CRÓNICA J-33. De partidazo en partidazo. No hace ni siete días el Cádiz se veía las caras con el Huesca y este domingo de Resurrección tocaba viajar hasta el campo del Rayo Vallecano, uno de los conjuntos más en forma LaLiga123, que lucha ya decididamente por volver a Primera. Otra verdadera piedra de toque para tasar las posibilidades reales de los gaditanos.
Un choque con ambiente de hermandad entre aficiones en el que Álvaro Cervera se vio obligado a recomponer su once predilecto de las últimas jornadas, por las bajas de Salvi, Perea y Kecojevic. Así, el equipo titular lo formaron: Cifuentes, bajo palos; Carpio, Correa, Servando y Marcos Mauro, en defensa; Garrido, Álex Fernández, y Eugeni en el centro del campo; y arriba David Barral, con Alvarito en una banda y Carrillo en la otra; toda una sorpresa la incorporación del murciano como extremo.
Tras unos minutos de estudio y respeto mutuo sobre el verde, el Cádiz fue acomodándose y gozando de dos buenas ocasiones para ponerse por delante en el marcador: en el minuto 12, Álvaro García robaba en la media, corría y cedía para que Barral, con todo a favor, errara su disparo. Y cuatro minutos después, mientras el utrerano era atendido en la banda tras chocarse con la valla de publicidad en uno de sus sprint, Eugeni sacaba de esquina y Garrido, en el segundo palo, cabeceaba muy cerca de la portería.
No pintaba nada mal el partido para los visitantes, pero la calidad se hizo notar, como en el partido del lunes con el Huesca. Y en el 18, los madrileños marcaban en una acción aislada el 1-0 con un golazo de Trejo, que chutó con efecto a puerta tras un mal despeje.
El tanto en contra desactivó a los gaditanos, que apenas volvieron a asustar arriba, salvo un tiro cruzado de Carrillo que detuvo Alberto. Por su parte, el Rayo perseguía adormecer el ritmo. La partida se encaminaba hacia su ecuador, sin sobresaltos, hasta que en el 39 los de Cervera lograron culminar una contra perfecta, iniciada por el ex del Sevilla Atlético que se inventaba un pase fabuloso a Álvaro, que se metía en el área y caía –o era derribado- cuando iba a disparar, y en el rechace era Barral el que conseguía colarla dentro de la portería. Empate justo al descanso.
Mucho más vivo volvió al campo el Cádiz, atosigando con presión y con varios córner, y un lanzamiento con veneno de Álex desde lejos. Los amarillos se sentían con más ganas que los hombres de Míchel, que no terminaban de encontrarse.
Pasados los primeros veinte minutos, el Rayo comenzó a despertar con sendas oportunidades de Raúl de Tomás y de Bebé. Cervera buscaba dar aire a los suyos con los cambios: salía Abdullah por Eugeni y Jona por Carrillo; ante un rival ya con urgencias, ansioso por verse superior arriba a un Cádiz algo desorientado y cansado a estas alturas.
La tensión se palpó en los minutos finales, con los locales apretando y poniendo en aprietos a la defensa amarilla. Un Cádiz ya más que conforme con el puntito, que con todo supo actuar con cabeza para alejar las embestidas. Y el 1-1 se hizo definitivo.
Esta Semana Santa se cierra con dos puntos cosechados ante Huesca y Rayo que a priori están a otro nivel, y que mantienen a los amarillos en la pelea por el ascenso directo, a la que se une el Sporting, el nuevo líder. Nueve finales por delante…DIARIO Bahía de Cádiz