Tras su buen arranque liguero, el Cádiz –todavía sin Alvarito, dicen que algo deprimido tras no fichar por el Getafe, de Primera- se estrenaba este martes en Copa del Rey recibiendo en el Ramón de Carranza a partido único –en segunda ronda- a la UD Almería. Un choque, sin presiones, para probar a los de momento menos habituales en los onces tanto de Álvaro Cervera como de Ramis.
Pese a ser competición copera y tarde de un martes laborable, unas 10.000 personas acompañaron desde unas ambientadas gradas a su equipo –los abonados entraban gratis-, que de inicio saltaba al verde con Rubén Yáñez en la portería; Servando, Kecojevic, Correa y Bijker en defensa; Garrido y Álex en el centro de campo; y Aitor, Moha, Romera y Barral arriba.
La eliminatoria arrancaba sin dominador claro y dos ocasiones por cada bando, un disparo algo lejano de Aitor que detuvo el portero y un lanzamiento de Hicham tras un saque de esquina que se fue alto. Los locales fueron tomando las riendas y en el minuto 12, una asistencia de un activo Moha, por la derecha lo repelía la defensa; una acción que llegaba después de que David Barral cayera en el área y reclamara penalti. Y en el 17, un error entre Fernando y su zaga, propiciaba el robo de Romera que dejaba la pelota al isleño para que hiciera el primero, pero acababa golpeando en el portero.
Los hombres de Ramis tenían enormes problemas para sacar el balón de su campo ante la presión de los de amarillo, con más ganas, alegría e intensidad que el rival. Y se veía venir, en el 22, otra jugada con participación de Moha y Romera, la culminaba, esta vez sí con efectividad, Barral. Subía el merecido 1-0 al marcador.
Con el resultado de cara, los de Cervera quitaron el pie del acelerador, y dejaron que los almerienses llevaran la iniciativa del juego, o algo parecido, para tratar de rematar a base de contras. No obstante, a los rojiblancos les siguió costando un mundo acercarse a los dominios de Yáñez.
La segunda mitad se ponía en marcha con la intensidad propia de una pachanga de pretemporada, con un Almería inocuo arriba y un Cádiz que haciendo poco daba siempre más sensación de peligro.
Cervera, en el 55, hacía debutar a la última incorporación, el delantero Carrillo –sustituyendo a Romera-, procedente del Sevilla Atlético; y cinco minutos después gozaba de la ocasión más notable de los de casa en este periodo, un cabezazo tras asistencia de Rober Correa. Poco después entraría Salvi por Aitor.
Las medio-ocasiones las seguía acumulando el Cádiz. Tras un intento de jugada personal de Barral, pecando de individualista, en el rechace Garrido –completando un enorme partido- probaba desde lejos, a veinte minutos del final. Como respuesta, un lanzamiento con intenciones de Tino Costa, que desviaba con reflejos el portero cadista, con apenas trabajo.
Parecía que el Almería, como era esperable, iba a apretar en los minutos finales, sin embargo era un espejismo. Los gaditanos, con oficio, supieron aguantar ese mínimo pero justo 1-0, suficiente para pasar a la tercera ronda copera, terminando el partido en campo rival. Y a pensar ya mismo en la liga de nuevo, que el viernes Carranza volverá a abrirse para recibir al Nástic: ese partido sí importa. DIARIO Bahía de Cádiz