CRÓNICA J-25. “Estamos aislados de todas las situaciones”. Con estas palabras de Álvaro Cervera se plantó en la sobremesa del sábado el Cádiz en Tarragona, tras unos últimos días convulsos en la parcela institucional, salpicada por la detención y prisión preventiva de Quique Pina por posible delito de blanqueo de capitales. A ello se suma que, pese a que la situación en la tabla sigue siendo de momento privilegiada, las sensaciones deportivas no acompañan desde hace jornadas.
El entrenador sacó de inicio ante el Nástic, luchando en la zona media baja de Segunda y con Nano Rivas de nuevo en el banquillo tras lograr la permanencia la temporada pasada, a: Cifuentes bajo palos; Carpio, Lucas, Servando y Kecojevic, en defensa; Eugeni, Abdullah, y Álex Fernández, en el centro del campo; y Salvi, Álvaro y Carrillo, arriba. Y de nuevo, Barral ni entre los convocados para viajar a Catalunya.
La primera mitad fue un verdadero tostón, con dos conjuntos, en la mayor parte del tiempo, jugando a nada. Los primeros en acercarse al área fueron los de casa, con una ocasión de Javi Márquez en el minuto 9, respondida por los amarillos con un remate de cabeza de Ivan Kecojevic, desviado, en un saque de córner.
El encuentro avanzaba y se consumía entre faltas, tarjetas, parones, imprecisiones y como mucho lanzamientos de esquina o disparos aislados, como el de Álvaro García o el de Álvaro Vázquez, por uno y otro lado. La oportunidad más clara sucedía a la media hora, en un córner aprovechado por Manu Barreiro con un derechazo que se marchó cerca del palo cadista.
Y en el inicio de la segunda mitad no se atisbaba que el panorama pudiera cambiar. Aunque poco a poco, al menos, los equipos expusieron algo más arriba, y se sucedieron algunas ocasiones. De hecho, en el minuto 49, Cifuentes volvía a demostrar su buen estado de forma salvando un mano a mano de Maikel Mesa; y diez minutos después repelía un tiro de Javi Márquez. Antes, Carrillo había tenido el 0-1 solo ante Dimitrievski, asistido por Salvi, pero casi no llegó ni a rematar.
A lo largo de este periodo, Cervera dio oportunidad a Dani Romera por Eugeni, e hizo debutar a los otros dos fichajes invernales, Jona y Fausto Tienza. Alberto Cifuentes seguía erigiéndose como clave atrás, aunque a medida que se acercaba el pitido final, los tarraconenses parecían conformarse con ese puntito, y los gaditanos daban cierta sensación, tímida, de querer buscar los tres. Así, en el 77 Lucas Bijker ponía en aprietos al meta local, que despejaba una pelota se ajustaba al palo, a córner. Y poco más. 0-0 en el marcador y las mismas sensaciones raras: este Cádiz no está bien. DIARIO Bahía de Cádiz