CRÓNICA J-4. Tercer partido en menos de siete días del enrachado Cádiz de Cervera: este viernes por la noche abría jornada en Segunda recibiendo en el Ramón de Carranza al Gimnástic de Tarragona, colista, y con el excadista Eddy Silvestre en sus filas. Un equipo amarillo en lo más alto de la tabla, en la tercera ronda de Copa de Rey –se jugará el pase en dos semanas en casa ante el Osasuna-, y con la mejor noticia posible, Alvarito, de nuevo contento en el once titular, tras firmar esta semana su ampliación y mejora de contrato hasta 2022, después de jornadas complicadas al verse en Primera.
Con el objetivo de ganar en liga ante su afición –más de 13.000 personas en las gradas- y seguir arriba y sobre todo mostrando sensaciones de plantel serio y maduro, el técnico dispuso de un equipo inicial formado por. Cifuentes en la portería; Carpio, Brian Oliván, Servando y Mauro, en defensa; Garrido y Abdullah en el centro del campo; Alvarito, Aitor, Salvi y Barral arriba.
El Cádiz dominó con suficiente claridad durante el primer tramo de choque ante un conjunto catalán ausente arriba y dubitativo atrás, y Garrido y Aitor disponían de las primeras ocasiones de cierto peligro. El Nástic, a la defensiva, dejaba hacer y los locales trataban de buscar huecos.
A la media hora de juego, los hombres de Lluis Carreras se acercaban tímidamente a Alberto Cifuentes, cuando la densidad y el tedio comenzaban a apoderarse de la partida, y el Cádiz ya daba síntomas de bloqueo. Apenas una semi-oportunidad de cabeza de Salvi anticipó un descanso necesario para aclarar ideas.
Los de casa, de nuevo, se mostraron más activos y ambiciosos en la reanudación. Y en el minuto 52 se encontraron con una falta peligrosa a favor en la frontal del área: Aitor fue el ejecutor, pero la pelota no entraba tras rechazarla el portero Dimitrievski y estrellarse en el palo, pero David Barral aparecía, listo, y lograba abrir la lata, el 1-0 que ya se estaba haciendo de rogar.
Lo más complicado estaba hecho. Ahora le tocaba a los tarraconenses hacer algo y abrir líneas, algo que le viene ideal a este Cádiz engrasado y que sabe qué quiere y cómo. Cinco minutos después, Maikel ponía a prueba a bocajarro a un Cifuentes, frío aunque atento. Como respuesta, Garrido viendo hueco, disparaba desde lejos. El choque se abría y Carranza disfrutaba con el estado de gracia de los suyos.
El conjunto amarillo no obstante, seguía asustando, ya con Carrillo en el campo en el sitio de Barral. Y en el 72, el recuperado Álvaro García, se inventaba tras un carrerón el segundo. Un golazo por si alguien dudaba del utrerano tras lo vivido en los últimos días con su posible marcha al Getafe. La grada coreaba “¡Alvarito, ooeee, Alvarito, ooeee!”, también cuando minutos después tenía que retirarse medio lesionado, sustituido por Romera. Parece que no es grave.
Respondía el Nástic al segundo gol de los de Álvaro Cervera con un remate de Barreiro por encima de la portería, mas el cadismo era ya una fiesta en la recta final, en la que se vieron más fallos que aciertos.
De momento, este Cádiz, que ya era colíder junto a Sporting y Numancia, duerme esta noche liderando la tabla de LaLiga 123 en solitario, y henchido de confianza. DIARIO Bahía de Cádiz