CRÓNICA J-28. En plena crisis persistente de identidad y aún así al filo de alcanzar el objetivo repetido hasta la saciedad desde el inicio de campaña, los famosos 50 puntos de la salvación, mucho antes de lo esperado y por ello mismo con la mente del aficionado puesta en luchar por ascender, el Cádiz recibía esta tarde-noche de frío sábado en el Ramón de Carranza a un rival de la zona muy baja de la tabla, el Lorca (bestia negra de la primera vuelta, al endosarle a los gaditanos un 3-0 en su campo), que en las últimas once jornadas ha sumado un solitario punto. Un choque para, sobre todo, convencer y auto-convencerse de que se puede seguir arriba en lo que resta de exigente y larga Segunda división.
De inicio, Álvaro Cervera sorprendía en parte dejando en la caseta a los dos laterales titulares del pasado mal partido de Numancia, Carpio y Lucas Bijker. Así, el once de partida lo formaron: Cifuentes bajo palos; Rober Correa y Villanueva en las bandas con Marcos Mauro y Kecojevic en el centro de la zaga; Abdullah, Álex y Perea en el centro del campo; y arriba, Salvi, Álvaro y Jona. De nuevo, Barral ni convocado, y Garrido con molestias, en el banquillo. En las gradas, unas 11.000 personas (que el minuto 21 explotaron en un aplauso en recuerdo del cadista roteño Dani García, fallecido en las últimas horas), y en el palco, Quique Pina tras salir días atrás de prisión preventiva.
Aunque los de amarillo comenzaron la partida muy confiados en querer llevar el control, en el minuto 4 un centro-chut de Noguera que sacaba Cifu cuando buscaba portería, avisada de que los murcianos, de momento, no se conformaban con esperar atrás.
En el 11, un rápido centro de Alvarito lo remataba fuera en el primer palo el hispano-hondureño, para igualar el capítulo de medio ocasiones, que poco a poco se iba decantando por los de casa, con más urgencias. No obstante, en el 23 de nuevo eran los de Fabri los que ponían en aprietos al meta local: Brown se colaba solo una rápida contra que repelía el de Albacete. En la siguiente, el de Utrera la iba colando en un centro al área, y poco después, Jona desperdiciaba hasta dos arreones. Álex Fernández, por su lado, insistía probando desde lejos.
El Cádiz no terminaba de saber cómo maniatar al contrario y ni uno parecía tan cerca de Primera ni el otro tanto de Segunda B. Y en la antesala del descuento, Jona Mejía, de nuevo protagonizaba dos acciones: un mano a mano ante Dorronsoro que sacaba Fede Vega in extremis, e incluso se pidió penalti; y ya en el tiempo extra, se revolvía cerca del área chica pero su remate quedaba en nada, ante la desesperación del cadismo.
El segundo periodo tenía el mismo color indefinidido del primero, con varias alternativas en las dos áreas, algunas más en la de los lorquinos, como las oportunidades de Álvaro en el 49, o la doble ocasión sin frutos poco después que culminaba con un tiro frontal de Álex Fernández tras un mal remate de Salvi. En el 57 era Alvarito el que mandaba fuera una dejada de Jona, con todo a favor.
Cervera empezaba también a impacientarse y movía banquillo, reemplazando a Perea por Dani Romera; y recién salido, en una combinación con Jona, a punto estaba de meterse dentro de la portería en el 65. Pared que se repetía con idéntico resultado siete minutos después, con el Lorca cada vez más conforme con el puntito, y el Cádiz más alocado en sus ofensivas.
En los últimos diez minutos, con Garrido (¿para qué?) y Eugeni ya sobre el verde, los de amarillo se fueron en busca del gol, con todo, aunque con más corazón que cabeza. Y apenas se concretaron ni ocasiones reales ante un rival encerrado. La decepción del insulso 0-0 la mostraba parte de la grada con una breve pitada, y desalojando a la carrera el estadio. Y la segunda plaza se aleja un poco tras la victoria del Rayo al que iba siendo indiscutible líder, el Huesca. Este Cádiz tiene que volver a encontrarse… DIARIO Bahía de Cádiz