La empresa Ibermad Medioambiente y Desarrollo se ha adjudicado por algo menos de 17.500 euros, y un plazo de ejecución de seis meses, el contrato para la elaboración de un estudio sociodemográfico de la ciudad de Cádiz que analice factores y variables que inciden en la incesante sangría poblacional.
Para este trabajo, encargado por la empresa municipal de vivienda, Procasa, se establece un periodo de estudio de los últimos cuarenta años, con especial énfasis en los últimos veinte. Se calcula que la capital ha perdido unos 43.000 habitantes desde principios de la década de los años 80 del siglo pasado, cuando rondaba los 158.000 vecinos; según el INE, en 2021 la población era de 114.244.
El estudio contratado debe realizar un diagnóstico de las causas, y aportar soluciones o propuestas para combatir la despoblación, centrándose además en la relación existente entre la vivienda y la pérdida de vecinos.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Vivienda, Eva Tubío, recuerda que Procasa definió en enero en su programa de acción anual que “este estudio podría ser útil para ayudarnos a entender la evolución de la ciudad y orientar nuestro futuro”.
Esta concejala izquierdista añade que pese a lo que viene ocurriendo en la ciudad desde hace cuatro décadas, la despoblación es un fenómeno extendido en otros puntos del Estado, y, de hecho, “más del 60% de los municipios españoles tiene en 2022 menos población que en 2001”. Una situación que “no se produce sólo en el ámbito rural, sino también en capitales de provincia como Sevilla, Bilbao o Valladolid, si bien es cierto que Cádiz es la capital que más población ha perdido en términos absolutos”.
No obstante, “a pesar de la constante pérdida poblacional, Cádiz se mantiene en 2022 como el municipio con mayor densidad de habitantes de Andalucía”, remarca Tubío.
Más allá de los elementos consabidos que influyen en la pérdida de población como crecimiento vegetativo negativo, el empleo y la vivienda, los factores que intervienen en la despoblación de un territorio suelen ser complejos y de tipología variada. Por ello, en el estudio encargado se exige “un análisis detallado que combine acercamientos desde enfoques demográficos, sociológicos, socioeconómicos y territoriales para identificar y valorar las causas del fenómeno e informar sobre las políticas públicas que inciden sobre el mismo”.
Tal y como recoge el pliego de condiciones, este trabajo se desarrollará en una primera fase de recogida, análisis y representación de datos estadísticos; una segunda fase de diagnóstico que permita identificar las causas de la despoblación tras el análisis de los datos y, por último, una tercera fase de propuesta de actuaciones, medidas y estrategias que permitan combatir, limitar y mejorar el problema de la pérdida de población en la ciudad.
Desde Procasa termina apuntando que esta preocupante despoblación en Cádiz se ha producido al mismo tiempo que se daba, especialmente durante los años de la burbuja inmobiliaria de 1997 a 2008, un aumento de la vivienda registrada hasta las cerca de 60.000 existentes. Esto le lleva a considerar como hipótesis de partida la incidencia de dos factores: la existencia de nuevas formas de vida convivencial que sitúan el tamaño medio del hogar en dos personas, así como el uso que se le está dando a la vivienda, que actualmente se reparte entre la residencial, la turística, la de estudiantes, la ruinosa y la vacía.
Y frente a la baja natalidad y el envejecimiento de la población de la ciudad, curiosamente el concejal no adscrito, Domingo Villero, ha elevado al pleno de este mes de junio una moción reclamando al equipo de Gobierno trabajar en un plan concreto de acción “lo antes posible”, implicado además a toda la oposición y colectivos locales.