CRÓNICA J-17. Tocaba olvidar la euforia copera, y poner los pies en el suelo. Volver a pensar en lo único importante, la liga, y, si fuera posible, continuar la intachable racha en la que parece haberse instalado el Cádiz de Cervera, impregnado del gen competitivo y luchador que le caracterizó e hizo grande la pasada campaña. De escenario, el todavía Ramón de Carranza en la tarde del domingo con temperaturas inusualmente bajas (lo que quizá condicionó algo que no se registrara esa esperada gran entrada, al final unas 14.000 personas), y enfrente un recién ascendido con nombre, el Albacete Balompié.
Para buscar la quinta victoria liguera consecutiva, los de amarillos salieron al verde con el mismo once titular de la última jornada, también en casa: Cifuentes bajo palos; Servando (en la derecha), Lucas Bijker, Marcos Mauro y Kecojevic en defensa; Garrido, José Mari y Álex Fernández en el centro del campo; y arriba, Salvi Sánchez, Álvaro y Carrillo.
Poco ofrecía el encuentro de inicio, con un conjunto manchego más bien conformista, y un Cádiz al que le costaba internarse entre la maraña de jugadores blancos y con todo, gozó de las primeras medio-ocasiones, como el magistral pase en profundidad de Servando pasado ya el primer cuarto de hora que no logró controlar el delantero murciano ante Nadal. El estreno ante Cifuentes de los hombres de Enrique Martín no llegaría hasta el borde de la media hora, en una falta desde la frontal botada por Erice que se marchó pegada al palo.
El Alba se dedicaba a destruir y el Cádiz se empezaba a desesperar porque era incapaz de construir con fluidez, aún con las genialidades puntuales de Salvi y Alvarito; este en el 37 ponía a prueba al meta rival. Se entreveía ya que abrir la lata iba a ser más que complicado, sin embargo en el 39 se disfrutó del primer córner a favor, sacaba José Mari y Kecojevic cabeceaba el 1-0, calentando unos grados a la gélida pero sonriente grada, de cara al descanso.
Trabado continuó el segundo periodo, con los castellano-manchegos que no se decidían a dar un paso delante de verdad y los de amarillo, sin urgencias y confiados en buscar huecos donde todavía seguía sin haberlos. O sea, no pasaba casi nada. En el 62, una buena combinación entre Salvi y Servando acababa en córner, y animaba algo al respetable, deseoso de aplaudir cualquier acción para calentar las manos.
Los de Cervera se mostraban y se sentían superiores y más cómodos. En el tramo final, Romera sustituía a Carrillo, Aitor a Álvaro y Abdullah a José Mari, algo de refresco para tratar de rematar la faena, más el juego de ambos se mantenía en el congelador. Pese a algunas acciones muy aisladas de los visitantes, el tiempo se fue consumiendo, y la quinta victoria consecutiva del Cádiz se iba confirmando (y el sexto partido seguido imbatido). Y la puntilla se asestaba en el descuento, con un carrerón de Salvi cuya asistencia remataba Dani Romera.
Con este 2-0, ya está amarrado cerca del 60% del objetivo prioritario de los cadistas, 29 de los deseables 50 puntos, y todavía restan cuatro jornadas para que alcanzar el ecuador de la campaña. El volver a soñar con algo más que la permanencia en LaLiga 1|2|3 se va haciendo factible…, y es que la zona de descenso queda ahora mismo a doce puntos, y el liderato, a tres. DIARIO Bahía de Cádiz