Vendía papelas a diario a una larga lista de clientes que acudían a las inmediaciones de su domicilio en la calle San Judas, en el barrio del Mentidero, en el centro histórico de Cádiz. Acusado de delito de tráfico de drogas por “una incesante labor de distribución de cocaína”, la Policía Nacional acaba de detener a este hombre de 35 años de edad.
La investigación ha sido desarrollada por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Bahía de Cádiz durante varios meses con vigilancias y seguimientos, para recabar suficientes indicios y pruebas incriminatorias.
Según detallan desde la Policía en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, los agentes han esperado “el momento propicio” para proceder a su detención e intentar asegurar la aprehensión de una cantidad importante de sustancia estupefaciente “que pueda acarrear una larga condena”.
De este modo, el pasado 18 de agosto se procedió a su detención cuando circulaba en su coche por la capital. De modo inmediato, los agentes solicitaron la autorización judicial para poder llevar a cabo un registro en su domicilio, donde esperaban encontrar hachís y cocaína.
A primera hora de la tarde se inició el registro, con la incautación de 470 gramos de cocaína y 2.150 gramos de hachís. Además, le han sido intervenidos 49.440 euros en efectivo, “cantidad que se presume tiene su origen en el tráfico de drogas”.
La causa ha sido instruida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz, decretándose el inmediato ingreso en prisión de este vecino.
“VENDEDORES Y CONSUMIDORES DE UNA Y OTRA DROGA, HEROÍNA Y COCAÍNA, DISTAN MUCHO UNOS DE OTROS”
Esta actuación policial en la capital gaditana enlaza con las llevadas a cabo durante este mes para combatir el ‘menudeo’ de heroína (o rebujito), si bien esta vez, era la cocaína la sustancia con la que se traficaba. “Son perfiles totalmente diferentes, tanto los vendedores como los consumidores de una y otra droga distan mucho unos de otros”, sostienen desde la Policía; no obstante, “una gran parte de los toxicómanos que consumen heroína, se iniciaron en el mundo de las drogas con la cocaína y han acabado finalmente enganchados a la heroína”.
Las investigaciones sobre cocaína “suelen ser más laboriosas y requieren más tiempo”. Los traficantes toman más medidas de seguridad y es primordial para ellos ocultar los lugares donde almacenan la mercancía. En este caso, la cantidad de cocaína incautada, cercana a medio kilo, “da una idea del volumen de clientes a los que abastecía el investigado, ya que la mayoría de los que acudían a él compraban pequeñas dosis”.