Ocho años después de que la izquierda a la izquierda del PSOE desalojara casi sin esperarlo a Teófila Martínez de la Alcaldía de Cádiz, alguien nacido políticamente bajo el amparo de la santanderina y que ya fuera su concejal durante sus últimos mandatos, se convertirá en el próximo alcalde de la capital apelando paradójicamente al “cambio”. En la gaditana, como en prácticamente todas las capitales de provincias andaluzas, también triunfa la derecha este 28-M. Al menos la Tacita sigue sin querer ver a la ultraderecha dentro de su Ayuntamiento.
Aunque la victoria de Bruno García, vendido como todos los alcaldables populares en estos tiempos de Juanmamorenobonillismo como referencia de “moderado” y “dialogante”, ha llegado en el último momento del recuento de votos. Al inicio del escrutinio, con apenas un 3% de papeletas, ya se proyectaba la mayoría absoluta del PP, mas no ha sido hasta rondar el 99% del recuento cuando la sede provincial popular, en la calle Cánovas del Castillo, lo ha celebrado como el gol del Cádiz frente al Celta de Vigo horas antes. Entonces se pasaba de 13 a 14 concejales, y este jerezano de nacimiento, y los suyos, respiraban.
Hasta ese momento, pese a ganar holgadamente las elecciones (y más teniendo en cuenta que en 2019 el PP con Juan José Ortiz al frente se conformaba con 6 concejales), las caras en la sede popular no eran de fiesta, y es que los números daban para que la otra parte del tablero sí sumara a lo justo la mayoría absoluta: tanto el PSOE como Adelante Izquierda Gaditana llegaban a los 7 concejales cada uno, con algunas papeletas más los socialistas que además ya empezaban a soñar con vestir a su Óscar Torres con el traje de alcalde. Pero casi en la prórroga, el PP sumaba ese escaño más, y Adelante lo restaba. Y el PSOE, se quedaba con las ganas.
Acaba aquí la era José María González ‘Kichi’, que ha decidido dar un paso al lado y cumplir su palabra, no estar más de ocho años en política institucional. Su sucesor (y asesor en la sombra en los últimos años), David de la Cruz, pese a conseguir la complicada unidad casi total de las izquierdas en la ciudad (en el último momento, huyó Podemos para presentarse en solitario y no llegar ni a las mil papeletas), y hacer una campaña más que motivante y realista, parece que no ha podido contrarrestar el hastío generalizado y el desgaste de ocho años de gestión (e igualmente el desgaste mediático). La formación heredera de Adelante Cádiz (y esta a su vez de Por Cádiz sí se puede), que en 2019 logró casi la mayoría, 13 concejales, se debe conformar con 6. Habría que preguntarse si con la figura de ‘Kichi’ de candidato otra vez los números hubieran sido otros.
Y el PSOE, que partía de sus peores resultados en unas locales en la ciudad, los 5 concejales que logró Fran González en 2019 antes de dimitir (y de ser recolocado meses después al frente de la Zona Franca), con Óscar Torres de candidato llega a los 7 ediles para el próximo mandato.
No habrá más partidos en el pleno gaditano: PP, PSOE y Adelante Izquierda Gaditana y los tres estrenando líderes, y buen rollo entre ellos. Pese a que se presentaban más papeletas que nunca este 28-M, el resto de fuerzas no ha podido alcanzar un mínimo de 5% de sufragios para ganarse al menos una silla.
Vox ha estado cerca, pero finalmente no ha superado el 4,6% de apoyos totales. Por detrás ha quedado una de las opciones populistas, Ahora Cádiz, con Eugenio Belgrano al frente (ha cosechado el 3,7% de los votos); y más a la cola, la otra candidatura singular espoleada por AxSí, la encabezada por el granhermano Ismael Beiro, que ha convencido al 2,3% del electorado (o lo que es lo mismo, 1.349 papeletas). Justicia Social le ha superado en votos. Y por detrás, tanto Ciudadanos como Podemos, con apenas un 1,7% de respaldo.
En estos comicios, Cádiz ha vuelto a sobresalir por el dato de participación durante toda la jornada (con respecto al resto de provincia y Bahía). Al final, ha pasado por las urnas el 61,68% del censo electoral, casi un punto menos que en 2019.