplés, aplaudidos con generosidad. Cameo de un ET de rodillas, emmm, en ese popurrí planetario con astronautas fieles seguidores del Bizcocho. Galaxia por venir. ¡¡Chirigota chirigota!! La familia, Juan, y uno más.
‘El golpe’, róbame
La maqueta del Falla, encalao, domina la escena en la entrada de ‘El golpe’, comparsa de Granada, nanana nananá nananá. A robarte un beso por carnavá, o asín, se presenta esta banda de cacos bien ensayá, con la autoría de José Antonio Guarnido Ayllón y José María Victoria Rejón. Ilusión, respeto, trabajo y corazón desprende el primer pasodoble casi pidiendo perdón por pisar estas tablas, que “le hemos puesto tanto empeño, para que no pienses que vengo a robar, te regalo mi copla como hermano, y así sentirme más gaditano”. Enésimo sueño cumplido, Juan. El Falla es lo que tiene. En la otra letra, la inocencia robada a tantas pobres criaturas en catequesis encubiertas, con deseo de que esos curas malajes ardan “en el infierno”. Efectos especiales en el momento cuplet, rondando uno de ellos por la calva ceniza de Rubiales. “Para dar el golpe y robarte el corazón”: estribillo más que probable, Juan. “Pa que me roben, mejor le robo yo”, anuncia un popurrí sin maldad, que son ladronzuelos güena gente, soñando con una sociedad ideal sin tangazos. Atraco correcto. En los veintipico minutos no hay cameo que valga de ni del Robert Redford de Puntales ni del Paul Newman de Segunda Aguada.
‘¡Qué doló de muñeca!’, odio a las barreras arquitectónicas
Primer cuarteto de la temporada, ambientado en una casa encantada. ‘¡Qué doló de muñeca!’, con Daniel Rosales Gatica y Francisco Manuel Pastrana Casado en la autoría. Parodia con las bragas como el aquasherry, un artesano de las pajas hechas a mano, calamares a la rumana… Eso de entrante. Tres chavalas raras, una gótica, una choni y una hippie, invocando a los espíritus. Acongojadas, se buscan un cura alcoholizado, y ahí aparece el “espíritu suelto, ¡qué pestaso!”, una muñeca cabezona, metiéndose en el cuerpo de las demás. Toca exorcismo y ya está el maligno fuera. A los cuplés. Buuuhh. Bastinazo para sordos, bajada de tanga y “léeme los labios”, en uno de los cuatro de la tanda. “A ver si desaparecen to los fantasmas del carnaval”, parapapapá pa pa pa pá, apaga la luz, Marilú. Reunión tapersex en el tema libre, con caldillo. Un policía de Burgos, “por la morcilla”, en modo stripper. Recuerdo a Paquito del Mentidero, y a por la cuarteta cantada con shentimiento…, “sólo somos chavales que por esto se desviven, es lo que hay soy cuartetero, esta es mi vida, la que yo quiero”. Juan, es lo que quieren. Invocando… clemencia.
‘El hum’, que tra-du-ci-do resulta… el zumbido
Medio pueblo de Dos Hermanas patalea jaleoso en el Falla ante la aparición en escena de ‘El hum’, comparsita procedente de allá, con un tipo de comparsa estándar: sombrero, chaqueta, fular, gafas redonditas… y un embudo, cuidao. “¿A qué suena está ciudad, carnavalera y flamenca?… a gente que está despierta… ¿a qué suena Cádi?”. Por ahí anda el holaquéhay a lo anuncio de compresas. Víctor José Ramos Luque escribe y pone la música. Un pasodoble ¿a la voz segunda?, “hace que nos envenene y nos lleve en brazos hasta la eternidad”. No lo tengo claro, Juan, te pierdes dentro, cuando acaba la pieza no te acuerdas ni que empezó, ni de por qué seguir viviendo. “Te lo dice un gaditano, que se siente extraño en su propia ciudad”, se lamenta la otra letra que parece quejarse de lo difícil que es vivir en Cádi, cada día más sola pero con más guiris. O puede que me lo esté inventado. Los cupleses no sintonizan, ahum ajum. En el popurrí aceite-de-ricino insisten en preguntarse a qué suena Cáiiii. A cualquier cosa menos a ese popurrí. Juan, ¿qué ha pasao aquí? Ajum…
‘Los del Canal Sur’, y las culpas del yacimiento
El velcro de esta función de digestión complicada lo pega, cruzando la medianoche, la comparsa fenicia de ‘Los del Canal Sur’, con hasta cuatro letristas, no vea que liaso, escribiendo a cuatro manos: Marco Antonio Romero, José María Moreno, Luis Miguel Rossi y Mario Rodríguez, que también hace la música. “La de años que lleva este aquí, no soy antiguo, yo soy vintage”, pregona la presentación resultona, entre Kotinousa y Erytheia, las antiguas islas que conformaron la actual Cádi, divididas por ese canal sur. Un primer pasodoble de re-presentación y piropillo a la Tacita, “mi cara, mi cruz y la musa de mis coplas”, musicalmente top. ¿Han dicho Ivarte? El comercio local con solera que se está perdiendo y es una pena se lleva la segunda letra. Uno de los cuplés, picante. “Montamos muchos comercios y ahora namás que vemos: carnicería, ¡un trastero!, peluquería, ¡un trastero!, zapatería, ¡un trastero!, ¿adónde vamo a llegá?, Cádiz, no te cabe ná”. Po ese estribillo ha tenío gracia, Juan. Pamplinas variopintas con la excusa del tipo en un popu arqueológico ameno, honesto…, “si tú quieres ser fenicio, po haber nacío antes… en mis tiempos de fenicio qué alegría, las sevillanas no existían”; hasta el remate solemne, ese “tú me cambiaste la vida, tú me hiciste gaditaaaanoooo”. ¿Han vuelto Los gadiritas, Juan?
Las 00.19 horas. Baja el telón. Aunque no por mucho rato, que este sábado a mediodía se estrena ¡¡el concurso de la cantera, Juan!! Este 2024 dedicado al malogrado ‘Paquito del Mentidero’, apuntado queda. Toca recogerse tempranito que si no, no vienen los Reyes Ma… anda, que parece que fue hace una semana… fue hace una semana, niña, ¡¡quita ya el arbolito!! Inteligencia Artificial, cámbianos la vida con una de tus frases célebres de mogollón: “La existencia precede a la esencia”, dicen que dijo el francés Jean-Paul Sartre. ¡No, el del Cádi era Sastre! Dany Rodway
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