CRÓNICA COPA. Un mes después se disputaba la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, y Cádiz y Real Betis se veían las caras, en el Benito Villamarín en una fría noche de jueves laborable, con los papeles cambiados: si a finales de octubre eran los amarillos los que se desesperaban ante una mala racha demasiado larga y los béticos los que convivían en zonas altas de Primera, ahora los gaditanos suman cuatro victorias consecutivas y los sevillanos no están en el mejor momento de la temporada. Con este contexto, los de Cervera afrontaban el encuentro con la ilusión de dar la sorpresa (y superar el 1-2 de la ida), con todo por ganar y nada que perder.
De hecho, el entrenador del Cádiz sabe que su liga no es esta, y como era lógico se plantó en Sevilla con un once plagado de suplentes, o mejor dicho, de “los poco habituales”: Rubén Yáñez en la portería; Brian Olivan, Nico Hidalgo, Marcos Mauro y Kecojevic en defensa; Álex Fernández y Abdullah con Romera más adelantado, en el centro del campo; Aitor y Moha de extremos y Barral en la delantera.
Y pasaron cosas desde muy pronto. Así, en el minuto 2 se ponía ya por delante en el marcador el equipo visitante con gol de Barral, que se aprovechaba de un gran pase de Abdullah. Un Cádiz con ganas ante un Betis que parecía verse desbordado en defensa ante el animoso y eléctrico rival. Pese a ello, cinco minutos después empataban los verdiblancos con una falta frontal sacada por Boudebouz, que daba en la barrera y despistaba algo a Yáñez.
Sin embargo, los de amarillo no se desanimaron para nada, y siguieron asustando a los de Quique Setién, hasta que en el 18, aprovechando un córner, Dani Romera establecía el 1-2, que ya igualaba la eliminatoria. Aunque la sonrisa entre los cadistas no duró mucho, y Tello se inventaba el empate, demostrando la calidad arriba del conjunto de Primera.
Mas la locura continuaba y en la siguiente acción Giménez se marcaba un paradón ante el disparo de Moha, evitando el tercero cadista; que sí llegaría dos minutos después, en el 26, después de que Barral fuera derribado en el área por el portero y Aitor no fallara desde los once metros. Con el 2-3 en el marcador, ahora eran los de Cervera los que le habían dado la vuelta a la tortilla, aunque quedaba mucho tiempo por delante… e incluso en el 36 Aitor hacía el cuarto desde la frontal, anulado por ¿fuera de juego? Un 2-4 que no tardó ser una realidad, cuatro minutos después: una internada de Aitor, y su asistencia la aprovechaba Romera. Y entre tanto la afición local se mostraba más que indignada con los suyos.
Entrado ya en el segundo tiempo, se veía un Betis ansioso, con urgencias y sufriendo y un Cádiz trabajador disfrutando y esperando alguna contra letal. Y así iban pasando los minutos, eso sí, con los visitantes cada vez más replegados. Rondando el minuto 60, Barragán y Tosca avisaban con sendas ocasiones de peligro, y en el 64 Tello hacía lo que quería dentro del área y subía el inquietante 3-4.
Tocaba cambiar la dinámica, y con veinticinco minutos por delante, Álvaro Cervera recurría a dar frescura y velocidad con Salvi y Alvarito, en lugar de Moha y Aitor. Y el de Sanlúcar casi hace el quinto en el 73, en unos momentos en los que los gaditanos ya mostraban síntomas de fatiga y dudas, y Joaquín reforzaba a los de Setién. Mas un fuerte chut de Brian volvía a asustar, y en el córner siguiente, Kecojevic, esta vez sí, marcaba el 3-5, desatando la locura entre el cadismo, unos 300 aficionados en el mismo Villamarín, y prácticamente matando lo que quedaba de partida.
El Cádiz se planta así en octavos de final del torneo del KO casi sin querer, tras superar ya a Almería, Osasuna y ahora a todo un Betis de superior categoría. Una alegría inesperada para la afición (y hasta Cervera celebrándolo en el terreno de juego), pero que a nadie se le olvide que lo importante se juega el domingo en el Carranza, la visita del Albacete: hay que seguir aprovechando esta buena racha y alargarla lo máximo posible. DIARIO Bahía de Cádiz