CRÓNICA J-9. Tras cuatro partidos consecutivos sin marcar y un punto de doce posibles, el Cádiz se plantaba este miércoles en la ciudad deportiva del Sevilla con cierta zozobra por frenar una dinámica preocupante, que de momento se soporta por el buen inicio liguero. Ni entonces el equipo era tan bueno ni ahora tan malo, repite Cervera. Lo que no se entiende es ese cambio de ¿aptitudes? Y enfrente, un Sevilla Atlético colista que a estas alturas no ha ganado ni un partido. Toda una incógnita.
Con más de 1.500 aficionados amarillos en las gradas del Ramón Cisneros –parte de los autobuses llegó con el choque iniciado-, en esta jornada entre semana el técnico cadista plantó un once formado por: Cifuentes en la portería; Brían Oliván, Correa, Servando y Kecojevic., en defensa; Abdullah y Álex Fernández en el centro del campo; y Rubén Cruz de mediapunta, con Salvi y Álvaro García en las bandas y Barral arriba. Extrañó la baja de Garrido, ni en el banquillo, mientras otro fijo, Mauro, se lesionó el pasado sábado, y Carpio no pudo entrar en la convocatoria por problemas gástricos.
Muy activos y con ganas de pelota salieron al verde los hombres de Tevenet, aunque los visitantes –estrenando su camiseta azul ‘rayada’-, fueron los que gozaron de la primera ocasión notable en este arranque igualado: en el minuto 10, un buen pase de Álex Fernández a Álvaro García, lo remataba de cabeza dentro del área, y Caro despejaba cuando parecía que se colaba.
Respondía con peligro el filial, ya al borde de la media hora, con Carlos Fernández intentándolo con calidad dentro del área, pero Cifuentes estuvo atento. A esas alturas, los canteranos parecían mejor plantados y más ambiciosos ante un Cádiz superado, con problemas para robar, salir de su campo y crear juego.
Más entremetida se fue desenvolviendo la segunda mitad, descontrolada, con los gaditanos ofreciendo mejor cara, en cuanto Salvi y Alvarito tuvieron algo de presencia, y variadas ocasiones en ambas portería. Con el paso de los minutos era ya raro que el marcador siguiera 0-0. Como extraño fue el cambio de Barral por Perea, pasado el 65, con lo que Rubén Cruz –que todavía no ha marcado desde que llegó al Cádiz- pasaba a colocarse de delantero. Y poco después era Moha el que suplía a Álvaro.
Entretanto, Mena remataba por encima del larguero en el área pequeña ante la pasividad de la defensa. Y Carlos Fernández asustaba mandando el balón al lateral de la red. El primer tanto para los de casa no llegó de milagro. Como réplica, el sanluqueño se plantaba ante el guardameta sevillista, aprovechando un buen pase de Abdullah, que a continuación era sustituido por José Mari, ya recuperado al fin.
En la recta final y cuando el choque perdía algo de nervio, en el minuto 84 el Sevilla Atlético se quedaba con diez hombres, al ver Matos la segunda amarilla. Aunque el Cádiz también jugaba casi con diez, pues en esa falta Moha quedó perjudicado y cojeando.
Y el empate sin goles se mantuvo al filo de la medianoche. Gaditanos y sevillanos se reparte un punto insuficiente para los dos. Por parte del Cádiz, ese bagaje de dos puntos obtenidos de quince posibles, y cinco envites consecutivos sin ver portería, comienza inquietar, entre dudas, malas sensaciones y ¿falta de fe? DIARIO Bahía de Cádiz